TRABAJO INFANTIL

Al margen de qué tan visible sea el trabajo infantil para el gobierno o la población, o qué tanto se considera que es un fenómeno en expansión, en general la población peruana tiene bajos niveles de tolerancia frente al hecho de que niños tengan que trabajar para obtener ingresos que mejoren la economía del hogar. En un artículo que tuve la oportunidad de leer se publicó una encuesta que elaboró una escala de tolerancia al trabajo infantil y se encontró que poco más del 65% de los entrevistados se encontraba en los niveles de nula o baja tolerancia. Asimismo, al evaluar la opinión acerca de las consecuencias o efectos que la población le atribuye al trabajo infantil en los niños, el 70% de los entrevistados percibe efectos, básicamente, negativos. Por ello, la edad que los entrevistados consideran apropiada para que alguien empiece a trabajar es de 16 años, en promedio. Es decir, dos años más que la edad mínima de admisión al empleo fijada en el Perú. A pesar de que la opinión general es que el trabajo infantil es fundamentalmente negativo para los niños, existe también la idea de que se trata de un fenómeno inevitable por la precaria situación económica que atraviesan muchas familias, lo que supone que todos sus miembros, incluyendo a los niños, deben contribuir a mejorarla. Así, el 60% de los entrevistados indica que la principal razón por la cual los niños tienen que trabajar es porque tienen que ayudar económicamente a sus familias. Asimismo, el 41% encuentra justificable que un menor de 14 años trabaje cuando los padres no ganan lo suficiente para cubrir los gastos de la familia. Cuando se pregunta a los entrevistados si creen que existiría alguna situación que justifique que sus propios hijos menores (reales o hipotéticos) trabajen, solo un 29% responde que no habría circunstancia alguna que lo justifique.

El Gobierno Peruano creo el consejo Nacional de Trabajo Infantil el cual se dedica a erradicar el trabajo infantil: Sacar de las calles a muchos niños que a diario se les ve ofreciendo dulces u otros productos, recomendando a las personas que no debemos comprarles nada para que no tengan la oportunidad de ganar nada, lo cual sería casual para que se alejen de las calles; Cosa que muchas personas están de acuerdo. Una vez más estamos actuando de una manera que no es la correcta, Lo Ideal sería que se realice un estudio real de cuál es la situación de las familias cuyos hijos de encuentran trabajando en las calles o en otros lugares, Somos conscientes que existen padres que explotan a sus hijos enviándoles a vender golosinas o a pedir propinas a los transeúntes, lo cual debe ser sancionado, pero también en las calles se encuentran niños que asumen el papel de ayudar a sus hermanos menores para lo cual deben trabajar en lo que sea y muchos lo hacen como vendedores en las calles. Conozco de casos en que la madre se encuentra postrada en cama el niño tiene que salir a las calles para conseguir el sustento para él y sus hermanos menores y si a este niño le negamos el derecho de conseguir algo para llevar a su hogar. ¿Cómo se sentiría? el problema no pasa por impedir que un niño busque el sustento económico que apoye para tener algo en la mesa y que decir de aquellos niños que trabajan en el campo inclusive dejando de asistir a los centros de estudios, sino se debe hacer un estudio real para ver qué es lo que lleva a que muchos niños estén en las calles, y conociendo los resultados se tiene que buscar alternativas de solución.

El problema fundamental radica en el poco presupuesto que el estado destina a la educación, al sector salud, a la falta de inversión para crear fuentes de trabajo, darle un valor agregado a nuestra materia prima con esto se generaría mayores divisas y se crearía más trabajo. Esto va a ser difícil si seguimos teniendo políticos los cuales fueron elegidos para emitir normas que generen la creación de empresas que industrialicen nuestra materia prima lo cual sería de mucho beneficio para nuestro país, el estado no puede permitir esa diferencia entre pobreza o carencia y abundancia o riqueza, deben ponerse a trabajar con seriedad y solidaridad para lograr reducir casi a la nada la actual miseria que vive gran parte de nuestra población. Esto no va a ser posible si elegimos congresista que solo se preocupan por sus ingresos, especialmente en fiestas patrias y navidad. No puede ser posible que el estado que es el llamado para velar por el bienestar del ciudadano no haga nada Nadie se preocupa por hacer un estudio de la situación que viven las personas que no tienen un trabajo o de aquellos niños que no tienen al padre a su lado que hacer frente a eso.
Cesar ASCANOA LLIGUA