Por Roberto Carlos Quintana Villavicencio
Lic. En filosofía
Comienzan a conocerse las propuestas electorales rumbo a las elecciones de octubre del 2018 para elegir gobernador regional y alcaldes , la mayoría micciona en las elecciones internas e imponen cual caudillos y cúficos a sus fijos candidatos provinciales y distritales, es que en el Perú así se administra la designación de candidatos en los movimientos políticos regionales y nacionales, ese caudillismo centralista, esa dictadura personalizada en los dueños del partido se da en nuestra primitiva forma de organización partidaria; por eso los partidos y movimientos son barcos de alquiler electoral, uno construye su partido o movimiento político no para largo plazo sino hasta el día de las elecciones; no hay visión a largo plazo sino visión coactada por la usura , la rentabilidad y el utilitarismo de mercado propio de sistemas capitalistas y socialista de este siglo.
Para el gobierno regional las opciones son claras sin Klever en la competencia, la variable dependiente de Meléndez define las hipótesis que los equipos de campaña comienzan a proponer, entre ellas que los candidatos regionales deben estar secundados de buenos candidatos en las tres provincias del departamento, y sin duda de prometedores candidatos a los distritos de mayor población electoral , esto es como el sistema solar : el mayor peso del candidato regional hace gravedad positiva en sus candidatos provinciales y distritales.
Sin embargo hay enfoques irreconciliables entre quienes pretenden el gobierno regional y puedan invitar a buenos candidatos provinciales, allí el resentimiento y el orgullo pesan más que la razón y estas decisiones llevan el barco de campaña al fracaso electoral; si bien es cierto se dice que en política no debe haber colocaciones obtusas y que todo suele pasar pero también hay contextos antagónicos que no pueden juntarse no por aspectos superables sino más por aspavientos tóxicos y viscerales del líder del partido o movimiento regional.
Las casualidades y coincidencias no existen en política, todo es producto de un trabajo y coordinación anterior, en el caso de Víctor Espinoza gana por generar consenso, Félix Rivera gana por aprovechar la oportunidad de la compasión de parte del electorado y darle la oportunidad a los luchadores sociales, Klever gana por invitar a todos al barco y no cerrar filas y Teódulo Quispe gana por ser Teódulo y porque Klever estaba detenido ; ¿porque entrarían dos a la segunda vuelta regional en octubre del 2018?.
Aun es noviembre y a 12 meses del día de las elecciones, que alguien diga que lo está pensando es haberse quedado dormido y será comido en el devenir y la historicidad electoral de la región; ya es momento de salir y hablar claro y decir que quiere y adónde va; ya no es época de expresar estoy pensando, ya no es tiempo de negar lo evidente, es momento de declarar, de apuntar esto quiero y voy; bienvenidos todos a esta contienda electoral, que gane no el mejor, sino el que tenga mucho que mostrar en gestión y administración, el que pueda generar buenos equipos de candidatos provinciales y distritales y pueda contar con sostenimiento financiero técnico y legal para competir, si no tiene estos aspectos cuantitativos y cualitativos tu candidato regional, bailara pero no el centro sino al costado de la escena electoral.
“Amat victoria curam”, la victoria favorece a quienes se preparan.