48 empresas prestadores tienen S/ 185,8 millones de reservas para la gestión de riesgos de desastres.
El verano de 2017, la presencia del Fenómeno de El Niño costero provocó la interrupción de los servicios de agua potable a la población, durante días e incluso semanas. Esto debido a los huaicos, la crecida de los ríos e inundaciones, que afectaron los sistemas de agua potable y obligaron la paralización de la producción de agua potable, tanto por los daños ocasionados a la infraestructura, como por la alteración de la calidad del agua, que dificultó su tratamiento.
Ante el corte de los servicios de agua potable y alcantarillado, desencadenados por la ocurrencia de fenómenos naturales, y las condiciones de vulnerabilidad de los sistemas de saneamiento, las 50 empresas prestadoras (EP) tiene la obligación de activar sus planes de contingencia para abastecer a la población de agua potable, a través de camiones cisterna u otros medios alternativos; así como, comunicar cuándo se repondrá el servicio.
Por otro lado, si el fenómeno natural provoca una emergencia, como un aniego de agua potable o desagüe, la empresa debe hacer la limpieza y desinfección de la zona afectada. Sunass, como regulador de los servicios de saneamiento, fiscaliza que las EPS cumplan con sus obligaciones.
Fondos para la gestión de riesgos de desastres
La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) incluyó en los estudios tarifarios de 48 de las 50 empresas prestadoras, la conformación de reservas para la Gestión del Riesgo de Desastres (GRD) y Adaptación al Cambio Climático (ACC), que les permitan reducir los riesgos, prepararse y responder ante emergencias o desastres.
A través de la tarifa, las empresas recaudarán, más de S/ 185,8 millones para implementar los procesos de la gestión del riesgo de desastres que les permitan reducir los riegos a los que están expuestos los servicios, estar preparados y responder ante las emergencias.
Fernando Chiock, especialista en Gestión de Riesgos y Adaptación al Cambio Climático de la Sunass, precisó que los servicios de saneamiento son de especial importancia para la recuperación de la población luego de un desastre. “En caso de desastres es vital que los servicios de agua potable y alcantarillado se restablezcan en el tiempo más corto. Esto aportará significativamente a la recuperación de la población”, apuntó.
Para esto, es importante que las EPS identifiquen los riesgos para la prestación del servicio desencadenados por huaicos, que los prioricen y ejecuten los fondos de reserva, prioritariamente para la prevención y reducción de riegos.
“Como reguladores, supervisamos que las acciones para la gestión del riesgo de desastres, incluidas en los estudios tarifarios, se ejecuten, de forma que le garanticen a la población un nivel mínimo de calidad o el rápido restablecimiento del servicio ante estas situaciones”, precisó Chiock.
Acotó que las EPS deben contar con un plan de contingencia para actuar en caso de emergencia y para ello, la Sunass les brinda asistencia técnica.
Trabajo multisectorial
Es primordial que las autoridades realicen una gestión del territorio para reducir la exposición a los huaicos. Se debe evitar que la población ocupe áreas de alto riesgo o que se realicen actividades económicas en estas, donde la probabilidad de sufrir daños es muy alta.
Asimismo, se deben implementar sistemas de alerta temprana, elaborar planes de contingencia, sensibilizar y capacitar a las personas expuestas a los huaicos, organizarlas para una rápida respuesta.
“Recordemos que la prevención es una tarea que involucra a las empresas prestadoras, pero también a las entidades nacionales, regionales y locales y, por supuesto, todos los usuarios del servicio de saneamiento y población en general”, puntualizó Chiock.