Luego de culminar la secundaria, muchos jóvenes desean ingresar a una institución de educación superior para estudiar una carrera y convertirse en profesionales, y realizar su proyecto de vida. En este proceso, el primer gran reto que deben superar es rendir el examen de admisión de la universidad o instituto de su interés.
Al respecto, Andrea Palacios Silva, estudiante de la carrera de Ingeniería Mecánica en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), destaca que es vital la disciplina para rendir una buena prueba. Por su parte, Jean Lou Castro Cárdenas, estudiante de la carrera de Negocios Internacionales en la Universidad del Pacífico, explica que lo importante es la planificación.
Investiga. Si ya definiste la institución de educación superior dónde postularás y la carrera que estudiarás, debes conocer en qué consiste el examen de admisión que rendirás. Para ello, busca pruebas pasadas y verifica la cantidad de preguntas y los principales cursos o temas que vendrán y cuántos puntos valen cada uno.
Elabora un horario. Para que no te satures con tanta información, establece un horario real que te ayude a organizarte. No es recomendable estudiar un curso muchas horas o gran parte del día, porque te cansarás y no cumplirás los objetivos que te has planteado.
Ponle atención a los “cursos difíciles”. Identifica qué materias son más complicadas de aprender y dedica algunas horas en repasarlas. Puedes dividir los temas por días y semanas e ir tachando a medida que vayas avanzando, así será más fácil internalizar los conocimientos.
Aplica tu propio método de estudio. Cada persona tiene una manera diferente de aprender. A unos les resulta elaborar esquemas, mapas conceptuales o resúmenes y a otros les va mejor escuchando audios, viendo ejemplos en YouTube o estudiando en grupo de manera virtual.
Duerme bien. Por cumplir tu meta, a veces puedes dormir muy pocas horas, pero ello te puede ocasionar problemas de concentración y cansancio durante el día, lo que generará un efecto contrario al que deseas. Entonces, lo recomendable es dormir ocho horas en promedio para que el cuerpo y la mente descansen.
Busca espacios de relajo. Para que tu mente se despeje, después de unos cuarenta minutos o una hora de estudio, trata de distraerte unos diez minutos. Por ejemplo, puedes jugar con tu mascota, estirar tus brazos y piernas o ir por un vaso de agua a la cocina.
Aliméntate sano. Una de las claves para que aprendas mejor es comer sanamente a tus horas y, aunque estudies largas jornadas, no obvies los desayunos, los almuerzos y las cenas y respeta el horario de cada uno, de lo contrario podrías tener problemas de salud.
No te satures de información los días previos al examen. Cuando falten pocos días para el examen de admisión, no trates de estudiar todos los cursos a la vez o hacerlo horas antes de la prueba porque te estresarás. Es mejor relajarte y distraer la mente en otras actividades.
Mantén la calma. El día del examen recuerda llevar solo los materiales permitidos. Si es virtual revisa con tiempo tu conexión a internet y que tengas acceso al sistema. Cuando se inicie la prueba, inhala profundo con calma y deja ir el aire; luego concéntrate al máximo.
