Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. En filosofía
Había tres árboles en la inmensidad del bosque, cada uno con sus sueños, su visión de futuro, su proyecto de vida; claro, taxativo y definido.
El primer árbol quería ser mueble, un mueble que sea cómodo, especial y útil , el segundo árbol visionaba ser un gran barco, navegar por los puertos del mundo y ser admirado y recordado como una embarcación muy importante, el tercer árbol deseaba que nunca fuese arrancado del suelo sino seguir plantado allí y ¡crecer!, ¡crecer! hasta llegar al cielo.
Paso el tiempo y vinieron los leñadores al bosque, derribaron al primer árbol que quería ser mueble, pero llegado a la carpintería el ebanista desecho la madera, esta madera fue a parar al final al establo, y un día llego una pareja a alojarse en ese establo, la mujer estaba por dar a luz y el esposo que era carpintero hizo de esa leña del árbol despreciado una bonita cuna o llamado también pesebre, y nació un bebe cuyos padres lo llamaron Emmanuel.
Luego los leñadores derribaron al segundo árbol que quería ser un gran barco y con su leña de este árbol hicieron un bote que había mandado hacer un tal Pedro, fue un bote y servía como embarcación de pesca, un día llego alguien y le pidió al dueño su bote para hablar a la gente y tenía por nombre Jesús.
Después los leñadores derribaron al tercer árbol que no quería ser cortado, pero lo aserraron, lo llevaron a la carpintería, por ser su madera dura y pesada, estubo botado allí, hasta que llegaron unos soldados y le ordenaron al carpintero construir una cruz de esa madera dura y pesada, el carpintero hizo de la madera de ese árbol la cruz donde crucificaron a un tal llamado Jesucristo.
Los tres arboles cumplieron su misión, el primero que quería ser mueble , no fue un mueble costoso , pero llego a ser un mueble especial por ser la cuna de alguien trascendente ; el segundo no habrá sido un barco grande pero llego a ser bote y un bote recordado hasta hoy porque ayudo a alguien en su misión, el tercer árbol que nunca quería ser cortado sino crecer y crecer, llego al cielo adonde quería, porque de su madera se hizo la cruz donde crucificaron a Cristo, los tres arboles cumplieron su misión.
¿Cuál es tu misión en esta vida?, ¿porque estás aquí? ¿Ya lo sabes?, en estos días de semana santa es un espacio para replantear tu existencia y buscar la respuesta al: ¿qué hago?, ¿que soy? , ¿Adónde voy?, ¡sin misión no hay sentido!, ¡sin meta no hay motivación!, ¡sin objetivo no existe razón de ser!, ya decía el Rabí, el Maestro, “pide y se os dará, busca y hallareis, llama y se te escuchara.”