PASCO LIBRE

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Conductor salva de morir

Exceso de velocidad y negligencia causas de accidentes en las carreteras.

PASCO LIBRE

FATAL ACCIDENTE DE TRÁNSITO EN LA VÍA CANTA – HUAYLLAY DEJA DOS FALLECIDOS

Un accidente de tránsito con resultado fatal se registró en el kilómetro 179+200 aproximadamente de la carretera Canta – Huayllay, cerca de la represa Huascacocha. El hecho correspondió a un choque lateral concéntrico entre dos unidades vehiculares.

La Unidad 1 corresponde a una camioneta Subaru Forester, color gris oscuro metálico, con placa de rodaje F2L-556, de propiedad de G. A. D., quien además sería el conductor, actualmente detenido.

La Unidad 2 es un tracto camión Kenworth T800, color blanco, de placa AZO-778, perteneciente a la empresa Grifo Racing E.I.R.L., conducido por L. Ch. S. (35 años).

Como consecuencia del impacto, dos personas perdieron la vida, identificadas como R. A. J. (40) y G. A. R. (81). Además, se reportaron personas heridas, cuyos datos aún vienen siendo verificados por las autoridades.

Efectivos policiales y representantes del Ministerio Público llegaron hasta el lugar para realizar las diligencias de ley y determinar las causas del siniestro.

IRREGULARIDADES EN ELECCIONES DE LA UNDAC: DENUNCIAN AUSENCIA DE MESAS DE SUFRAGIO EN VARIAS FILIALES

El personero del movimiento “Integración UNDAC” presentó una solicitud en la que advierte que la Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión (UNDAC) no habría instalado mesas de sufragio en diversas filiales durante el reciente proceso electoral universitario.

Entre las sedes donde se reportó ausencia de mesas de votación figuran Tarma, La Merced, Yanahuanca y otras filiales, situación que —según el documento presentado— pone en duda la validez del proceso electoral.

El movimiento solicitante recomienda convocar a nuevas elecciones en aquellas filiales donde no se llevó a cabo la instalación de mesas, advirtiendo que, de no hacerlo, se estaría transgrediendo las normas electorales internas de la UNDAC.

LICITACIÓN DE RUTAS EN LA MUNICIPALIDAD DE PASCO TERMINA EN ENFRENTAMIENTO ENTRE POSTORES

Un proceso de licitación pública en la Municipalidad Provincial de Pasco terminó en un violento enfrentamiento entre representantes de empresas postulantes, luego de que una de las empresas quedara fuera del concurso por haber presentado sus documentos con un retraso de diez minutos.

Según denunciaron algunos transportistas presentes y peatones, presuntamente trabajadores municipales habrían intentado permitir el ingreso de representantes de la empresa por una puerta lateral con documentos, lo que generó reclamos y posteriormente una pelea entre los involucrados.

El hecho causó desorden en exteriores de  las instalaciones municipales, por lo que personal de serenazgo tuvo que intervenir para restablecer el orden. Las autoridades aún no se han pronunciado oficialmente sobre las denuncias.

¿POR QUÉ YA NADA NOS ASOMBRA? – LISANDRO PRIETO FEMENÍA

“El hombre, que ha perdido la capacidad de admirarse, ya no es un hombre, es una pieza del engranaje” - Carl Gustav Jung

En su aceleración perpetua y vacía, el mundo parece haber expropiado la capacidad de asombro. La mirada infantil, antaño una ventana a lo inusitado, se ha vuelto un reflejo de pantallas donde todo lo que existe parece una réplica digital de lo ya conocido, lo ya consumido. Ante este panorama, les pregunto, ¿es posible, entonces, asombrarse aún, o la pérdida de esta facultad ha mutado en una condición existencial de la niñez abúlica postmoderna?

Bien sabemos que el asombro (thaumázein) ha sido, desde los albores del pensamiento occidental, el motor que impulsa la búsqueda de la sabiduría. Ojo, no se confundan, no se trata de un simple sentimiento de sorpresa, sino una disposición intelectual y emocional que nos confronta con el misterio de nuestra existencia. Es la inquietud ante lo evidente, la pregunta sobre lo que se da por sentado. Esta forma de interpretar el asombro no nació con la globalización, sino que encuentra sus raíces en los filósofos presocráticos, que se maravillaban ante los fenómenos naturales, buscando un principio o fundamento (arkhé) que explicara la pluralidad del mundo.

Platón, en el diálogo “Teeteto”, pone en boca de Sócrates una afirmación que establece el asombro como la piedra angular del pensamiento. Sócrates, al hablar de la perplejidad de Teeteto, declara: “Pues este, el asombrarse, es lo que constituye la pasión de un filósofo; de ninguna otra manera ha nacido la filosofía que no sea de esta manera” (Teeteto. 155d). Desde esta perspectiva, el asombro es la emoción que nos saca del estado de la opinión (doxa) y nos impulsa hacia la búsqueda de la verdad, confrontándonos con la aporía o la ausencia de respuestas definitivas. Este sentimiento, en definitiva, no es una finalidad en sí misma, sino el punto de partida que inaugura el camino del conocimiento verdadero.

Por su parte, Aristóteles en su “Metafísica”, retoma este mismo principio con una claridad que ha resonado por milenios. El estagirita afirmó: “Pues de la admiración es de donde los hombres, ahora y al principio, comenzaron a filosofar” (Metafísica. Libro I, Capítulo 2, 982b12-13), indicando con ello que el asombro surge de la conciencia de la ignorancia. Nos maravillamos ante lo que no entendemos, ya sea un eclipse lunar o la inmensidad del universo. Pues bien, este reconocimiento de nuestra falta de conocimiento representa el punto de partida de toda investigación filosófica y científica. No se trata de un estado pasivo, sino de un impulso activo hacia el deseo de comprensión (justamente por eso, a los necios nada les sorprende).

Sin embargo, para Arthur Schopenhauer, el asombro posee una dimensión más profunda y melancólica. Mientras Platón y Aristóteles concibieron el asombro como el motor que nos lleva a buscar la armonía del cosmos, Schopenhauer lo entendía como la conmoción metafísica ante la vanidad y el sufrimiento que causa existir. En su obra cumbre titulada “El mundo como voluntad y representación”, afirmó que “es la admiración ante el mundo y el ser lo que se constituye la disposición de ánimo del filósofo y su punto de partida. Pues, por lo común, las cosas más importantes y sublimes pasan sin que se repare en ellas” (El mundo como voluntad y representación. Libro I, Capítulo 1).  Este asombro no nos eleva a las Ideas, sino que nos sumerge en la cruda realidad del sinsentido que la mayoría de las personas evaden al estar inmersas en el servicio a la voluntad de vivir. En este sentido, la pérdida del asombro actual es la atrofia de la capacidad para confrontar las preguntas más fundamentales y dolorosas, un síntoma de una apatía metafísica que nos ha dejado en este nivel de desamparo intelectual sin precedentes.

Complementariamente, el psiquiatra y psicólogo (y para mí, gran filósofo) Carl Gustav Jung abordó el asombro desde una perspectiva psíquica, considerándolo esencial para la vitalidad de la psique humana. Para él, la pérdida de la conexión con lo inconsciente y la anulación de lo simbólico son síntomas de una modernidad que ha decidido privilegiar lo racional y lo material. La incapacidad para maravillarse es, en este sentido, un empobrecimiento de la vida interior. Jung sostiene que la psique necesita del misterio y de lo irracional para mantenerse sana, y que la ciencia, por sí sola, no puede satisfacer esta necesidad. Si le prestamos atención a la cita que utilizamos en el epígrafe, “el hombre, que ha perdido la capacidad de admirarse, ya no es un hombre, es una pieza del engranaje” (El hombre y sus símbolos. Editorial Paidós, 1964, p. 256), encapsula la idea de que la atrofia del asombro nos reduce a una mera función dentro de un sistema productivo, despojándonos de nuestra humanidad.

Ahora, si analizamos el presente con la lente crítica, nos podríamos percatar que la tesis platónica de la contemplación de las Ideas, en la cual el ser humano accede al verdadero conocimiento a través de la reminiscencia, podría encontrar en la era digital una nueva y perversa antítesis. En lugar de una intuición de lo trascendente, la mente infantil se enfrenta a un bombardeo incesante de imágenes, sonidos y estímulos que no requieren una búsqueda, sino una constante recepción pasiva. El asombro, de esta manera, no es ya un descubrimiento, sino una reacción programada por algoritmos meticulosamente diseñados.

Sobre este asunto en particular, el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, en su obra titulada “La sociedad del cansancio”, describe cómo la “sociedad del rendimiento” anula todo tipo de posibilidad de la contemplación y, por ende, del asombro. Han sostiene que “la positividad del poder-hacer conduce a una hiperactividad y a una híper-atención que terminan por generar una falta de atención y un agotamiento crónicos” (La sociedad del cansancio. Herder Editorial, 2012, p. 25). Esta obsesión de autoexplotarse mediante esta hiperactividad, traducida al ámbito digital, se manifiesta en la gratificación instantánea, en el scroll infinito que desplaza la sorpresa por la siguiente novedad. La maravilla se ha vuelto un bien de consumo, una mercancía que se agota tan pronto como se descarga o se comparte, logrando así que la realidad no pueda ser contemplada, sino navegada. Y, en esta navegación sin timón, la profundidad se sustituye por una superficie caracterizada por olas y mareas de banalidad y trivialidad.

También, esta hiperconectividad ha traído consigo una supuesta “democratización” del conocimiento y de la experiencia. Cualquier lugar, cualquier fenómeno, es accesible a través de una búsqueda. La imagen del cosmos, que en épocas anteriores requería de un telescopio y una noche despejada, está ahora en la palma de la mano, banalizada por su disponibilidad inmediata. Este acceso ilimitado, paradójicamente, genera una pérdida de valor.

Edmund Husserl, en su fenomenología, retoma y vitaliza la idea del asombro a través del método de la “suspensión del juicio” (époché). Este consiste en poner entre paréntesis nuestras presuposiciones sobre la realidad para poder captar la esencia de las cosas en su pura manifestación en la conciencia. En su obra “Meditaciones cartesianas”, Husserl subraya la necesidad de contar con una actitud que nos permita “suspender el juicio sobre la existencia del mundo externo para concentrarse en la experiencia pura de la conciencia” (Meditaciones cartesianas. Fondo de Cultura Económica, 2013, p. 19). Para la mente contemporánea, saturada de información basura y certezas prefabricadas, la époché podría ser el antídoto contra la banalización de todo lo que acontece en este mundo, dado que se trata de un ejercicio para recuperar la capacidad de maravillarse ante lo que consideramos “ordinario”. Al suspender la funcionalidad de un objeto, por ejemplo, podemos contemplarlo en su pura materialidad o forma, redescubriendo su misterio. Eso sí, para que este ejercicio filosófico sea eficaz, debemos bloquear la pantalla del dispositivo móvil y apagar el televisor.

Si tomamos, por ejemplo, el acto de jugar, que otrora era un ejercicio de imaginación y creatividad, se ha transformado en la replicación de patrones preestablecidos en videojuegos o en la manipulación de juguetes con funciones definidas. La espontaneidad cede su lugar a la instrucción. Lo ordinario no se transfigura en extraordinario, porque lo extraordinario ya ha sido catalogado y archivado en un disco duro. En este sentido, la pérdida del asombro en nuestros niños no es sólo la ausencia de una emoción, sino la incapacidad de ejercer una actitud filosófica puesto que la filosofía, como la práctica de la admiración, nos invita a detenernos, a cuestionar y a re-encantar el mundo.

La cuestión de si la pérdida del asombro es una simple adaptación o una merma fundamental de nuestro ser nos obliga a realizar un diagnóstico más agudo. Una adaptación funcional permite la supervivencia y la eficiencia mientras que la atrofia de una facultad como el asombro no parece un simple ajuste, sino una mutilación existencial. Sí, dije “amputación”, porque al igual que el sistema inmunitario se debilita por la falta de exposición a patógenos, la psique se empobrece cuando no se le permite confrontar lo desconocido, lo inefable. La pérdida del asombro es, en última instancia, una pérdida de potencialidad, un cierre prematuro de los horizontes de la curiosidad y de la creatividad que solían definirnos como seres humanos.

Reintegrar el valor de la lentitud y la contemplación en un mundo que celebra la velocidad es un desafío que va más allá de la disciplina individual. Se trata de un proyecto cultural que debe resistir la lógica de la hiperproductividad. Necesariamente, ello implica crear espacios de silencio y de vacío- físicos y mentales- donde la mente pueda vagar sin un propósito netamente utilitario. La contemplación, a diferencia del consumo, no busca un fin, porque su recompensa es el acto mismo de mirar. La lucha por el asombro es, en este sentido, una batalla por la soberanía de nuestra atención y por la autonomía de nuestra conciencia frente a las demandas del mercado y del algoritmo.

Aunque la tecnología ha sido señalada como la principal causa de esta atrofia, es crucial discernir su papel. Un martillo no es, en sí mismo, bueno ni malo; su bondad o maldad depende de la mano que lo use. La tecnología, de manera similar, no es intrínsecamente un destructor de las maravillas de la vida. Podría, por el contrario, ofrecer una nueva fuente de asombro. Un programador que se maravilla ante la elegancia de un algoritmo o un científico de datos que contempla patrones ocultos en la inmensidad de la información experimentan una forma de asombro ante la complejidad y la interconexión. Este asombro no es el de la naturaleza primigenia, sino el de la inteligencia humana y la estructura del conocimiento que hemos creado. Es un asombro sintético, pero no por ello menos profundo.

Finalmente, queridos lectores, en un mundo saturado de simulacros y réplicas, la pregunta se torna aún más crucial: ¿el asombro reside en el objeto o en el sujeto? La verdadera maravilla, como sugiere la fenomenología, no es algo que se encuentra “ahí fuera”, sino una actitud que se cultiva “aquí dentro”. El asombro genuino no depende de lo extraordinario del mundo, sino de la capacidad de nuestra mirada de revelar la extrañeza en lo cotidiano. Es la capacidad de ver la complejidad del patrón de una hoja, de escuchar la narrativa del silencio de una habitación o de sentir la gravedad en la simple caída de una gota de agua. El re-encantamiento del mundo no es una promesa que la tecnología o el progreso puedan darnos a precios módicos, sino que se trata de un acto de voluntad filosófica, un retorno a nosotros mismos a través de una mirada- sin cataratas- de la realidad.

Referencias bibliográficas

Platón. Teeteto. 155d.
Aristóteles. Metafísica. Libro I, Capítulo 2, 982b12-13.
Schopenhauer, Arthur. El mundo como voluntad y representación. Libro I, Capítulo 1.
Jung, Carl Gustav. El hombre y sus símbolos. Editorial Paidós, 1964, p. 256.
Han, Byung-Chul. La sociedad del cansancio. Herder Editorial, 2012, p. 25.
Husserl, Edmund. Meditaciones cartesianas. Fondo de Cultura Económica, 2013, p. 19.

Lisandro Prieto Femenía.
Docente. Escritor. Filósofo  
San Juan - Argentina 

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DOCTOR CÉSAR NAPA SÁNCHEZ ASUME LA DIRECCIÓN DE LA RED ASISTENCIAL PASCO DE ESSALUD

En su presentación, destacó la importancia de optimizar los servicios, fortalecer al personal de salud y garantizar una atención oportuna y humanizada.

Con el compromiso de fortalecer la gestión pública en salud y mejorar la calidad del servicio a los asegurados, el Dr. César Martín Napa Sánchez asumió oficialmente la dirección de la Red Asistencial Pasco de EsSalud; el flamante directivo asumió el cargo, destacando su compromiso con la modernización de los servicios de salud, la eficiencia en la gestión institucional y la atención humanizada a los asegurados.
Con participación de funcionarios y personal de la red, el nuevo titular de EsSalud Pasco, socializó esta mañana los lineamientos generales de su plan de trabajo institucional, enfocado en fortalecer la atención oportuna, la gestión eficiente de los recursos y el bienestar del personal de salud.

Cesar Napa destacó que su gestión se alineará con la misión y visión institucional de EsSalud, priorizando el mejoramiento continuo de los servicios asistenciales, la modernización de procesos administrativos, y la implementación de estrategias para optimizar la referencia y contrarreferencia de pacientes en coordinación con las redes vecinas.
Asimismo, remarcó la importancia de impulsar el trabajo articulado entre los hospitales, centros de salud y áreas administrativas, promoviendo la cultura de servicio, la empatía con los asegurados y el uso responsable de los recursos institucionales. “Nuestra gestión estará orientada al fortalecimiento del sistema de salud en beneficio directo de los asegurados pasqueños”, expresó.

El acto protocolar reafirmó el compromiso de EsSalud Pasco con los objetivos estratégicos del Mapa Institucional de Gestión 2025, orientado a garantizar una atención humanizada, eficiente y de calidad.

Dato:
La designación fue formalizada mediante la Resolución de Presidencia Ejecutiva N.º 1143-PE-ESSALUD-2025, firmada por el Presidente Ejecutivo de EsSalud, Dr. Segundo Cecilio Acho Mego, y se encuentra registrada en el portal institucional del Seguro Social de Salud.

DR. CÉSAR NAPA SÁNCHEZ ES DESIGNADO NUEVO DIRECTOR DE LA RED ASISTENCIAL PASCO DE ESSALUD

El Dr. César Napa Sánchez fue designado como nuevo director de la Red Asistencial Pasco de EsSalud, según se conoció extraoficialmente.

Se supo que en las próximas horas EsSalud formalizará la designación mediante resolución oficial.

Con esta designación, se espera dar continuidad a las labores administrativas y asistenciales en los diferentes centros de salud que conforman la red en la región Pasco.

ESTUDIANTES DE OXAPAMPA DENUNCIAN IRREGULARIDADES EN CÉDULA ELECTORAL UNIVERSITARIA

Estudiantes de la sede de Oxapampa denunciaron falta de información en la cédula de votación utilizada en las elecciones de representantes estudiantiles de la Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión.

Según señalaron, en la cédula se omitieron nombres de los partidos y otros datos importantes, lo que —afirman— genera confusión y podría afectar la transparencia del proceso electoral.

Los estudiantes pidieron a las autoridades universitarias aclarar la situación y garantizar la transparencia en el desarrollo de las elecciones en todas las sedes.

EVITA SUPLANTACIONES Y FRAUDES: VERIFICA CUÁNTAS LÍNEAS MÓVILES ESTÁN REGISTRADAS A TU NOMBRE

Para aumentar tu seguridad, el OSIPTEL pone a disposición la herramienta web Checa tus líneas (https://checatuslineas.osiptel.gob.pe). Si descubres líneas que no contrataste, debes presentar un reclamo ante la empresa.

El Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (OSIPTEL) informó a la ciudadanía que pueden usar la herramienta digital Checa tus líneas, para verificar de manera sencilla cuántas líneas móviles están registradas bajo su nombre y evitar la suplantación de identidad.

Para utilizar la herramienta, los usuarios deben entrar al sitio web (https://checatuslineas.osiptel.gob.pe), seleccionar el tipo de documento con el que desean hacer la consulta (DNI, carné de extranjería, pasaporte, RUC, entre otros) e ingresar el número que corresponda.

Tras hacer un clic en “Consultar”, mostrará tres columnas: la modalidad de contrato (prepago, pospago o control), los números móviles a nombre del usuario (con los últimos cuatro dígitos ocultos) y el nombre de la operadora.

Si el usuario detecta líneas móviles que no reconoce, puede presentar un reclamo por contratación no solicitada a la empresa a través de sus canales de atención establecidos por la operadora (teléfono, página web o de forma presencial). La empresa operadora tiene un plazo de 20 días hábiles para responder y deberá notificar al usuario dentro de los 5 días hábiles siguientes, según lo haya solicitado al momento de reclamar, a su correo electrónico o a la dirección física.

Además, la plataforma de Checa tus líneas, cuenta con un formulario en el cual el usuario puede reportar los inconvenientes que tiene con las líneas que figuran registradas a su nombre. El OSIPTEL recibirá la información y orientará al ciudadano sobre los pasos a seguir para resolver la situación.

En caso desee hacer alguna consulta o presente un problema con la prestación de sus servicios de telefonía fija o móvil, TV cable o internet, puede llamar al OSIPTEL través de su FonoAyuda 1844 gratuito, o escribir al correo electrónico usuarios@osiptel.gob.pe. También tiene la opción de acudir a sus oficinas desplegadas en distintos puntos de los departamentos y algunos distritos de Lima y Callao.

DETIENEN A CONDUCTOR DE CAMIÓN EN CONFUSO INCIDENTE DENTRO DE CONCESIÓN MINERA EN TICLACAYÁN

Un conductor de camión fue detenido tras un confuso incidente ocurrido dentro de una concesión minera ubicada en el distrito de Ticlacayán, región Pasco. Según la denuncia sustraía mineral.

El general PNP Eloy Lara Bendezú, jefe de la DIRTEPOL Pasco, informó que el operativo se realizó en apoyo a efectivos policiales de la Región Huánuco.

Durante el interrogatorio, el conductor manifestó que fue contratado por un alférez PNP de la comisaría de San Rafael, y que su única labor era mostrarle la ruta hacia Ticlacayán.

Las autoridades vienen realizando las investigaciones para esclarecer las circunstancias del caso y determinar responsabilidades.

DONDE LA LEY SE AUSENTA, LA SOBERANÍA SE DESVANECE- LISANDRO PRIETO FEMENÍA

"Donde la ley se ausenta, la vida cae en la mera supervivencia; la soberanía que no protege se convierte en pura coacción."
Giorgio Agamben

La reciente masacre en las favelas de Río de Janeiro, un fenómeno crónico de violencia que ha marcado récords de letalidad en la última década- ilustrado por operativos recientes que han dejado más de sesenta muertos en dos favelas, o la Operación de Jacarezinho en 2021 con 28 fallecidos-, y en un contexto donde la ciudad registró aproximadamente 758 muertes por disparos en enfrentamientos armados sólo en el año 2024, debe interpretarse, no como un hecho criminal aislado, sino como un síntoma revelador de una falla política estructural. El problema central es el repliegue intencional del Estado de territorios enteros y la subsecuente colonización de esos vacíos por mafias ligadas al narcotráfico que dispensan “orden” cuando la institucionalidad lo deniega.

Que quede claro, no es sólo la violencia homicida lo que exige una explicación profunda, sino la lógica mediante la cual vastas porciones de la ciudad se convierten en espacios de excepción donde la ley ordinaria se suspende, y donde la autoridad estatal reaparece en estos sitios de manera intermitente y desbocada en episodios de fuerza extrema que no se pueden naturalizar.

Podemos comenzar el análisis revisando la tradición del contrato social. Thomas Hobbes nos recuerda que el pacto político funda su derecho a existir en la capacidad del soberano para garantizar la seguridad. Si el Leviatán claudica en esta tarea, el contrato político se resquebraja: el habitante de la favela vive en una geografía donde este pacto ha sido sistemáticamente ignorado. Hobbes lo articula sin ambages en su majestuosa obra “El Leviatán” al expresar que “la obligación de los súbditos con respecto al soberano se comprende que no ha de durar ni más ni menos de lo que dure el poder mediante el cual tiene la capacidad para protegerlos”.

Por su parte, Max Weber acuñó el criterio definitorio del Estado moderno, mediante la figura del monopolio de la fuerza legítima. La constatación de que los grupos armados ejercen control territorial y funciones administrativas revela una corrosión tangible de esta condición. Sin embargo, la invocación de este monopolio perdido es insuficiente, en tanto que debemos interrogar la forma concreta en que el poder se reproduce: la favela no es un vacío legal, sino un tejido completo de necesidades insatisfechas y humillaciones cotidianas.

Para entender la experiencia producida por la alternancia de abandono y tragedia, Giorgio Agamben ofrece un concepto clave: el “estado de excepción”. En estos espacios, la norma es suspendida, y la vida queda expuesta a la gestión directa del riesgo, despojada de protecciones constitucionales. La práctica consistente en ingresar por arranques de violencia masiva- operativos concebidos como actos de soberanía que suspenden las garantías- transforma a la población en lo que Agamben denominaría “nuda vida”, es decir, existencias cuya administración se realiza sin mediaciones jurídicas protectoras. El precitado autor profundiza la tesis en “Estado de excepción” indicando que “El estado de excepción no es, por consiguiente, el dictatus de un tirano que actúa contra el derecho, sino un espacio anómico en el que la ley se suspende, permaneciendo sin embargo válida, y el soberano tiene la posibilidad de disponer de ella de múltiples formas”.

La consecuencia de esta brutalidad es, paradójicamente, una demostración de fuerza y una profunda erosión de legitimidad. La fuerza bruta no restituye la autoridad moral y política que el Estado precisa para gobernar, sino que la aniquila. En otras palabras: el mismo Estado que liberó esos territorios para las mafias, por lucrar con ellas, luego actúa de matón contra sus socios retobados. Hannah Arendt lo clarifica al diferenciar el poder de la violencia: el primero emana del consentimiento colectivo, mientras que la segunda es simple instrumentalidad que corroe la posibilidad de una comunidad política. En “Sobre la violencia”, Arendt sostiene que “el poder y la violencia son opuestos; donde uno domina absolutamente, el otro está ausente. La violencia se presenta porque el poder está en peligro, pero dejada a sus propios medios termina por hacer desaparecer al poder”.

Esta violencia estatal, si bien legalmente legítima, es moralmente insostenible. Immanuel Kant obliga a considerar a cada persona como un fin en sí misma. Diseminar cuerpos en plazas y tratarlos como evidencia del control militar es una afrenta salvaje a la dignidad humana que disuelve los fundamentos éticos del actuar estatal. Por su parte, Michel Foucault desplaza la discusión hacia las técnicas de gobierno. La gestión securitaria de las favelas funciona como un dispositivo de biopoder que produce poblaciones administradas por exclusión. No basta con señalar abusos puntuales; es imperativo atender a los dispositivos sociales y administrativos que toleran la precariedad, romantizan la pobreza y, con ello, legitiman soluciones extralegales.

En este sentido, la presencia del narcotráfico no es la criminalidad pura, sino la forma de gubernamentalidad paralela que provee seguridad, empleo y orden simbólico donde el Estado intencionalmente no lo hace. Sobre este aspecto en particular, es interesante el aporte que hacen Loïc Wacquant y Philippe Bourgois, quienes han evidenciado cómo la desposesión urbana crea economías morales alternativas. En su obra “In search of respect”, Bourgois ilustra esta tesis indicando que “la segregación racializada en los mercados laborales y de la vivienda crea una ‘economía del respeto’ alternativa en la que el comercio ilegal de drogas y la violencia son formas funcionales para la supervivencia, la movilidad ascendente y la construcción de un sentido de dignidad”.

Queda claro que una política que aspire a reducir la violencia no puede limitarse a la represión, sino que debe reconstruir capacidades y restituir derechos. En este sentido, John Rawls y Amartya Sen ofrecen recursos normativos para pensar la reparación propuesta: Rawls, en “Una teoría de justicia”, exige que las instituciones se estructuren para beneficiar a los más desfavorecidos: “La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, así como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento”. Asimismo, Sen argumenta que la privación de capacidades- salud, educación, seguridad y empleo- convierte a comunidades enteras en terreno fértil para soluciones ilegales. 

La perspectiva precedentemente explicitada se refuerza con el aporte de Martha Nussbaum, quien plantea que la justicia implica promover las capacidades que hacen posible la vida plena y la ciudadanía efectiva: “Una política fundamental de la justicia es garantizar que todos los ciudadanos tengan un umbral mínimo de capacidades humanas básicas para elegir una vida verdaderamente humana, y no sólo una mera supervivencia”. En definitiva, queridos lectores, la restauración de la confianza y de la legitimidad requiere que la acción estatal se replantee desde el principio la dignidad, transformando su presencia de amenaza a “promesa de reconocimiento y oportunidades para los histórica e intencionalmente excluidos".

La reflexión que hemos ofrecido sobre la masacre vivenciada en casi todos los medios de comunicación nos obliga a confrontar la paradoja fundacional de la soberanía. Si la acción estatal se reduce a la fuerza bruta, ¿no está el Estado incurriendo en un acto de autodestrucción política? El soberano, al manifestarse únicamente a través de la coacción desmedida, aniquila la legitimidad moral que necesita para gobernar.

En este último sentido, Arendt nos advirtió que “la violencia no se presenta donde el poder está en peligro, pero dejada a sus propios medios termina por hacer desaparecer al poder”. Ante esto, ¿podemos concebir, entonces, la intervención militarizada como una trágica confesión de la bancarrota política, un grito ensordecedor de un Leviatán que ha roto el pacto hobbesiano, pero que al hacerlo, se desgarra a sí mismo? La restitución de la autoridad, en estos términos, nunca puede ser un ejercicio de fuerza, sino un acto de fe en la justicia.

Esta cuestión se profundiza aún más al considerar el despliegue del biopoder foucaultiano. La ausencia de inversión sostenida en derechos básicos, sumada a la presencia intermitente y letal de la fuerza represiva, no puede interpretarse como una simple insuficiencia burocrática. Al contrario, exige preguntar si este patrón de abandono y castigo no constituye, de hecho, una técnica de gobierno perversamente efectiva. La privación de asfalto, hospitales, comisarías, escuelas y servicios esenciales, como nos han recordado Sen y Nussbaum, convierte a las comunidades “marginales” en el terreno ideal para la promoción de negocios ilegales en los cuales todos los estamentos del Estado están rascando de la lata.  Al tolerar el abandono y luego ametrallar sus inevitables secuelas, ¿el Estado no está administrando adrede poblaciones por exclusión, haciendo de la “nuda vida” la condición “normal” de la existencia marginal? La justicia, vista desde el prima del sentido común, debería interpelarnos: ¿la inversión masiva en seguridad represiva, sin inversión paralela en el florecimiento humano, no es una forma sofisticada de biopoder que gestiona la desigualdad como negocio, en lugar de erradicarla?

Finalmente, estimados lectores, la masacre vivenciada hace unas horas en territorio brasilero nos confronta con la ética de la reparación. La geolocalización de la favela es la del estado de excepción normalizado. Tras la ruptura flagrante del contrato social que esta violencia representa, ¿qué forma de justicia puede imponerse? Rawls nos aconseja estructurar las instituciones para el beneficio de los menos favorecidos. El Estado que ha fallado en proteger debe asumir un imperativo ético de restitución.

¿Bastan la investigación rigurosa, las sanciones y la inversión en servicios, o se requiere de un acto político de reconocimiento radical de la dignidad ultrajada a cambio de dinero sangriento? La interpelación final que les propongo se dirige a la conciencia cívica: si el Estado se niega a limitar su capacidad para convertir la excepción en norma y persiste en gobernar para para algunos acomodados, ¿quién o qué puede obligarle a rearticular su presencia como una promesa de justicia para todos por igual?

Referencias Bibliográficas (APA 7)

Agamben, G. (2005). Estado de excepción. Adriana Hidalgo Editora.
Arendt, H. (1970). On Violence. Harcourt.
Bourgois, P. (2003). In Search of Respect: Selling Crack in El Barrio. Cambridge University Press.
Foucault, M. (1976). Vigilar y castigar. Siglo XXI / FCE.
Hobbes, T. (1651/2018). Leviatán.
Kant, I. (1785/1998). Fundamentación de la metafísica de las costumbres.
Nussbaum, M. (2011). Creating Capabilities. Harvard University Press.
Rawls, J. (1971). A Theory of Justice. Harvard University Press.
Sen, A. (1999). Development as Freedom. Oxford University Press.
Walzer, M. (1977). Just and Unjust Wars. Basic Books.
Wacquant, L. (2008). Urban Outcasts. Polity Press.

Lisandro Prieto Femenía.
Docente. Escritor. Filósofo  
San Juan - Argentina 

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