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“¿QUÉ SENTIDO TIENE ELOGIAR A LOS IMBÉCILES?” - LISANDRO PRIETO FEMENÍA

“El sistema necesita a los tontos más que a los críticos”
Pino Aprile

La reflexión sobre el declive de la inteligencia en la sociedad contemporánea no es un tema novedoso, pero adquiere una urgencia particular cuando se analiza desde la perspectiva de sus causas más fundamentales. Antes de adentrarnos en las provocadoras tesis de Pino Aprile, resulta pertinente trazar un marco conceptual a partir de un análisis que aborda este problema desde dos ángulos interrelacionados: la crianza y la convivencia social. Como he planteado en mis artículos titulados “Ame a sus hijos, no críe imbéciles” y “¿Y si dejamos de ser tolerantes con los imbéciles?, la estupidización es un fenómeno que se gesta tanto en el ámbito íntimo de la familia como en la esfera pública.

En primer lugar, la crianza que prioriza la comodidad y el hedonismo por encima del esfuerzo y la resiliencia mental produce, de manera inadvertida, individuos con un pensamiento atrofiado. A su vez, esta complacencia individual que se ve reforzada por una tolerancia social que, al confundir la cortesía con la indiferencia hacia la mediocridad, legitima la imbecilidad y la convierte en un valor funcional. Los precitados artículos sirven, por lo tanto, como un punto de partida para comprender cómo la imbecilidad ha pasado de ser un defecto a una cualidad premiada, allanando el camino para el análisis particular de la obra de Aprile y otros tantos que vienen advirtiendo, hace siglos, que en materia de inteligencia, estamos yendo hacia atrás.

La inteligencia, esa chispa sagrada que permitió al Homo Sapiens ascender en la escala evolutiva y a dominar casi por completo su entorno, parece hoy, paradójicamente, una carga innecesaria para el intrincado engranaje de la sociedad postmoderna. Hoy los quiero invitar a leer una provocadora tesis de Pino Aprile en su obra titulada Elogio del imbécil nos confronta con una incómoda verdad: la estupidez, lejos de ser un defecto vergonzoso, se ha convertido en una ventaja adaptativa, una cualidad premiada y replicada en la jerarquía social. Esta inversión perversa de los valores no es accidental, sino que forma parte del resultado de un proceso de domesticación intelectual, una suerte de “eutanasia de la razón” consentida.

Aprile, en su análisis, nos advierte que la inteligencia es, por naturaleza, subversiva. Es el motor de la crítica, la duda y la innovación. Un genio, al cuestionar la norma, introduce arena en los engranajes de un sistema que busca uniformidad y eficiencia. En contraste, el estúpido, con su obediencia absoluto y su tendencia natural a la repetición, se erige como el guardián más fiel de las estructuras de poder. Las jerarquías, desde las corporativas hasta las estatales, parecen funcionar mejor y con mayor fluidez cuanto más se nutren de la imbecilidad. Este fenómeno no es sólo una observación sociológica, sino que es, ante todo, una cuestión filosófica fundamental sobre el propósito y el destino de la especie.

Ante esto, podríamos preguntarnos si la cultura, en lugar de ser un catalizador del progreso, se ha transformado en un simple archivo de conocimientos que desincentiva el esfuerzo individual por pensar. Pues bien, Pino Aprile sostiene que “la inteligencia, en las sociedades humanas, es como arena que se introduce en los engranajes: puede obstruir los mecanismos” (Elogio del imbécil, 1997). La disponibilidad masiva de información a través de la tecnología, lejos de fomentar un pensamiento más profundo, está generando una pereza mental sin precedentes. Ya no es necesario comprender, sino sólo replicar. El intelecto, al ser relegado a una función meramente reproductiva, se atrofia, perdiendo su agudeza y su poder creativo.

La verdadera tragedia filosófica reside en la aceptación pasiva de esta clara involución. La humanidad, en la cúspide de su desarrollo tecnológico, ha comenzado a comportarse como una especia que parece haber agotado su función intelectual. Pino Aprile señala, con elocuente ironía, que “podemos perder la inteligencia igual que perdimos la cola. No es una ventaja evolutiva” (Nuevo elogio del imbécil, 2025). Esta frase encapsula la idea de que la inteligencia, que alguna vez fue crucial para la supervivencia, hoy podría ser tan obsoleta como la cola para un homo sapiens. Nuestro autor refuerza esta noción en su obra más reciente, Nuovo elogio dell'imbecille, al argumentar que la inteligencia se ha convertido en una “cualidad superflua” o un “ornamento”, ya que la sociedad ha externalizado el pensamiento y la resolución de problemas en máquinas. Esta regresión intelectual se manifiesta con claridad en la condición de la distracción perpetua, un concepto analizado magistralmente por el filósofo alemán Walter Benjamin (1892-1940).

Recordemos que, en su influyente ensayo titulado La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica (1935), Benjamin argumenta que la modernidad, a través de medios como el cine, reemplazó la recepción contemplativa del arte con una forma de asimilación masiva y superficial. El público, al ser bombardeado por un flujo incesante de imágenes, se halla en un estado de “distracción”(Ablenkung) que, si bien puede tener un potencial político, también erosiona la capacidad de concentrarse y de experimentar la realidad de forma profunda y crítica. Esta condición nos impide el pensamiento profundo y la experiencia auténtica, ya que la atención se fragmenta y la razón se diluye en la fugacidad de lo inmediato.  

Así, la sociedad del espectáculo, con su incesante bombardeo de imágenes y datos superficiales, poda el cerebro del Homo sapiens, haciendo de la estupidez el nuevo ideal adaptativo. Una de las ideas más potentes para comprender esta involución intelectual proviene del filósofo y cineasta francés Guy Debord quien, en su obra seminal La sociedad del espectáculo, argumenta que la vida social ya no se vive de forma directa, sino a través de la “representación”, una colección de imágenes y productos que se interponen entre el individuo y su propia realidad. Para Debord, “el espectáculo no es un conjunto de imágenes, sino una relación social entre las personas, mediada por imágenes” (Debord, G., 1967). En esta sociedad, la experiencia auténtica es reemplazada por la contemplación pasiva. El consumo de imágenes, sean estas publicitarias, mediáticas o digitales, se vuelve el centro de la existencia, y la vida se convierte en una sucesión de momentos separados y desvinculados de un todo significativo. En este contexto, la estupidez no sólo es un subproducto de la distracción, como señalaba previamente Benjamin, sino un requisito funcional. Un individuo que piensa, que cuestiona la autenticidad de las imágenes que consume, es una amenaza para la hegemonía del espectáculo, que se sostiene sobre la pasividad, la obediencia y, en última instancia, la imbecilidad.

A esto se suma el aporte de Gianni Vattimo, quien desde la perspectiva de su “pensamiento débil” (el cual se opone a las filosofías con verdades “fuertes” y “absolutas”), pareciera ofrecer un marco en el cual la estupidez no sólo es tolerada, sino también legitimada como una forma de liberación de los grandes relatos y dogmas. Como él mismo afirmó, “el pensamiento débil no es, en sí mismo, una forma de debilidad, sino una forma de liberación de las ataduras de las grandes Verdades” (Vattimo, G., El fin de la modernidad 1985). En este contexto, la imbecilidad no es el resultado de un déficit concreto, sino la consecuencia de un sistema que intencionalmente ha devaluado la jerarquía de los saberes y que, en su afán por democratizar la opinión, trivializa el conocimiento mismo.

Ahora bien, si Aprile y Vattimo describen el problema, el politólogo argentino Agustín Laje va un paso más allá en su ensayo titulado Generación idiota (2023), al sostener que el fenómeno que acabamos de describir no es un proceso accidental y pasivo, sino una estrategia intencional de control social. Laje sostiene que la imbecilidad es un subproducto de una “revolución cultural” que busca erosionar las bases del pensamiento crítico. Según su análisis, esta estrategia se implementa a través de la promoción de ideología que “ser valen de una retórica simplista y emocional para desactivar la racionalidad” (Laje, A., 2023, Generación idiota: Una crítica al adolescente posmoderno). La imposición de una “moral líquida” y la atomización del individuo, sumadas a la híper-estimulación digital, conducen a una incapacidad para discernir entre la información verdadera y la propaganda. En esta línea, la estupidez no sólo nos vuelve más dóciles, sino que nos convierte en cómplices inconscientes de nuestra propia opresión. La inteligencia, con su tendencia a la división y la confrontación, es vista como un peligro, es decir, un obstáculo para una sociedad que valora la unidad banal, superficial y la conformidad. Es en este punto donde la “nueva apología” de Aprile encuentra su máxima expresión: la estupidez, al ser lo opuesto a la inteligencia, se convierte en un aglutinador social, ya que “la inteligencia divide, la estupidez une” (Lasexta.es., 2025, “¿Somos cada vez más tontos?”).

También debemos recordar el aporte del gran filósofo italiano Umberto Eco, que también se adentró en este terreno, señalando cómo el dominio de la imagen y la superficialidad mediática atrofia el pensamiento. En su ensayo Apocalípticos e integrados (1964) nos advirtió sobre la emergencia de un “neoanalfabetismo visual”, una forma de regresión cultural donde el individuo es incapaz de leer e interpretar de forma crítica la imagen y, por lo tanto, la realidad que a través de ella se le impone. Esta observación complementa la tesis de Aprile sobre cómo el dominio de los medios visuales poda el cerebro, relegando la palabra y, con ella, la capacidad de pensamiento abstracto. La imagen, con su inmediatez y su carácter simplista, se convierte en el nuevo lenguaje universal, un lenguaje que no requiere de la complejidad de la reflexión ni de la sintaxis del pensamiento.

Como se habrán podido percatar, caros lectores, la apología de la estupidez no es un capricho del destino, sino el resultado de un sistema ético que ha perdido la brújula. La postmodernidad, al desmantelar las grandes narrativas, ha instaurado un relativismo que, en su versión más banal, equipara el conocimiento con la opinión y la crítica con la intolerancia. En este escenario, la búsqueda de la verdad es vista como un acto arrogante o retrógrada, mientras que la solidez del pensamiento es reemplazada por la fluidez de las emociones subjetivas. En este marco existencial, tan real que duele, la estupidez se convierte en una herramienta para la supervivencia social, pues la persona que no cuestiona ni piensa demasiado no amenaza en absoluto el frágil consenso de la indiferencia naturalizada.

Lo que acabamos de exponer representa, literalmente, una tragedia de nuestro tiempo que, a pesar de disponer de las herramientas para alcanzar una iluminación sin precedentes, la humanidad elija el camino de la oscuridad cognitiva. La estupidez, antes un error lamentable y/o digno de vergüenza, se ha transformado en un vicio cómodo, un refugio para aquellos que prefieren la certeza de la ignorancia a la angustia del saber y la duda. La pregunta que se nos impone, entonces, no es si podemos perder la inteligencia, sino si ya la hemos perdido, y si el precio por haberlo hecho es el de vivir en una sociedad que se complace en su propia banalidad, una colectividad que ha intercambiado la capacidad de asombro por el consuelo de la complacencia decadente.

En fin, ¿por qué es fundamental leer estas obras de Aprile hoy? Porque su crítica no se limita a señalar el problema, sino que nos obliga a enfrentarnos a nuestra propia complicidad. La “nueva apología del imbécil” no es un libro que se deba leer desde la indignación pasiva y quejosa, sino como un manual para la resistencia intelectual. Se trata de un texto que nos llama a romper el ciclo de la distracción y la complacencia, a reapropiarnos de nuestra capacidad de pensar y de dudar. En un mundo donde la estupidez es un valor funcional, la lectura de Aprile se convierte en un acto de subversión, una forma de rebelión contra la dictadura del conformismo y la trivialidad.

Lisandro Prieto Femenía.
Docente. Escritor. Filósofo  
San Juan - Argentina 

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MINISTERIO PÚBLICO REGISTRA HASTA 5 VECES MÁS DENUNCIAS POR HOMICIDIOS QUE LA POLICÍA NACIONAL

Según datos oficiales del Ministerio Público, el reporte de delitos denunciados por homicidio presenta cifras considerablemente superiores a las registradas por el Sistema de Denuncias Policiales (SIDPOL) de la Policía Nacional del Perú (PNP), con diferencias que oscilan entre el 400% y 500%.

En el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 31 de agosto de 2025, el SIDPOL/PNP reportó 1,822 denuncias por homicidio, mientras que el Ministerio Público contabilizó 10,146 denuncias en el mismo lapso, lo que representa un incremento de más del 450%.

Durante los últimos años, entre 2020 y 2025, el SIDPOL ha registrado mensualmente entre 90 y 200 denuncias por homicidio. En contraste, el Ministerio Público ha reportado entre 500 y 1,200 denuncias mensuales en ese mismo período.

Ambas instituciones incluyen en sus estadísticas modalidades como conspiración y ofrecimiento para sicariato, feminicidio y feminicidio agravado, homicidio calificado, homicidio por emoción violenta, homicidio simple, infanticidio, parricidio y sicariato, entre otros.

Estas marcadas diferencias en los registros evidencian un posible subregistro en el Sistema Informático Nacional de Defunciones (SINADEF) respecto a homicidios. Según el analista de datos, Juan Carbajal, miles de muertes violentas aparecen en el sistema con categorías ambiguas como "desconocido" o "ignorado", lo que dificulta el análisis real de la violencia y la planificación de políticas públicas. 

Por ello, es necesario que las autoridades deben sincerar y unificar estas cifras, a fin de mejorar la precisión y transparencia en la estadística nacional sobre homicidios.

OSIPTEL OFRECE 60 BECAS PARA ESTUDIANTES DE DERECHO, ECONOMÍA E INGENIERÍA, ¿CUÁNDO CIERRAN LAS INSCRIPCIONES PARA POSTULAR?

Para inscribirse en el proceso de selección en la modalidad de examen de admisión, deben ingresar a la siguiente página web: https://beca.osiptel.gob.pe.

El Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (OSIPTEL) continúa con las inscripciones para postular a una de las 60 becas integrales de su Programa de Extensión Universitaria (PEU), dirigido a estudiantes de los últimos años o egresados de las carreras de Derecho, Economía e Ingeniería. ¿Hasta cuándo hay plazo para postular?

Según el cronograma oficial del ente regulador, los interesados para la modalidad de examen de admisión tienen plazo hasta el domingo 28 de setiembre a las 23:59 horas para registrarse.

¿Cómo postular?
Los postulantes deben ingresar a https://beca.osiptel.gob.pe y llenar el formulario de inscripción con su información personal y académica. Luego, deberán prepararse para rendir el examen de admisión, que se realizará de forma virtual el 12 de octubre.

La lista final de becarios admitidos será publicada el 15 de octubre, y las clases presenciales se desarrollarán en Lima, a partir del 12 de enero de 2026, durante un periodo intensivo de diez semanas.

¿Qué ofrece la beca?
La beca cubre de manera integral los gastos académicos, incluidos los materiales de estudio, además de alimentación, movilidad local y seguro médico. Para los seleccionados del interior del país, también se incluye traslado y alojamiento.

Durante el programa, los becarios recibirán formación técnica y práctica en regulación y supervisión de servicios públicos de telecomunicaciones, así como en sistemas administrativos de la gestión pública.

Desde su creación en 1997, el PEU OSIPTEL, a la fecha, cuenta con más de 1700 graduados, siendo un semillero de profesionales para todo el sector de telecomunicaciones, en donde egresados han logrado ocupar puestos claves en la institución.

USUARIA DENUNCIA PRESUNTA VENTA DE LECHE ASADA CON HONGOS EN CONOCIDA PANADERÍA DE CHAUPIMARCA

Una usuaria reportó que compró una porción de leche asada que presentaba hongos visibles, en una reconocida panadería de Chaupimarca. 

Según la denunciante, al reclamar por el producto en mal estado, el personal respondió que se trataba de "un error" y que "a cualquiera le pasa", minimizando la situación.

Este incidente ha generado preocupación entre los consumidores sobre la calidad e higiene de los productos ofrecidos en el establecimiento. 

La usuaria se mostró molesta debido a la respuesta de los trabajadores del negocio.

DETIENEN EN PARAGUAY AL PERUANO ERICK LUIS MORENO, ALIAS “EL MONSTRUO”, UNO DE LOS MÁS BUSCADOS DE SUDAMÉRICA

La Policía capturó en la localidad de San Lorenzo al ciudadano peruano Erick Luis Moreno, conocido con el alias de “El Monstruo”, considerado uno de los delincuentes más buscados en Sudamérica.

La detención se llevó a cabo como parte de un operativo de inteligencia, tras varios meses de seguimiento. Moreno era requerido por diversos delitos de alta peligrosidad y contaba con alerta internacional.

Las autoridades destacaron la importancia de esta captura para la seguridad regional y anunciaron que se iniciarán los procedimientos correspondientes para su extradición o enjuiciamiento, según el marco legal vigente.

JEFE DE LA ONPE INAUGURA OFICINA REGIONAL DE COORDINACIÓN EN PASCO

El jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Piero Corvetto Salinas, inauguró, este miércoles 24 de setiembre, una Oficina Regional de Coordinación (ORC) en la región Pasco, a fin de acercar los servicios de la institución electoral a dicha circunscripción. La oficina está ubicada en el Jr. Columna Pasco n.◦ 404, urbanización San Juan, distrito de Yanacancha.

La autoridad electoral explicó que la creación de esta ORC responde al hecho que, a la fecha, la carga administrativa de esta región es atendida por la Oficina Regional de Coordinación ubicada en Huánuco, lo que obliga a los ciudadanos a recorrer largas distancias para acceder a diversos servicios, como asistencia técnica, entre otros.

Detalló que esta situación genera altos costos en alimentación y hospedaje para los usuarios, quienes además deben enfrentar las limitaciones de los servicios de comunicación e internet, así como condiciones climáticas adversas.

Reveló que la carga administrativa y operativa correspondiente al período 2020-2024 ha comprendido la atención a universidades, colegios profesionales, asociaciones, juntas vecinales y diversas organizaciones sociales.

El jefe de la ONPE informó que ha contado con la habilitación presupuestal necesaria para implementar esta nueva ORC, conforme a lo establecido en el Reglamento de Organización y Funciones de la entidad, lo que permitirá fortalecer y mejorar de manera continua los servicios que se brinda a la
ciudadanía.

Las principales funciones de las ORC son brindar asistencia técnica a las organizaciones públicas y de la sociedad civil que lo soliciten, así como apoyar a las organizaciones políticas en sus procesos de democracia interna.

De igual forma, expiden los formatos del kit electoral para la recolección de firmas de adherentes —los cuales permiten el ejercicio de los Derechos de Participación y Control Ciudadanos, conforme a la Ley n.° 26300— y orientan a los promotores en su adquisición y uso. Adicionalmente, atienden y tramitan, en el ámbito de su competencia, las solicitudes de acceso a la información electoral.

El funcionamiento e implementación de esta nueva ORC fue autorizada a través de la Resolución Jefatural N.° 138-2025-JN, la misma que también dispone la habilitación de una similar oficina en Madre de Dios.

El organismo electoral explica que la atención a la ciudadanía de la citada región se realizaba a través de ORC Cusco, ubicada a más de 10 horas de viaje por vía terrestre. A esta considerable distancia se sumaban las frecuentes lluvias y la compleja geografía de la región, lo que dificultaba aún más el acceso, especialmente a las provincias de Tahuamanu y Manu, ubicadas a aproximadamente 15 y 20 horas del Cusco, respectivamente.

Madre de Dios es una zona de frontera que alberga pueblos indígenas y originarios, y enfrenta problemáticas sociales relacionadas con la protección del medio ambiente, el manejo de los recursos naturales y la minería ilegal, entre otros factores. Estas condiciones justifican la necesidad de implementar una ORC en dicha región, con el fin de garantizar un servicio más cercano y eficiente a la ciudadanía.

PODER JUDICIAL ORDENA RESTABLECER CONTRATO DE LA EMPRESA DE TRANSPORTES “MÁS RÁPIDO” HASTA EL 2028

El Poder Judicial falló a favor de la empresa de transportes “Más Rápido”, ordenando a la Municipalidad Provincial de Pasco restablecer el contrato que había sido previamente suspendido o anulado por la comuna.

Según la resolución judicial, la municipalidad deberá reconocer y restituir la vigencia del contrato de concesión o autorización de servicio a favor de la referida empresa, estableciendo que su renovación se extiende hasta el año 2028.

El fallo representa una victoria legal para la empresa transportista, que había cuestionado la decisión municipal de no renovar o desconocer el acuerdo previamente establecido.

Hasta el momento, las autoridades municipales no han emitido un pronunciamiento oficial sobre cómo se procederá con la ejecución de la medida judicial. Sin embargo, la empresa “Más Rápido” anunció que retomará sus operaciones conforme a lo estipulado en el fallo.

MUNICIPALIDAD DE PASCO PIERDE COLISEO TRAS FALLO JUDICIAL A FAVOR DE LIGA DE BÁSQUET

El exprocurador de la Municipalidad Provincial de Pasco, Humberto Terrones Cano, lamentó que la comuna haya perdido un proceso judicial ante la Liga de Básquet, lo que obliga a la institución a entregar el coliseo que venía administrando hasta hace poco.

Según explicó el abogado, la derrota judicial se habría originado por una omisión administrativa de la propia municipalidad, que no inscribió oportunamente el predio en los registros públicos, lo que debilitó su posición legal durante el proceso.

El coliseo fue administrado durante años por la municipalidad, pero nunca se regularizó su inscripción como bien público. Ese descuido ha terminado costando caro a la ciudad, dijo en la entrevista Terrones Cano.

Como resultado del fallo, la municipalidad deberá desocupar el coliseo, y la posesión pasará a la Liga de Básquet, que demostró su derecho sobre el inmueble.

Este resultado ha sido considerado por algunos sectores como una nueva derrota para la gestión del alcalde Julio Rupay, que ya enfrenta cuestionamientos por otros conflictos legales y administrativos.

HALLAN SIN VIDA A MUJER DE 61 AÑOS EN SU DOMICILIO EN SIMÓN BOLÍVAR, PASCO

En horas de la noche fue hallado el cuerpo sin vida de Carina Cotrina Silvestre, de 61 años de edad, en el interior de su vivienda ubicada en el Asentamiento Humano José Carlos Mariátegui, Sector 1, en la intersección de las calles Las Flores y Chaupihuaranga, en el Centro Poblado de Paragsha, distrito de Simón Bolívar, Pasco.

El hallazgo ocurrió aproximadamente entre la noche del lunes, luego de que vecinos alertaran a las autoridades sobre su prolongado silencio y la posibilidad de una situación de emergencia.

Tras autorizar el descerraje de la vivienda, personal policial de la Comisaría PNP La Esperanza, encabezado por el S3 PNP José Canchari Alcántara y el S2 PNP Díaz Lozano Noel, junto a representantes del Ministerio Público y Medicina Legal, ingresaron al inmueble.

17 PERIODISTAS RESULTAN HERIDOS DURANTE MARCHA EN LIMA POR ACCIÓN POLICIAL

Durante una jornada de protesta en la ciudad de Lima, 17 periodistas resultaron heridos tras la intervención de la Policía Nacional del Perú. Entre los afectados se encuentra un reportero del medio Ojo Público, quien sufrió heridas causadas por perdigones de goma.

Miles de efectivos policiales fueron desplegados para contener la movilización, impidiendo en varios puntos que los manifestantes ejercieran su derecho constitucional a la protesta. Según reportes de testigos y organizaciones de derechos humanos, la policía utilizó bombas lacrimógenas y perdigones, generando una serie de enfrentamientos y múltiples heridos, incluidos profesionales de la prensa que cubrían los hechos.

Diversos colectivos y gremios periodísticos han condenado el uso desproporcionado de la fuerza y han exigido garantías para el trabajo de los comunicadores en contextos de manifestación.

VIOLENCIA POLÍTICA BANALIZADA: EL CASO DE CHARLIE KIRK- LISANDRO PRIETO FEMENÍA

“La violencia es el miedo a los ideales de los demás”
Mahatma Gandhi

La reciente noticia del asesinato de Charlie Kirk nos golpea como un hecho que es íntimo y público al mismo tiempo: íntimo porque su vida- con su historia, proyectos, familia y afectos- se apaga para siempre y público porque su muerte se inscribe en un espacio político saturado de tensión, retórica agresiva y prácticas que han ido normalizando la violencia sistémica. Si aceptamos que la política no es sólo un discurso sino también disposición de fuerzas y permeación moral, entonces conviene preguntarnos cómo hemos llegado a este punto decadente y qué significan, filosóficamente, estos actos deplorables. En pocas palabras, queridos lectores, hoy nos proponemos leer un crimen en clave de violencia sistematizada y naturalizada, atendiendo a ciertas reflexiones que nos ayuden a iluminar sus raíces culturales, mediáticas y éticas.

Para comprender la normalización de la violencia, es preciso asumir el proceso de lentificación del asombro: vivimos en la tendencia a que lo sorprendente se haga cotidiano. Al respecto, Hannah Arendt, en su obra “Sobre la violencia” (1970), distingue cuidadosamente entre poder y violencia y declara que “el poder y la violencia no son la misma cosa, y cuando se agota el poder, la violencia emerge como sustituto” (Arendt, 1970, p. 44). En este sentido, Arendt nos está alertando sobre la degradación del espacio político, sobre todo cuando la violencia aparece como un medio para sostener fines que el poder legítimo ya no puede garantizar. Aplicado a nuestro patético presente, esto  significa que la violencia deja de ser una excepción para convertirse en una regla o un recurso instrumental legitimado por narrativas que presentan a “el otro” como una amenaza digna de aniquilar. Así, el asesinato de una figura pública se vuelve parte de un continuum donde silenciar al rival- por la fuerza, por el insulto o por la cancelación- se asume cada vez más como “otra forma de hacer política”.


Por su parte, Zygmunt Bauman nos aporta una clave sociológica que complementa la lectura arendtiana. En su obra “Modernidad y Holocausto” (1989) muestra cómo las prácticas modernas pueden burocratizar la violencia y hacerla técnicamente eficiente, pero también invisibilizar su carácter estrictamente moral. Bauman escribe que la modernidad “organiza la indiferencia” y que las tecnologías sociales y administrativas transforman la violencia en algo impersonal y normalizado (Bauman, 1989). Pues bien, cuando los medios masivos de comunicación, las redes y ciertas estrategias políticas alimentan una atmósfera de miedo y enemistad, los asesinos políticos dejan de ser aberraciones incomprensibles y pasan a encajar dentro de una narrativa más  amplia- la de la enemistad sistemática- que facilita su repetición.

Ahora bien, para comprender con mayor claridad este fenómeno, también es preciso comprender el vínculo existente entre la violencia, el poder y la disciplina. El abanderado de los filósofos posmo-progres, Michel Foucault- especialmente en “Vigilar y castigar” (1975)- desplaza el foco desde el agente aislado hacia las técnicas y los dispositivos que hacen que la violencia sea eficaz y cotidiana. Foucault afirma que las sociedades modernas producen “sujetos” disciplinados mediante una red de instituciones y de prácticas que normalizan la observación, la sanción y la exclusión (Foucault, 1975). Desde este punto de vista, la violencia sistematizada, entonces, no es sólo la acción de individuos violentos, sino el resultado de dispositivos que configuraron la sensibilidad social: lenguaje, procedimientos policiales, arquitectura mediática, y protocolos de deshumanización. En este entramado teórico, la muerte de Kirk puede entenderse como un instante en que esas tecnologías de exclusión alcanzan su efecto más radical.

Seguidamente, es crucial entender cómo se ha instrumentalizado la tensión mediante la propaganda y la polarización. En este sentido, Noam Chomsky, en “La fabricación del consentimiento” (1988, con Edward S. Herman), explicita cómo los medios y los intereses económicos y políticos moldean la opinión pública mediante marcos, silencios y amplificaciones selectivas, meticulosamente estudiadas, porque “la propaganda es a la democracia lo que la violencia es a una dictadura”. Esta síntesis de su crítica nos recuerda que no sólo existen actos de violencia física, sino estructuras que los preparan culturalmente. Si ciertas agendas políticas explotan el resentimiento, la indignación y la deshumanización, están creando condiciones propicias para que la violencia deje de ser una anomalía y se convierta en posible consecuencia de un tejido retórico homicida que goce de cierta legitimidad. Por lo tanto, la responsabilidad no recae únicamente en quienes empuñan el arma, sino también en quienes cultivan a diario la hostilidad desde púlpitos mediáticos y discursivos muy influyentes.

En este contexto, Walter Benjamin nos ofrece un prisma esencial y complejo para pensar la violencia política. En “Sobre el concepto de historia” (Tesis IX, 1942)            y en “Crítica de la violencia” (1921), distingue entre “violencia mítica” y “violencia divina/crítica”. En “Critica de la violencia” sostiene que “la violencia que crea derecho ‘constituyente’ y la que persevera el derecho ‘constituto’ son de una especie diferente” (Benjamin, 1921). Tengamos en cuenta que para Benjamin muchas formas de violencia se naturalizan bajo la noción de que sostienen un orden jurídico- es la violencia que “preserva” lo existente-; frente a ella existe una violencia crítica, que pretende fundar un nuevo orden, aunque ésta también es problemática éticamente.

Aplicado al caso presente, el marco benjaminiano obliga a interrogarnos sobre quiénes definen qué violencia es “legítima” y cómo los discursos políticos justifican- explícita o implícitamente- ciertas prácticas violentas en nombre de la seguridad, la identidad o la “salvaguarda” del orden. Además, nuestro autor advierte sobre la idolatría del progreso y sobre cómo la historia oficial tiende a invisibilizar ciertas rupturas y catástrofes, en tanto que la naturalización de la violencia política puede ser vista como una forma de historicidad falseada que normaliza la agresión y olvida a las víctimas. Su distinción resulta útil porque no basta declarar la violencia como “necesaria” para el mantenimiento del orden, sino que hay que preguntarse por los fines, los procedimientos y quién paga el precio.

Ahora bien, para enfocar este problema desde el prisma de la vulnerabilidad, la deshumanización y la ética de la respuesta, es conveniente para algunos recurrir a la lectura posmo-progre de Judith Butler, quien en “Marcos de guerra” (2009) enfatiza que la política se funda en la forma en que las sociedades reconocen (o niegan) la vida de ciertos cuerpos. “Lo que cuenta como vida humana y lo que cuenta como figura de pérdida se organiza políticamente” (Butler, 2009), sostiene la filósofa. Desde aquí, burlarse de la muerte (mediante asesinato público) de alguien no es un gesto menor, sino un acto de deshumanización simbólica: convierte la pérdida en entretenimiento y borra la responsabilidad ética. El humor que celebra la eliminación del otro participa de la misma lógica que desactiva la empatía y facilita la repetición de la violencia en un bucle interminable.

En términos prácticos, pensar la respuesta ética exige romper con la complicidad- activa o pasiva- que legitima la deshumanización. Esto implica exigir responsabilidades mediáticas, demandar mecanismos claros de sanción ante discursos incitantes, y promover pedagogías públicas que recuperen la capacidad de indignación moral frente a la pérdida humana, cualquiera que sea la filiación del fallecido.

Estamos, desde hace tiempo, inmersos en un mundo que ha banalizado el mal, y parece no molestarle mucho. Hannah Arendt, al estudiar la banalidad del mal, nos mostró cómo el mal puede institucionalizarse y volverse corriente cuando sistémicamente se fragmenta la responsabilidad moral. Si la sociedad riñe y se burla públicamente de un asesinato cobarde, hemos dado un paso más: hemos neutralizado la capacidad colectiva de ver al otro como portador de derechos morales inalienables. Cualquier meme o declaración en redes sociales que celebra la muerte no es un acto íntimo, sino que forma parte de una práctica pública que relativiza el crimen y reduce la posibilidad de justicia restaurativa o crítica.

En conclusión, queridos lectores, de más está decir que condenamos con la máxima firmeza el asesinato de Charlie Kirk y condenamos, asimismo, con igual rotundidad, las burlas, la instrumentalización y la celebración pública de su muerte por un considerable séquito de desquiciados con acceso a internet. Todas esas manifestaciones detestables son formas de banalización de la violencia y del mal. Cuando el espectáculo sustituye al duelo y la mofa suprime la reflexión, la comunidad política demuestra que ha perdido el sentido mínimo de lo que supone la vida compartida. No hay equilibrio moral en relativizar una vida porque se disiente de sus ideas. La justicia exige investigación, sanción y, sobre todo, un examen crítico de las prácticas discursivas que hacen posible que alguien crea que un homicidio de esta índole es justificable.

Finalizo, como siempre, con algunas preguntas. ¿Qué fuerzas- mediáticas, políticas, económicas- han cultivado la atmósfera que hace posible la violencia política? ¿De qué manera nuestras propias prácticas de consumo informativo y de redes sociales contribuyen a la deshumanización del otro? ¿Cómo distinguir entre violencia “constituyente” y “violencia preservadora” sin caer en justificaciones peligrosas? ¿Qué medidas institucionales y culturales serían necesarias para restituir la capacidad colectiva de indignación moral frente a un asesinato, cualquiera sea el sujeto?

Cerrar con estas preguntas no es renunciar a las posibles respuestas, sino que es insistir en que la respuesta ética exige trabajo público, memoria crítica y reformas que desactiven la lógica de la tensión como instrumento político. Encarando estas preguntas con seriedad, algo que jamás harán los degenerados que nos gobiernan en occidente, podremos empezar a revertir la tendencia a naturalizar la violencia y proteger la dignidad humana en tiempos de polarización exacerbada.

Lisandro Prieto Femenía.
Docente. Escritor. Filósofo  
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OSIPTEL OBTIENE POR TRES AÑOS MÁS LA CERTIFICACIÓN ISO 37001 POR SU SISTEMA DE GESTIÓN ANTISOBORNO

Este reconocimiento, por parte de la AENOR, visibiliza el compromiso del OSIPTEL con la transparencia e integridad.
 
El Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (OSIPTEL) obtuvo la recertificación de la Norma ISO 37001 por su Sistema de Gestión Antisoborno (SGAS), reafirmando su compromiso con la integridad, la ética y la lucha contra la corrupción.

El ente regulador ya había sido certificado en esta norma en el 2022, con una vigencia de tres años. Por ello, del 2 al 5 de junio de 2025 se realizó la auditoría externa correspondiente al proceso de recertificación, la cual incluyó a diversas áreas clave de la institución, como la Alta Dirección, la Unidad Funcional de Integridad, direcciones operativas, oficinas administrativas y de planificación.

Esta certificación fue otorgada por la Asociación Española de Normalización (AENOR), la cual se alinea con la Política Nacional de Integridad y Lucha contra la Corrupción, que establece estándares y lineamientos para fortalecer los mecanismos de prevención y sanción de la corrupción en las entidades públicas.

Durante la ceremonia oficial, el reconocimiento fue recibido por el presidente ejecutivo (e) del OSIPTEL, Jesús Guillén Marroquín, quien destacó que la recertificación del sistema de gestión antisoborno representa el cumplimiento de los estándares internacionales.

“Desde la obtención de esta certificación, en 2022, hemos trabajado con convicción para consolidar una cultura organizacional de promoción de buenas prácticas, alineada con los valores que deben regir el servicio público. La obtención de esta de esta recertificación es una señal de que estamos en el camino correcto”, expresó Guillén.

Asimismo, el funcionario resaltó el liderazgo técnico de la unidad funcional de integridad de la gerencia general, así como la participación activa de todas las áreas durante la auditoría externa realizada en junio de este año.

A su turno, la representante de AENOR, Cynthia Rodríguez Lengua, felicitó al OSIPTEL por la labor que viene realizando en el fortalecimiento de sus prácticas antisoborno.

En tanto, la secretaria de Integridad Pública de la Presidencia del Consejo de Ministros, Ana Reátegui, destacó que el ente regulador esté implementando el modelo de integridad.

El evento también contó con la participación del gerente general del OSIPTEL, Johnny Marchán, y la coordinadora de la unidad funcional de integridad institucional, Julia Cori.

La recertificación del ISO Antisoborno suma al proceso de implementación del modelo de integridad, cuyo cumplimiento en la entidad ha sido reconocido este año por la Secretaría de Integridad Pública de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).