Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. En filosofía
Dejamos mayo, han sido días de escombros en la autoestima social del hombre y mujer cerro pasqueño, abandonamos un mes de fiestas de cohetes de tres tiempos y de gestiones frustradas, dejamos mayo sin mucho bombo positivo que replicar, más al contrario muchas verdades que desviar.
Este mayo que dimitimos ha sido mes de reencuentros con nuestras deplorables realidades, nos hemos saludado nuevamente con el naufragio de nuestros proyectos más necesitados y hemos discutido en vano las proyecciones de nuestro devenir.
Los grandes temas concernientes a nuestro progreso como Cerro de Pasco han sido una vez más estancados, confirmando de nuevo que somos tierra de lamentos por la “leche perdida”, rancho de sufrimientos estoicos con serenata de resignación, tan habitual , tan rutinario, y por veces irrespirable.
Las buenas noticias son poquísimas y las negativas abundan y nos golpean la poca esperanza, y la cuota de optimismo siente desfallecer al ver que se pudo haber hecho más y se logró menos, y a pesar de que se sembró, no se cultivó y la cosecha salió liquidada antes de tiempo y saldada antes de girar el cheque.
¿Qué nos ha pasado como sociedad que nos haga sonreír en este mes que ya se va?, sin duda alguna las mayordomías de la fiesta de las cruces, estas a su paso nos han brindado aparte de la cerveza o el aguardiente, ese orgullo de que en cultura e identidad dejamos de ser nada sino ya trascendemos en varias aristas, otra noticia trascendente es saber que la Casa de piedra es patrimonio cultural y que el Estado reconoce a esta infraestructura como testigo inmutable de nuestra historia que vincula sociedad y minería.
¿Qué nos ha sucedido para pasarla mal en mayo?, el atoro administrativo y paralización del proyecto integral del agua, sumado a no saber nuestro destino como ciudad más el asunto de que el penal de Cochamarca libera preocupaciones urbanas, y de remate de nuevo el mal olor de la laguna de patarcocha; todos estos son atenuantes para conformar un cuadro gris de mayo y tildarlo como un mes apático.
¿Quiénes son los culpables de nuestra magra gestión y administración? : ¿Los gobernantes?, ¿los gobernados?, en fin después del partido perdido solo queda queja, lamento y gimo.
Suena a estoicismo estas depresiones, resuena a escombros de optimismo el insano habito de ser y tener esperanza, ¿y la sombra del progreso continuo?, ¿el afán positivo de mejorar poco a poco nuestra condición?, solo hay silencio de respuesta.
¿Todo esto que nos traerá? , ¿Tanta frustración que generara?, ¿tanto infortunio que forjara?, ¿tanto gris que pintara?
¿Los tambores de la revelación tronaran?, ¿surgirá el grito clasista y combativo?, ¿se hará acción la llama verbal de “sin luchas no hay victorias”? o solo reinara la resignación de aceptar el destino premeditado, se impondrá el silencio de la cavilación que no sabe que es lo que sucede o quizá gane como siempre la apatía y el osco de nuestra flexible actitud frente a los problemas latentes y urgentes que requieren solucionarse.
Foto de Herminio Trinidad Atencio (Facebook) Zapatero Machay Tupac Amaru Cerro de Pasco