PASCO LIBRE

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Conductor salva de morir

Exceso de velocidad y negligencia causas de accidentes en las carreteras.

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POLICÍA INVESTIGA ATROPELLO A DOS JÓVENES EN LA COMUNIDAD CAMPESINA DE RANCAS

El comisario de la Policía Nacional del Perú informó que aproximadamente a las 21:30 horas de anoche, se tomó conocimiento de un accidente de tránsito ocurrido en la entrada de la Comunidad Campesina de Rancas, donde dos personas fueron atropelladas.

De inmediato, el personal policial se trasladó al lugar del hecho; sin embargo, al llegar, solo se encontraban algunos testigos, quienes manifestaron que las víctimas —un hombre y una mujer— habían sido halladas tendidas sobre el pavimento tras ser impactadas por un vehículo que se dio a la fuga.

Los heridos fueron trasladados de emergencia al Hospital Daniel Alcides Carrión, siendo identificados como P. D. S. S. y A. I. O. R.

Según las primeras diligencias, en el lugar del accidente se encontraron restos de plástico de color plomo, lo que hace presumir que el vehículo implicado sería de la marca Volkswagen. Hasta el momento, se desconoce la placa y el paradero del conductor responsable.

Las investigaciones continúan a cargo de la Comisaría de La Esperanza para determinar las causas del hecho e identificar al responsable del atropello.

LA LIBERTAD RECUPERADA NO DEVUELVE LA INOCENCIA- LISANDRO PRIETO FEMENÍA

“El único elemento de la filosofía de Jesús que fue revolucionario es el perdón, y la única acción que realiza es hablar, arriesgándose a morir por ello”
Hannah Arendt, La condición humana

La reciente liberación de rehenes, la negociación de una tregua, o la firma de cualquier tratado de paz tras un conflicto atroz, no representan la simple restitución del statu quo ante bellum. No devuelven la inocencia a las víctimas ni la pureza a los espacios arrasados. Por el contrario, lo que ocurre es, en palabras de Arendt, una entrada distinta y ruidosa en el “mundo”, un segundo nacimiento que está marcado inexorablemente por el eco de lo vivido.

Este eco es bastante profundo: el trauma se inscribe no sólo en la mente, sino en la corporalidad, en el silencio y en la manera de mirar a quienes se ama, pues, como advierte el psiquiatra Bessel van der Kolk, el trauma se almacena en el cuerpo, no sólo en la memoria. Esta afirmación desnuda la tremenda falsedad de la dicotomía mente/cuerpo, puesto que el horror deja surcos permanentes en la respiración y en la orientación espacial. En consecuencia, la tarea de dar sentido para quien vuelve del cautiverio se impone como una labor de alquimia, buscando transformar la materia bruta de la experiencia límite en algo habitable sin traicionar la memoria. Al respecto, Viktor E. Frankl, quien supo escribir desde la experiencia del campo de concentración, dejó la pauta de una resistencia interior que no es una exhortación a la superación individual sin marco, sino a la constatación de que la voluntad puede ser sostenida por un proyecto: “Cuando ya no podemos cambiar una situación, estamos desafiados a cambiarnos a nosotros mismos” (Frankl, 1946/2006, p. 120).

Sin embargo, esta proeza individual no puede ser pensada fuera de su marco político y social. Cuando el tejido comunitario que sostiene la vida ha sido destruido por la guerra, la experiencia de la víctima individual se cruza con la “vida desnuda” (nuda vita) de la población civil. Esta condición, definida por Giorgio Agamben como aquella existencia despojada de todo atributo jurídico o político, está expuesta a la violencia arbitraria (Agamben, 1995/2013). Así pues, la persistencia de la vida en Gaza, bajo bombardeo constante durante dos años, no es la recuperación del bios (la vida calificada y con sentido), sino la supervivencia brutal de la zöe (la mera vida biológica), una condición compartida, aunque asimétricamente, con la persona rehén, ya que ambos son sujetos de una violencia que los reduce a su mínima expresión biológica.

Por detrás de este crudo análisis filosófico de la condición de las víctimas, tanto rehenes israelíes como civiles inocentes de Gaza, se encuentra en todo su esplendor el cinismo biopolítico y la vanidad de quienes ahora son, según los medios de comunicación, los “abanderados de la paz”. Pensemos en la figura de un líder global, aclamado por la paz ahora, mientras que su gestión es la misma que ha permitido el horror sistemático, nos enfrenta directamente al cinismo estructural del poder posmoderno. Este espectáculo político no es una contradicción moral accidental, sino la manifestación de una biopolítica consciente y estratégicamente administrada, donde la vida y la muerte son objeto de un cálculo de poder.

Sobre este aspecto en particular, recordemos que Michel Foucault identificó el cambio del poder soberano al biopoder, donde el viejo derecho de “hacer morir” o de “dejar vivir” es sustituido por el poder de “hacer vivir” y “dejar morir” (Foucault, 1976/1990, p. 182). En el escenario de la crisis actual, el presidente norteamericano actúa como el administrador supremo de este campo biopolítico. Por una parte, el consentimiento o la habilitación de los bombardeos que arrasaron no sólo con casi la totalidad de los edificios de Gaza, sino también con mujeres y niños que se encontraban morando allí, se traduce en el cálculo del “dejar morir” a una población en aras de un objetivo geopolítico funcional a los intereses de un puñado minúsculo de degenerados. Por la otra, la negociación y la liberación de los rehenes se instrumentaliza como un acto de “hacer vivir” a unos pocos, con el objetivo de asegurar el consenso político interno, la imagen internacional y el estatus de “pacificador”.

En esta dialéctica macabra, muy propia de estos tiempos nefastos, el líder que exige abiertamente el Premio Nobel de la Paz ejemplifica la degradación de la acción política a una vanidad vacua que nos deja sin palabras. Al respecto, Arendt, en La condición humana, argumentó que el actor político busca la “grandeza” y el reconocimiento público para contrarrestar la futilidad inherente a la acción humana (Arendt, 1958). Sin embargo, cuando este reconocimiento se busca tras haber coadyuvado a la devastación masiva, la acción se convierte en una farsa cínica.

El cinismo, en este contexto, no es sólo la mentira, sino también la separación consciente entre el discurso ético de la paz y la práctica funcional de la guerra. El galardón de la paz, por lo tanto, no se busca como una culminación de la justicia, sino como la máxima condecoración por una exitosa contabilidad de víctimas, donde la liberación de unas pocas vidas vale más, en términos de capital político, que la inacción frente a la destrucción de miles. Este es el momento, amigos míos, en que la imagen de la paz eclipsa, de forma mediática y espectacular, la materialidad de la guerra real.

Paralelamente, ante la limpieza étnica calculada y el caradurismo político, se alza rasposamente la voz de la diplomacia vaticana, pero ésta, a menudo, parece atrapada en una tibieza que privilegia la neutralidad sobre la intervención moral decisiva. El Papa y sus patéticos emisarios han sido constantes en sus parroquiales llamados a la oración y en sus clementes expresiones de dolor, actos cruciales que honran la dimensión espiritual y humanitaria del sufrimiento. Queda claro que lo que estamos explicitando aquí es una crítica directa que apunta a la carencia de una implicación política que rompa los muros del Vaticano y sus redes sociales.

Cuando el horror es sistemático y las atrocidades son manifiestas, la diplomacia de la Santa Sede tiende a refugiarse en una equidistancia glacial, buscando mantener abiertos canales de diálogo con todas las partes, incluso a costa de la claridad moral. Esta actitud ya fue señalada por el Consejo de la Asamblea de Rabinos de Italia al cuestionar la respuesta del Vaticano ante los ataques: “¿de qué han servido décadas de diálogo cristiano-judío hablando de amistad y fraternidad si luego, en la realidad, cuando alguien intenta exterminar a los judíos, estos, en vez de recibir expresiones de cercanía y comprensión, reciben como respuesta acrobacias diplomáticas, ejercicios de equilibrismo y una glacial distancia?” (Council of the Assembly of Rabbis of Italy, citado en Jewish-Christian Relations, 2024). Y mejor no  hablemos de la patética quietud que se mostró cuando Israel bombardeó una Iglesia católica en Gaza con niños refugiados en su interior.

Esta “cautela”, lejos de ser prudencia evangélica, corre el peligro de ser interpretada como un fracaso ético-político. Lo que se exige de un Sumo Pontífice en el escenario global no es sólo la bendición y la súplica, sino una acción audaz que encarne la parrhesía (hablar con verdad y franqueza, incluso ante el peligro). Un Papa valiente debería usar el capital simbólico de la Sede Petrina no sólo para rezar por la paz entre israelíes y gazatíes, sino también para interceder con firmeza por los miles de cristianos perseguidos en territorio de dominio islámico, donde la zöe (vida desnuda) es la condición permanente de las minorías religiosas. La prioridad de la diplomacia católica debe ser menos el equilibrismo geopolítico y más el sacrificio activo por la dignidad de aquellos cuya vida está al margen de cualquier protección estatal. La Iglesia, para ser la “Iglesia en salida” que Francisco proclamaba, debe hacer de la intervención activa por los mártires de hoy un eje visible y contundente de su política exterior, abandonando la comodidad de la condena genérica por la lucha concreta y valiente por las minorías asediadas en las periferias.

En este punto, es fundamental que entendamos las injerencias del perdón y de la promesa, conceptos que funcionan de “remedios” arendtianos contra la idea de irreversibilidad. Para Arendt, la acción (capacidad humana de comenzar algo nuevo) es la esencia de la política. No obstante, la acción es inherentemente peligrosa porque está marcada por dos defectos fatales: es “irreversible” (no se puede deshacer lo que se ha hecho) e impredecible (sus consecuencias exceden la intención del actor). Frente a la fatalidad de la acción y su horror masivo, nuestra autora propone estos dos “remedios” que permiten a la humanidad continuar y volver a iniciar, en lugar de quedar atrapados en el ciclo del resentimiento. El “perdón” y la “promesa” actúan como mecanismo de interrupción. Su filosofía lo resume indicando que el remedio es para la irreversibilidad, para la imposibilidad de ‘deshacer’ lo que ha sido hecho, es la facultad de perdonar. Y el remedio para la impredecibilidad, para caótica incertidumbre del futuro, es la facultad de prometer” (Arendt, 1958, p. 237).

El “perdón” (Verzeihen) no es un mecanismo jurídico ni un olvido emocional, sino  un acto profundamente político cuya función es liberar a ambos, ofensor y ofendido, de las consecuencias del acto. El perdón interrumpe el ciclo de la venganza, la cual es una reacción sujeta a la necesidad y a la determinación del pasado. Es, en definitiva, un acto de libertad que se niega a ser determinado por lo que ya pasó, perdonando a la persona (no al acto) para que pueda reingresar al mundo de la acción. En el contexto actual que venimos analizando, el cinismo del “abanderado de la paz” reside, precisamente, en que no se permite pedir perdón, sino que se exige “alabanza”. La vanidad del líder obstaculiza la irrupción del perdón, ya que este presupone el reconocimiento del daño y la falibilidad, cualidades que son incompatibles con la búsqueda de la gloria personal.

El segundo remedio es la “promesa” (Versprechen). Si el perdón libera del pasado, la promesa doma la impredecibilidad del futuro. Es el acuerdo mutuo de un grupo de personas para actuar de una manera determinada, estableciendo “islotes de certeza” en el océano caótico de la acción. Un acuerdo de paz o un alto el fuego solo tiene valor si es, esencialmente, un acto de prometer. Prometer, en el sentido arendtiano, significa construir una red de relaciones estables que haga posible la coexistencia. Por consiguiente, cuando el líder político usa el acuerdo de paz como un trofeo de vanidad personal y no como la cimentación de una promesa recíproca de seguridad y justicia, la paz se convierte en una simple tregua funcional dictada por la conveniencia biopolítica, desprovista de la capacidad de iniciar una nueva historia verdaderamente libre.

La restitución de una vida tras el horror, y la posibilidad de que el perdón y la promesa tengan arraigo, exige que existan ciertas condiciones materiales de justicia. La ética es inseparable de la materialidad, y sobre este asunto en particular Martha Nussbaum desarrolló el enfoque de las capacidades, mediante el cual afirma que la idea básica es que debemos preguntarnos: “¿qué son las personas realmente capaces de hacer y ser?” (Nussbaum, 2004, p. 5). Es decir, sin un umbral mínimo de capacidades (salud, vivienda, seguridad material y política), la exigencia de "resiliencia" o la aspiración al "sentido" son meras consolaciones retóricas.

En este punto, la ética del cuidado se vuelve un imperativo práctico. Joan Tronto concibe el cuidado no como un sentimiento, sino como una actividad política. Según ella, el cuidado es una actividad genérica que incluye todo lo que hacemos para mantener, continuar y reparar nuestro ‘mundo’ de modo que podamos vivir en él lo mejor posible (Tronto, 1993, p. 103). Pues bien, el cinismo político no sólo inflige daño, sino que se niega a cuidar las consecuencias de ese daño. El imperativo ético se materializa en la tarea de recomponer la coherencia social, creando las redes y las instituciones que permitan al individuo fracturado por el trauma reintegrarse a una comunidad que honre su dolor, y en exigir responsabilidad a los que quieren el Nobel de la paz, para que desciendan de su pedestal de gloria, reconozcan el daño que permitieron y, de este modo, abran el espacio político para que la promesa de futuro sea posible.

Cierro, como siempre, haciendo preguntas. Si la vanidad del líder busca la gloria en la gestión del horror, y si el cinismo se niega a reconocer el daño, surge la pregunta crucial: ¿cómo puede la ciudadanía forzar la irrupción del perdón y la promesa en la esfera pública? Si el perdón, según Arendt, debe ser otorgado a la persona y no al acto, y si el perdón presupone el arrepentimiento, ¿es el perdón posible cuando el actor político (el líder) no solo no se arrepiente, sino que instrumentaliza su acción para obtener una condecoración? ¿O el perdón sólo puede ser ejercido por las víctimas, dejando la responsabilidad política de la justicia pendiente? Frente a la persistencia del trauma y la vida desnuda, ¿qué prácticas políticas y qué lenguaje público se requieren para interrumpir el ciclo de violencia y evitar que la memoria del sufrimiento sea utilizada como mero combustible para nuevas guerras? Por último, si una paz surge de una contabilidad maquiavélica entre vidas salvadas y vidas sacrificadas, basada en la biopolítica, ¿puede tal acuerdo constituir una verdadera promesa para el futuro o es solo la pausa necesaria para que los actores políticos se reposicionen antes de la próxima irreversible acción?.

Lisandro Prieto Femenía.
Docente. Escritor. Filósofo  
San Juan - Argentina 

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INVESTIGAN LA MUERTE DE UN ADOLESCENTE EN VICCO

Tras el llamado del médico del puesto de salud de Vicco, las autoridades se constituyeron en el establecimiento, donde fueron informadas de la llegada de un adolescente sin signos vitales. Pese a los esfuerzos del personal médico, que intentó reanimarlo con oxígeno, no se logró salvarle la vida.
Con el apoyo del personal de salud, la Policía inició las diligencias correspondientes para esclarecer las circunstancias del deceso, informó la subprefecta de la zona.

VECINOS DE COLUMNA PASCO DENUNCIAN OCUPACIÓN ILEGAL DE VIVIENDAS ABANDONADAS

Ángela Osorio Janampa, vecina del asentamiento humano Columna Pasco, denunció la presencia constante de sujetos de mal vivir que habrían tomado posesión de viviendas abandonadas en la zona.

Según la ciudadana, los inmuebles fueron adquiridos por una empresa minera afectada por la expansión de sus operaciones, pero actualmente se encuentran desmantelados y ocupados por personas desconocidas, generando inseguridad entre los residentes.

Osorio indicó que los vecinos alertan a diario sobre la situación, sin recibir una respuesta efectiva, y pidió la intervención del alcalde del distrito de Yanacancha para adoptar medidas que garanticen la seguridad.

FISCALÍA INVESTIGA PRESUNTO CASO DE TOCAMIENTOS INDEBIDOS EN CLÍNICA DE CHAUPIMARCA

El representante del Ministerio Público, Marco Antonio Mejía, asumió las investigaciones por un presunto caso de tocamientos indebidos denunciado por una extrabajadora contra directivos de una clínica privada ubicada en el asentamiento humano Tahuantinsuyo, en el distrito de Chaupimarca.

Como parte de las diligencias, el fiscal solicitó la visualización de las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia del establecimiento, con el fin de esclarecer los hechos denunciados.

El magistrado evitó brindar mayores detalles sobre el avance del proceso, señalando que la investigación se mantiene en curso y que corresponde a un hecho ocurrido durante el mes de setiembre.

RECUPERAN DOS CABEZAS DE GANADO TRAS PRESUNTO INTENTO DE ASALTO EN LA VÍA HUÁNUCO–PASCO

Personal policial de la Comisaría PNP La Quinua, al mando del Alférez PNP Joel A. González Castillo, logró recuperar dos cabezas de ganado vacuno que habrían sido sustraídas durante un presunto intento de asalto en la carretera Huánuco–Pasco, a la altura del túnel de Pariamarca.

Según la denuncia presentada por el ciudadano identificado con las iniciales N.I.A.C. (50), conductor del vehículo de marca Hino, modelo 500, color blanco, el hecho ocurrió aproximadamente a las 2:30 de la madrugada del martes 14 de octubre. El denunciante transportaba 17 reses de raza cebuina cruzada cuando un vehículo pick-up negro sin placa le cerró el paso, obligándolo a reducir la velocidad.

El conductor manifestó que, ante el riesgo de ser asaltado, realizó maniobras evasivas y continuó su trayecto hasta el óvalo de Yanamate (Cerro de Pasco), donde verificó que la puerta posterior del camión estaba abierta y que faltaban dos reses. Tras regresar al punto del incidente sin éxito, acudió a la Comisaría PNP La Quinua para formular la denuncia correspondiente.

De inmediato, el comisario González Castillo comunicó el hecho a la fiscal adjunta provincial Dra. Ireliz Sheyla Carpena Pomalaza del Ministerio Público – 3.ª FPPC Pasco, y desplegó un operativo con todo el personal disponible hacia el túnel de Pariamarca, con el objetivo de ubicar a los responsables y a los animales sustraídos.

Luego de una intensa búsqueda, alrededor de las 6:00 p.m., el personal policial logró ubicar las dos reses en las inmediaciones del kilómetro 140 de la carretera Huánuco–Pasco. Los animales presentaban lesiones leves en las extremidades posteriores y fueron devueltos a su propietario tras las verificaciones correspondientes.

La PNP La Quinua continúa con las investigaciones para identificar y capturar a los presuntos autores del delito de robo agravado en la modalidad de “patinaje”, informó la policía a Pasco Libre.

ERNESTO ÁLVAREZ MIRANDA JURÓ COMO NUEVO PRESIDENTE DEL CONSEJO DE MINISTROS

El abogado Ernesto Álvarez Miranda, expresidente del Tribunal Constitucional, asumió  la Presidencia del Consejo de Ministros. El nuevo Gabinete Ministerial fue oficializado hoy y está conformado por figuras con experiencia en distintos sectores públicos y diplomáticos.

Álvarez, quien ha sido catedrático universitario y analista político, generó controversia al calificar en su cuenta de X (antes Twitter) como “subversiva” la marcha convocada para este miércoles en diversas regiones del país.

El renovado gabinete incluye a los siguientes ministros:
Relaciones Exteriores: Hugo de Zela Martínez
Defensa: César Díaz Peche
Economía y Finanzas: Denisse Miralles
Interior: Vicente Tiburcio Orbezo
Justicia y Derechos Humanos: Walter Martínez Laura
Educación: Jorge Figueroa Guzmán
Salud: Luis Quiróz Avilés

El Ejecutivo indicó que este equipo ministerial buscará reforzar el diálogo político y la estabilidad.

ONPE ANUNCIA VOTO DIGITAL Y ELECCIÓN DE LOCAL DE VOTACIÓN PARA GRUPOS PRIORITARIOS

El gestor de la Oficina Regional de Coordinación Pasco de la ONPE, Abraham Maraví Rojas, informó que para las próximas elecciones se implementarán dos instrumentos importantes: el voto digital y la posibilidad de elegir el local de votación más cercano al domicilio de residencia.

El funcionario precisó que el voto digital estará dirigido a 11 grupos prioritarios, entre ellos personas con discapacidad, personal de salud, PNP y de la ONPE, además de otras instituciones consideradas estratégicas.

Estas medidas, explicó Maraví, buscan facilitar la participación electoral y garantizar el acceso al voto de los ciudadanos que enfrentan mayores dificultades para acudir a los locales tradicionales.

CLASE POLÍTICA RECURRE A FIGURAS TELEVISIVAS ANTE MOVILIZACIÓN DEL 15 DE OCTUBRE

La clase política ha recurrido a figuras reconocidas de la televisión peruana para emitir discursos en contra de la movilización anunciada para el 15 de octubre, una protesta dirigida contra los políticos de turno.

Sin embargo, diversos sectores advierten una marcada desconexión entre Lima y las regiones, donde el descontento social continúa en aumento.

Aunque Lima ha sido fuertemente golpeada por el sicariato y la inseguridad, algunos líderes políticos utilizan mensajes mediáticos que buscan deslegitimar la medida de fuerza, en lugar de atender las causas profundas del malestar ciudadano.

OSIPTEL PLANTEA MEDIDAS PARA OPTIMIZAR EL PROCEDIMIENTO DE RECLAMOS

Regulador llama a interesados a realizar comentarios sobre el proyecto normativo que modifica el Reglamento de reclamos a través del siguiente enlace: https://serviciosweb.osiptel.gob.pe/MesaPartesVirtual/

Para mejorar e incrementar la digitalización de los procedimientos vinculados a la tramitación de reclamos y reducir los tiempos de atención, el Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (OSIPTEL) publicó, para comentarios, el proyecto de norma que modifica el Texto Único Ordenado del Reglamento para la atención de gestiones y reclamos de usuarios de los servicios públicos de telecomunicaciones, vigente desde el año 2023.

La propuesta, publicada mediante Resolución n.° 000106-2025-CD/OSIPTEL, busca optimizar la tramitación de reclamos mediante el fortalecimiento de los mecanismos de validación de identidad de los reclamantes y la implementación de herramientas automatizadas que faciliten su presentación (Formulario Digital Inteligente).

El proyecto también establece un plazo único máximo de diez días hábiles para la resolución de reclamos, recursos de apelación y quejas, reduciendo los plazos promedio actuales.

Además, con la finalidad de reducir la incidencia de quejas improcedentes por Silencio Administrativo Positivo (SAP), el proyecto contempla la adopción de medidas de carácter informativo como la actualización diaria del expediente y el acceso a los expedientes virtuales, entre otras.

Finalmente, formula la implementación del sistema interoperable para la solución de reclamos en segunda instancia, a través del Tribunal Administrativo de Solución de Reclamos de Usuarios (TRASU), con el propósito de reducir los tiempos de atención.

Los interesados pueden remitir sus comentarios hasta por un plazo de cuarenta (40) días calendarios, contados a partir del día siguiente de publicada la resolución, a través de la mesa de partes virtual del OSIPTEL (https://serviciosweb.osiptel.gob.pe/MesaPartesVirtual/), adjuntando el formato Word compartido como anexo en la Resolución n.° 000106-2025-CD/OSIPTEL.

El dato
El Texto Único Ordenado del Reglamento de Reclamos establece el procedimiento a seguir en la tramitación de los reclamos, recursos de apelación y quejas presentados por los abonados y usuarios de los servicios públicos de telecomunicaciones, así como la implementación del sistema interoperable, como una herramienta que permita la interacción interinstitucional entre el OSIPTEL y las empresas operadoras.