EL ALCOHOLISMO Y LA PERSECUCIÓN

El alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva y a menudo mortal; es un trastorno primario y no un síntoma de otras enfermedades o problemas emocionales. El alcoholismo parece ser producido por la combinación de diversos factores fisiológicos, psicológicos y genéticos. Se caracteriza por una dependencia emocional y a veces orgánica del alcohol, y produce un daño cerebral progresivo y finalmente la muerte.


El alcoholismo, a diferencia del simple consumo excesivo o irresponsable de alcohol, ha sido considerado en el pasado un síntoma de estrés social o psicológico, o un comportamiento aprendido e inadaptado. El alcoholismo ha pasado a ser definido recientemente, y quizá de forma más acertada, como una enfermedad compleja en sí, con todas sus consecuencias. Se desarrolla a lo largo de años. Los primeros síntomas, muy sutiles, incluyen la preocupación por la disponibilidad de alcohol, lo que influye poderosamente en la elección por parte del enfermo de sus amistades o actividades

Cada sociedad fija patrones para el varón y la mujer, cuando estos son inadecuados o injustos, deben ser modificadas mediante la educación.

Entre las características cognoscitivas del adolescente busca un lugar en el marco social adulto, por ello tiende a participar en las ideas ideológicas de un grupo mayor que lo motiva a un aprendizaje cognoscitivo, obteniendo mayor conocimiento y que aprenderá a diferenciar entre lo que le gustaría ser y crearse expectativas. El fracaso en el área intelectual puede generar en el sujeto reacciones emocionales diversas como: ansiedad, tensión, sentimiento de minusvalía, timidez, desajuste a nivel social y agresividad.

La búsqueda de la identidad es un viaje de toda la vida, que empieza con la adolescencia. Como Erickson lo subraya (1950), este esfuerzo de darle sentido a si mismo al mundo no es "una especie de maduración de un malestar". Es, en su lugar, los conflictos en esta lucha estimula el crecimiento y el desarrollo personal.

Los aspectos emocionales, en el adolescente, sufren cambios; de tal manera que las emociones como estado psíquico tienen sus características positivas y negativas. Entre las positivas se destacan las emociones que constituyen fuente de motivación como, el miedo, la ira, el amor, la curiosidad, etc. estas características positivas impulsan al individuo a la acción. La emoción puede constituirse en una fuente de esfuerzo constructivo. Las emociones negativas o nocivas de la tensión emocional son las pesadillas, insomnios, dolores de cabeza, pérdida de apetito, trastornos digestivos, pérdida de peso y de energías, decaimiento, inconstancia en las relaciones, son efectos de la tensión emocional. Uno de los efectos más grandes de las emociones es que la repetición constante se convierte en hábito. Por ello al adolescente se le debe orientar para que logre un dominio de la emociones, a fin de satisfacer las exigencias sociales y eliminar los efectos perjudiciales de las emociones, sobre las conductas, actitudes y bienestar en general.

Fiorella Porras Portillo
Psicóloga