Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. en filosofía
Es frustrante que aun hasta ahora, ya pasado 10 días de asumir el poder político, sea en la región, provincias y distritos, aun no se haya designado a todo el personal de gerentes, directores, jefes, etc. al 100 %.
Eso es señal de ineptitud, y más es esta en el caso de los gobiernos provinciales y distritales que tuvieron suficiente tiempo para pensar, reflexionar y decidir quiénes serán sus cuadros técnicos, pero hasta hoy hay solo “encargados”, “de paso”, “cuidadores”, ¿Qué pasa?
Y justamente son cargos estratégicos los que les falta designar, será que ¿tienen dudas de quien sea su cómplice en las malas artes de gobernar?, ¿será que sisar requiere no designar gente eficiente sino más leal y de confianza absoluta? .
Esto me hacer acordar a una historia corta pero de lecciones grandes cuando alguna autoridad busca designar gente de confianza y de obediencia vertical.
“Había un alcalde que buscaba un contador, uno de confianza, hábil, y pendejo; y mando a concurso para que alguien con perfil a sus intereses cubra ese puesto, lógico se presentaron varios; y uno en uno pasó la entrevista personal, al primero le pregunto ¿Cuánto es uno más uno? Y este respondió: dos señor alcalde; el alcalde agradeció su participación, paso el segundo y le hizo la misma pregunta, ¿Cuánto es uno más uno? Y este también respondió honestamente: dos señor alcalde, el alcalde agradeció su participación, luego paso un tercer postulante, al cual le realizo la misma pregunta, ¿Cuánto es uno más uno?, este le dijo, “ lo que usted diga señor alcalde.”
Hoy las autoridades buscan personas como el tercer postulante, no correctas, no éticas, no honestas, no sinceras; sino ilícitos, infectos, extraviados y ladinos; sino ¿Cómo ha de sostenerse la devolución de la inversión hecha en campaña?, ¿de donde saldrá para pagar las cuentas pendientes?, y ¿de dónde financiaremos el siguiente objetivo político del 2018?; pues de la gente que será funcionario de confianza que pueda decir que uno más uno no es dos sino otra cantidad, que el clavo valga no 0.20 céntimos sino 0.50, que el cemento no valga 23.00 soles sino 30.00 soles; que el coffre break cueste 5 soles cada uno y no 2.50 como debe ser.
Eso del “concurso público” o presentación de “curriculum vitae” para designar a los más competentes es una masturbación administrativa, es un trámite predestinado, una leyenda que tiene realidad y mentira.
Todo está orquestado a favor de los que ganan, así es la post batalla electoral, los que pierden se van de la chamba, los que ganan se pelean por la chamba, y no siempre los designados son los correctos, sino los pendejos que “la saben hacer”, ser ético en gestión pública es ser idiota, porque mientras “unos trabajaron la lana, otros se llevan el cargo y la fama”.