PASCO LIBRE

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PASCO LIBRE

ANALIZANDO EL DECLIVE INTELECTUAL DE LA RAZÓN ECLESIÁSTICA- LISANDRO PRIETO FEMENÍA

“La Biblia no es un iPhone. Todo lo que se puede actualizar, como un iPhone, eventualmente termina en la basura sólo para ser reemplazado por un modelo más caro. La Biblia ha perdurado por mucho tiempo y su valor ha cambiado poco, si es que ha cambiado”
Juan Pablo III, interpretado por John Malkovich en “The New Pope”

Durante extensos siglos, la Iglesia católica trascendió el rol de la potestad espiritual para erigirse como la matriz formativa ineludible del pensamiento occidental. Su identidad intelectual se forjó sobre la audaz convicción de que la fe no subroga la razón, sino que la culmina y la perfecciona, un postulado cimentado por figuras monumentales cuyo legado articula la base de la cultura occidental.

Recordemos que San Agustín de Hipona, en su diálogo con la incredulidad y la herejía, estableció el principio epistemológico fundacional de la primacía de la fe como condición para la intelección profunda, distinguiendo las facultades humanas de la indispensable iluminación divina. Su máxima «Crede, ut intellegas» (“Cree, para que puedas entender”), no representa una condena a la razón, sino su jerarquización: el acceso pleno a ciertas verdades metafísicas, sólo se hace posible para una mente previamente dispuesta por la gracia (Agustín, 1984, p. 19).

Posteriormente, la síntesis escolástica, personificada en Santo Tomás de Aquino, elevó la indagación racional al estatuto de un servicio riguroso a la verdad revelada. El Doctor Angélicus sostenía que el propósito de la filosofía no era demostrar los misterios de la fe, sino, más bien, mostrar que tales verdades “no son contrarias a aquellas que la fe enseña, y que las verdades de la fe son capaces de ser defendidas por argumentos necesarios o probables” (Aquino, 1888, p. 21). En definitiva, la hegemonía intelectual de la Iglesia fue, por ende, un compromiso metodológico; el axioma fides quaerens intellectum (la fe que busca la comprensión) constituyó la exigencia de una formación rigurosa en metafísica, lógica y teología.

Sin embargo, la realidad institucional contemporánea evidencia una erosión dolorosa y palpable en la calidad académica y filosófica de la producción eclesiástica. El problema no se redice a la ausencia de centros de excelencia, sino a la fragilidad estructural del cuerpo formativo predominante, donde el “logos” ha sido desahuciado de su rol protagónico. Los programas de formación clerical han experimentado una hipertrofia de las dimensiones pastorales, administrativas y devocionales de escaso vuelo intelectual, priorizando la praxis de gestión, la popularidad superficial y la obediencia silente sobre la dureza del rigor filosófico y la erudición crítica.

La histórica tarea de un clero capaz de entablar un diálogo riguroso con la complejidad del mundo moderno ha sido suplantada por una formación que genera, con frecuencia, diletantes bienintencionados, los cuales se revean incapaces de sostener un argumento metafísico, teológico, lógico y filosófico coherente, o al menos discernir con precisión las corrientes ideológicas subyacentes en el debate público. Esta contracción intelectual se agrava por el ecosistema cultural posmoderno, que penaliza la profundidad, el matiz y la argumentación extensa, al tiempo que recompensa la estupidez, la inmediatez mediática y el eslogan simplificado. El grave error de la Iglesia actual es intentar insertarse en la “era de la autenticidad”, descrita por el filósofo católico Charles Taylor, quien sostiene que se enfrenta a un mundo que ha abrazado el “humanismo exclusivo”, donde la vida se explica sin recurso a la trascendencia. Consiguientemente, Taylor argumenta que hemos transitado de una sociedad donde la fe era incuestionable a una en la que es una opción (nunca promocionada como “buena”) entre otras, forzando a las instituciones religiosas a reformular sus propios principios para ser inteligibles (Taylor, 2007, p. 535)

Ante la urgencia del mercado de la opinión, muchas voces eclesiásticas optan por la simplificación y el mensaje accesible, sacrificando el argumento complejo que, paradójicamente, es el único medio para recuperar una voz profética y sólidamente articulada. Este fenómeno es un claro síntoma de la fragmentación del discurso moral occidental que Alasdair MacIntyre describió lucidamente al señalar que “hemos perdido, quizá en gran parte, nuestras pretensiones de un conocimiento moral y social sistemático porque hemos perdido nuestras pretensiones de que ese conocimiento sea capaz de ser transmitido dentro de una tradición” (MacIntyre, 2007, p. 23). En definitiva, si la Iglesia es incapaz de articular su tradición de manera inteligible, densa y con el rigor humilde del debate racional, su voz se disuelve en la banalidad, condenándola al ostracismo cultural en terrenos donde supo ser Ama y Señora.

Otro aspecto que no podemos dejar pasar aquí es el paralelismo roto entre el “Monasterio” como Officina Sapientiae al seminario burocrático de hoy. La crisis formativa actual se revela con mayor acritud al trazar dicho paralelismo con el paradigma educativo de la época dorada de la teología, encarnado en los monasterios medievales. Estos cenobios no eran refugios de piedad, sino verdaderos talleres de sabiduría, donde el cultivo intelectual se consideraba intrínseco a la búsqueda de la santidad misma. Tengamos en cuenta que la lectio divina era inseparable del estudio metódico, y la vida comunitaria garantizaba la inmersión en una disciplina intelectual que abarcaba la gramática, la retórica, el cálculo (el Trivium y el Quadrivium) y, finalmente, la teología como la ciencia suprema. El modelo monástico exigía la unidad entre ordo (orden) y studium (estudio), entendiendo que sólo el silencio y la ascesis creaban las condiciones de posibilidad para el pensamiento profundo. Este compromiso vital de los monjes contrastaba diametralmente con una visión meramente instrumental de la formación eclesiástica.

En el contexto actual, el seminario- institución moderna diseñada para la formación especializada del clero secular- ha perdido, en gran medida, la fibra de esa integración sapiencial. Al respecto, Jean Leclercq, un experto en el monacato medieval, sostiene que, para los monjes, “la cultura no era un fin en sí misma; era un medio, un instrumento, un objeto del ejercicio de la humildad, es decir, la fe” (Leclercq, 1961, p. 11). Este principio revela que el estudio era un acto de piedad y no de simple adquisición de títulos (se pensaba que la sabiduría no sólo te hacía más cercano a la santidad, sino también más piadoso).

Mientras el monasterio medieval era una comunidad dedicada al estudio inmersivo del saber clásico y patrístico, el seminario actual opera bajo la lógica de la certificación burocrática y la eficiencia pastoral. La formación se ha fragmentado en módulos y créditos que priorizan la adquisición de habilidades funcionales- como la gestión parroquial o la coordinación de eventos- por encima de la lenta digestión filosófica y metafísica necesaria. El resultado de esta decadencia es un déficit del rigor y de la concentración: el seminarista no siempre es un asceta del saber inmerso en una tradición intelectual, sino un futuro administrador eclesiástico con una preparación filosófica totalmente insuficiente para confrontar las tesis nihilistas o materialistas de la academia moderna. En otras palabras, la disciplina del studium ha sido sustituida por la ansiedad de la relevancia pastoral inmediata, rompiendo el equilibrio que hizo de la Iglesia la Magistra Scholarum (Maestra de Escuelas) de Occidente.

Consecuentemente, la deficiencia en la formación filosófica y teológica del sacerdote actual se manifiesta de forma inmediata y tangible en el púlpito, deteriorando la calidad y el propósito sagrado de la homilía. La misma, en su sentido original litúrgico, es la actualización y aplicación del misterio de la Palabra de Dios al tiempo presente, en tanto que exige una exégesis rigurosa, una comprensión profunda de la historia de la salvación (historia salutis) y una capacidad retórica para articular verdades complejas con claridad. Si el sacerdote carece de una base filosófica sólida- especialmente en metafísica, lógica y antropología- su capacidad para realizar la interpretación correcta se trunca. En este punto, debemos considerar que el Concilio Vaticano II, en la Constitución Dei Verbum, ya advertía sobre la necesidad de que la Sagrada Escritura sea leída e interpretada con la debida formación: “La sagrada Tradición y la Sagrada Escritura constituyen un solo depósito sagrado de la palabra de Dios […]. Los Padres de la Iglesia, cuya predicación es una exposición de la Palabra revelada, son un testigo permanente” (Concilio Vaticano II, 1965, n. 10). Así pues, un clero débilmente formado es totalmente incapaz de acceder a esta Tradición con profundidad crítica y los conocimientos históricos, filosóficos y teológicos necesarios.

El resultado de esta triste fragilidad es la sustitución del discurso teológico por el tópico banal, la anécdota moralizante superficial o la sociología de baja calidad. La homilía se convierte a menudo en una moralina simplificada o en una exhortación emotiva que evade la confrontación con las grandes preguntas de la fe. Este empobrecimiento no sólo es un problema retórico, sino que representa, fundamentalmente, una traición al sentido original de la Misa, la cual, como “fuente y cumbre” de la vida cristiana, se articula en dos mesas: la “mesa de la Palabra” (liturgia de la Palabra) y la “mesa del Pan” (liturgia Eucarística). Cuando la mesa de la Palabra se debilita por la predicación superficial, la conexión intelectual del fiel con el misterio eucarístico se atenúa. Así, la liturgia pierde su densidad intelectual y se reduce a un acto devocional privado o a una ceremonia social. Esta incapacidad de articular el Misterio en el lenguaje de la Razón condena al sacerdote a la ineficacia como mediador intelectual, haciendo que la Misa pierda su fuerza como evento pedagógico y sapiencial. Es imperativo, por tanto, que la formación clerical devuelva la primacía al rigor intelectual como condición sine qua non para la integridad litúrgica y la evangelización.

Aún hay más. La propia cúpula eclesiástica ha intentado diagnosticar esta patología, aunque la respuesta ha sido más retórica que materialmente transformadora. En la encíclica Fides et Ratio, San Juan Pablo II reivindicó la urgencia de la filosofía, advirtiendo que “la fe interviene para liberar a la razón de la presunción, tentación que fácilmente la asalta” (Juan Pablo II, 1998, n. 48). El pontífice no solo clamó por una revitalización filosófica, sino que alertó específicamente sobre su reducción a mera propedéutica teológica o a instrumental práctico, exigiendo un ámbito académico donde la filosofía conserve su “dimensión sapiencial” (Juan Pablo II, 1998, n. 83). Sin embargo, la noble reiteración magisterial de la importancia de la filosofía no ha sido acompañada de políticas académicas capaces de revertir la tendencia en seminarios y facultades teológicas. La tensión se define en la asimetría entre la intención y la capacidad efectiva de interlocución. La voluntad de diálogo proclamada en Gaudium et Spes (es el título de la única constitución pastoral del Concilio Vaticano II y trata sobre “la Iglesia en el mundo contemporáneo”) se ha traducido, en muchos casos, en una absorción acrítica de ideologías y modas, precisamente por la carencia de un armazón filosófico y teológico robusto que permita el discernimiento crítico y la oposición argumental.

El riesgo existencial es la autolimitación de la razón cristiana. Joseph Ratzinger, en su Discurso de Ratisbona, señaló el peligro de una razón que se autoexcluye de las grandes preguntas metafísicas. El Papa, teólogo magistral, advirtió que el intento moderno por restringir la razón “al mundo de las ‘certezas’ que se pueden obtener mediante la experimentación y la contrastación” (Benedicto XVI, 2006, n. 3) termina por empobrecerla, separándola del logos de la razón teológica, cuando la Iglesia renuncia a la metafísica o a la filosofía perenne como base de su formación, y sólo ofrece respuestas payasescas, emotivas, moralinas simplificadas o soluciones administrativas a problemas de índole profunda, se condena a la irrelevancia en los grandes debates que definen este siglo: bioética, inteligencia artificial, ecología integral, explotación humana, etcétera. El desfase no es sólo de contenido, sino de método y de lenguaje: la incapacidad actual de la curia o de los líderes para entrar en la analítica rigurosa y las epistemes especializadas del mundo actual erosiona drásticamente su autoridad intelectual hasta el punto de la caricatura.

Finalmente, la credibilidad epistémica de una institución depende intrínsecamente de su integridad moral. Cuando los escándalos sistemáticos socavan la autoridad espiritual de los pastores, la recepción de sus argumentos filosóficos o teológicos queda irreparablemente dañada. La atrofia intelectual y la crisis moral se retroalimentan en un círculo vicioso, catalizando el colapso de la autoridad en todos sus planos. Que quede claro, amigos míos, este ensayo no busca idealizar una edad de oro, sino remarcar la fractura crítica entre un pasado de producción intelectual eminente y un presente de superficialidad formativa mayoritaria.

La restauración del capital intelectual exige una visión audaz que valore la producción teórica, no como un apéndice subsidiario, sino como el corazón mismo de la misión evangelizadora, el medio para hacer inteligible la fe en un mundo que ha olvidado el sentido de la trascendencia. La cuestión fundamental reside en si es viable revertir la inercia institucional que ha priorizado la administración y el show sobre la metafísica, sin caer en un elitismo académico que la aleje de sus bases populares, y en cómo una Iglesia global, tentada por la inmediatez mediática, podría reconstruir el paciente y silencioso hábito de la lectio divina y la argumentación rigurosa, reintroduciendo el amor por el saber profundo. Lo más punzante es dilucidar si la Iglesia tiene la voluntad y el coraje de desmantelar la formación trivial y diletante que hoy sustenta la debilidad de su voz en el siglo XXI, o si prefiere la comodidad de la irrelevancia al rigor de la verdad. Si la respuesta a estos interrogantes es la pasividad continuada, sólo se puede anticipar la consolidación del declive epistémico de la razón cristiana y, con ello, la inevitable pérdida de la Iglesia como faro intelectual y moral.

Referencias Bibliográficas (APA 7)

Agustín, S. (1984). Sermones. (Vol. 1). Biblioteca de Autores Cristianos. (Obra original publicada c. 400 d.C.).

Aquino, T. de. (1888). Summa contra Gentiles: Libri Quattuor. Accedunt Tabulae. Ex Typographia Polyglotta S. C. de Propaganda Fide. (Obra original publicada c. 1259-1265).

Benedicto XVI. (2006, 12 de septiembre). Fe, razón y universidad: recuerdos y reflexiones. (Discurso de Ratisbona). Librería Editrice Vaticana.

Concilio Vaticano II. (1965). Constitución dogmática Dei Verbum sobre la divina Revelación. Librería Editrice Vaticana.

Concilio Vaticano II. (1965). Constitución pastoral Gaudium et Spes sobre la Iglesia en el mundo actual. Librería Editrice Vaticana.

Juan Pablo II. (1998, 14 de septiembre). Carta encíclica Fides et Ratio a los Obispos, a los sacerdotes y diáconos, a los religiosos y religiosas, y a todos los fieles sobre las relaciones entre fe y razón. Librería Editrice Vaticana.

Leclercq, J. (1961). El amor a las letras y el deseo de Dios: Introducción a los escritores monásticos medievales. Andrés Bello.

MacIntyre, A. (2007). After Virtue: A Study in Moral Theory (3.ª ed.). University of Notre Dame Press. (Obra original publicada en 1981).

Taylor, C. (2007). A Secular Age. The Belknap Press of Harvard University Press.

Lisandro Prieto Femenía.
Docente. Escritor. Filósofo  
San Juan - Argentina 

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JUAN JOSÉ SANTIVÁÑEZ BUSCA VOLVER AL PODER: POSTULARÁ AL SENADO CON ALIANZA PARA EL PROGRESO

Juan José Santiváñez, exministro del Interior y de Justicia durante el gobierno de Dina Boluarte, anunció su postulación al Senado de la República por el partido Alianza para el Progreso (APP), liderado por César Acuña.

El exministro agradeció al exgobernador regional de La Libertad por la invitación a integrar su lista parlamentaria y adelantó que su campaña estará centrada en una sola propuesta: impulsar mejoras salariales y beneficios laborales para el personal policial y militar.

Con este anuncio, el exministro marca su regreso al escenario político nacional, ahora bajo el paraguas de Alianza para el Progreso, agrupación que se prepara para competir en las próximas elecciones generales.

OLA DE VIOLENCIA EN LIMA Y CALLAO PESE AL ESTADO DE EMERGENCIA

En pleno estado de emergencia decretado en Lima y Callao, y mientras el Gobierno busca proyectar una imagen de control y acción frente a la inseguridad, la delincuencia continúa golpeando a la ciudadanía. En las últimas diez horas, varias personas han sido víctimas de ataques armados en distintos puntos de la capital.

• Callao: En la avenida Néstor Gambetta, un chofer y su pasajero fueron baleados. Según informaron medios locales, el conductor falleció producto de las heridas.
• Los Olivos: Un hombre fue acribillado en la zona de Canta Callao.
• Ancón: Un cobrador fue baleado en la puerta de su vivienda, ubicada en el asentamiento humano 21 de Marzo. La víctima fue trasladada de inmediato a un hospital; su estado de salud es reservado.
• San Martín de Porres: Un conductor resultó herido de bala en la cuadra 4 de la avenida Universitaria, entre las avenidas Perú y Lima. Fue llevado al hospital Cayetano Heredia, donde se desconoce su pronóstico.
• Centro de Lima: Una joyería fue atacada a escasos metros de la Municipalidad de Lima y del Palacio de Gobierno, lo que ha generado alarma por la audacia de los delincuentes.

Estos hechos reflejan la persistente ola de criminalidad que afecta a la capital, incluso bajo medidas extraordinarias de seguridad. La población exige resultados concretos y una estrategia efectiva que frene la violencia en las calles.

"¿HAY SOBERANÍA SI DEPENDEMOS DE UNA MONEDA EXTRANJERA?"- LISANDRO PRIETO FEMENÍA

“Una verdadera soberanía financiera implica que el Estado no dependa de fuentes externas de financiación que puedan condicionar sus decisiones de política interna”
Milton Friedman, Capitalism and Freedom, 1962, p. 84.

La noción de soberanía nacional se erige como uno de los pilares fundamentales del orden político internacional. En su acepción más básica, remite a la autoridad suprema e independiente de un Estado para ejercer poder dentro de su territorio y relacionarse con otros actores internacionales sin injerencias externas. Pues bien, esta soberanía política, intrínsecamente ligada a la capacidad de autodeterminación y al ejercicio pleno de la voluntad de cada pueblo, se ve peligrosamente erosionada cuando la autonomía económica de una nación se encuentra subyugada a las dinámicas y decisiones de potencias extranjeras, particularmente a través de la dependencia de su moneda.

Para comprender la profundidad de este problema, es necesario que comencemos a desglosar el concepto de soberanía, desde un punto de vista político. Jean Bodin, en su obra “Los seis libros de la república” (1576), definió la soberanía como “el poder absoluto y perpetuo de una República”, indicando que es potestad indivisible e inalienable era la esencia misma del Estado la facultad última de legislar, administrar justicia, declarar la guerra y establecer la paz. Si bien la concepción de soberanía ha evolucionado desde el siglo XVI, la idea central de un poder supremo interno, no sujeto a otro poder terrenal, sigue siendo relevante.

Asimismo, Carl Schmitt señala, en su obra “El concepto de lo político” (1932), que la soberanía reside en la capacidad de decidir sobre el “estado de excepción”, es decir, aquel límite donde las normas ordinarias son completamente suspendidas, revelando la autoridad última que define la existencia política de una comunidad. Si el concepto les resulta extraño, sólo tienen que pensar en lo sucedido durante la cuarentena reciente, producto de la pandemia por CODIV-19: el Estado, en su potestad superior, decide cerrar fronteras, restringir la circulación y obligar, con fuerza de ley, a todos los ciudadanos a permanecer en sus hogares.

Ahora bien, esta soberanía política se torna frágil e incompleta si no se sustenta en una sólida soberanía económica. La capacidad de una nación para gestionar sus propios recursos, definir sus políticas productivas, comerciales y financieras, y controlar su destino económico, es un componente esencial de su autonomía real. Al respecto, Friedrich List argumentaba, en su “Sistema nacional de economía política” (1841), que la “fuerza productiva” de una nación, que incluye no sólo sus recursos naturales sino también su capital humano, su tecnología y su capacidad de organización, es la base de su independencia y prosperidad. Pues qué belleza, suena bastante bien, pero en el plano trágico de lo real, la dependencia económica forzada, especialmente la dependencia monetaria, socava esta fuerza productiva y limita severamente la capacidad de un Estado para ejercer su soberanía política de manera efectiva.

La adopción forzada o la internalización estructural de una moneda extranjera como resguardo de valor de la reserva nacional, en este caso el dólar estadounidense, constituye una profunda herida a la soberanía económica. Tengamos en cuenta que, cuando un país no tiene la capacidad de controlar el valor de su propia moneda con credibilidad y estabilidad, se ve obligado a navegar en un mar económico cuyas corrientes son definidas por las decisiones de otro Estado. Como afirmaba el tan criticado por los libertario John Maynard Keynes, en su obra titulada “Las consecuencias económicas de la paz” (1919), “no hay medio más sutil y seguro de subvertir la base existente de la sociedad que corromper su moneda. Este proceso compromete todas las fuerzas ocultas de la ley económica del lado de la destrucción, y lo hace de una manera que nadie es capaz de diagnosticar”. Aunque Keynes se refería particularmente a la inflación, su advertencia sobre la vulnerabilidad inherente a la manipulación monetaria resuena con la dependencia que tiene un país de una moneda emitida en el extranjero.

La realidad para muchos países, especialmente en Hispanoamérica y el mundo “en desarrollo”, es que sus economías operan obligadas bajo la sombra del dólar. Las transacciones internacionales se realizan predominantemente en esta divisa, los precios de las commodities se fijan en dólares, y las reservas de valor de sus bancos centrales se acumulan, en casi su totalidad, en esta moneda. Consecuentemente, la dolarización, ya sea formal o informal, implica que las políticas monetarias y las decisiones económicas que toma la Reserva Federal de los Estados Unidos tienen un impacto directo y significativo en la estabilidad de estas naciones. Tengamos en cuenta que un aumento en las tasas de interés en Estados Unidos puede generar fugas de capitales, devaluaciones de las monedas locales y crisis de deuda en países dependientes del dólar. Sin ir más lejos, hoy podemos apreciar cómo la política comercial “proteccionista” estadounidense afecta negativamente las exportaciones y el crecimiento económico de estas naciones, porque en esencia, se transfiere una porción significativa de la capacidad de decisión económica a un actor externo, limitando así la autonomía para implementar políticas que respondan a las necesidades internas.

Teniendo en cuenta lo precedentemente enunciado, resulta, cuanto menos, paradójico, e incluso ridículo, observar cómo los países que están dotados de abundantes y valiosos recursos naturales, con una riqueza intrínseca en sus tierras, minerales, energía y biodiversidad, se ven obligados de mendigar estabilidad económica a través de la adopción tácita o explícita de una moneda extranjera. La imagen de una nación rica en recursos, pero económicamente vulnerable a cada estornudo financiero de Washington, es un claro síntoma de una soberanía incompleta que a nadie parece molestarle, o también, una autonomía mutilada por la dependencia monetaria a la que jamás nos debimos acostumbrar.

Ahora bien, les pregunto, queridos lectores, ¿cómo es posible que un país con vastas reservas de litio, petróleo, cobre y tierras fértiles deba su estabilidad económica a la política monetaria de otro Estado que quizá carece de esos mismos recursos en la misma magnitud? Evidentemente, esta situación revela una profunda asimetría de poder, donde la capacidad de emitir la moneda de reserva global otorga una influencia desproporcionada a la nación emisora, permitiéndole externalizar costos y condicionar las políticas de otros.

En este punto de la reflexión, creo que es necesario indicar que la dependencia del dólar no es un fenómeno natural ni inevitable. Se trata, más bien, del resultado de procesos históricos, de relaciones de poder desiguales y, en muchos casos, de la internalización de un paradigma económico que prioriza la estabilidad nominal anclada a una moneda “fuerte” extranjera por encima de la construcción de una moneda nacional robusta y creíble. Esta situación de dependencia por imposición también ha perpetuado un círculo vicioso: la falta de confianza en la moneda local impulsa la dolarización, y la dolarización debilita aún más la capacidad de cada Estado para gestionar su propia política monetaria y construir confianza.

Para comprender de manera cabal el asunto de la autonomía financiera, procedamos a interpretar algunos ejemplos históricos de soberanía monetaria. Si bien la dependencia del dólar estadounidense como moneda de reserva y ancla de valor es una realidad extendida, existen ejemplos de naciones que han logrado construir y mantener sus monedas fuertes, preservando así una mayor autonomía en su política económica y fortaleciendo su soberanía. En estos casos vamos a ver claramente que la dependencia no es un destino inevitable, sino una condición que puede ser trascendida mediante políticas económicas prudentes, instituciones sólidas y una visión estratégica a largo plazo.

Uno de los ejemplos más emblemáticos es el del Reino Unido y su Libra Esterlina (GBP). A lo largo de su historia, el Reino Unido construyó un imperio comercial y financiero cuya moneda llegó a ser la principal divisa de reserva mundial. Si bien su preeminencia disminuyó con el ascenso del dólar tras la Segunda Guerra Mundial, la libra esterlina ha mantenido su estatus como una moneda importante a nivel global. El Banco de Inglaterra, con una larga tradición de independencia y credibilidad, ha desempeñado un papel crucial en la gestión de la política monetaria y en el mantenimiento de la estabilidad de la libra.

A pesar de sus fluctuaciones y los desafíos económicos, el Reino Unido ha conservado la capacidad de emitir y controlar su propia moneda, utilizándola como una herramienta fundamental de su política económica y sin depender de una moneda extranjera para sustentar su valor. En este caso puntual, se demuestra que una historia de estabilidad, instituciones fuertes y una gestión económica autónoma pueden consolidar una moneda nacional robusta.

La libra esterlina, como moneda fiduciaria moderna, no tiene un sustento material directo, como el oro o la plata. Su valor se basa en la confianza que el público y los mercados tienen en la economía del Reino Unido, en la estabilidad de sus instituciones (especialmente del Banco de Inglaterra) y en la política monetaria que implementa. Históricamente, la libra estuvo ligada a metales preciosos, particularmente a la plata (de ahí el término “esterlina”, que se asocia a la pureza de la plata). En el siglo XIX y principios del XX, adoptó el patrón oro, donde la libra era convertible a una cantidad fija de oro, aunque este sistema se abandonó definitivamente en 1931.

Actualmente, la libra esterlina se emite contra activos que posee el Banco de Inglaterra: deuda pública (comprando bonos emitidos por el gobierno británico, inyectando libras en la economía); reserva de divisas (manteniendo reservas en otras monedas como dólares o euros) y compra-venta de las mismas para influir en la cantidad de libras en circulación y otros activos. Es importante entender que en el sistema fiduciario actual, el valor de una moneda no reside en un bien físico subyacente, sino en la gestión responsable de la política monetaria por parte del banco central, la fortaleza de la economía que la respalda y la confianza general en su estabilidad como medio de intercambio y depósito de valor.

El precitado ejemplo demuestra que la construcción de una moneda fuerte y la reducción de la dependencia de divisas extranjeras son objetivos alcanzables. Eso sí, requieren de un compromiso sostenido en el tiempo con la estabilidad económica, la construcción de democracias e instituciones creíbles y la implementación de políticas que fomenten la confianza en la moneda nacional. Si bien el camino es complejo y lleno de desafíos, la recompensa en términos de autonomía económica y soberanía nacional es innegable, en tanto que estas naciones han podido demostrar que es posible navegar la economía global con una moneda propia como ancla de valor, en lugar de depender de la voluntad y capricho de otros.

En pocas palabras, está claro que haber renunciado a la plena soberanía monetaria nos ha implicado ceder una herramienta fundamental para el desarrollo económico, independientemente de que estemos nadando en oro, petróleo o litio. Un Estado con control sobre su moneda puede utilizarla para estimular la demanda interna, financiar sus proyectos de inversión, gestionar la inflación y responder a los shocks económicos de manera autónoma. La dependencia del dólar ata las manos de los gobiernos, limitando su capacidad para implementar políticas contracíclicas efectivas y para promover un desarrollo económico que responda a las necesidades específicas de su población.

Creo que, al menos desde la perspectiva que hemos mostrado hoy aquí, la búsqueda de una soberanía plena y una autonomía real exige un esfuerzo consciente por reducir la dependencia que tenemos de la moneda extranjera. Esto no implica necesariamente caer en un aislamiento económico, sino en propiciar la construcción de una moneda nacional fuerte y estable, respaldada por una economía diversificada y productiva, y por instituciones sólidas y transparentes que no utilicen los Bancos Centrales como fábrica de hacer billetes según su conveniencia populista. Sólo así, los países ricos en recursos podrán traducir esa abundancia natural en bienestar para sus ciudadanos, sin verse constantemente amenazados por las decisiones económicas que toma el presidente psicópata de una potencia extranjera. La verdadera soberanía reside, entonces, en la capacidad de decidir nuestro propio destino, incluyendo, por supuesto, el destino de la propia moneda.

Lisandro Prieto Femenía.
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FALLECE JOVEN ATROPELLADA EN SIMÓN BOLÍVAR TRAS VARIOS DÍAS DE LUCHAR POR SU VIDA

Tras varios días de permanecer en estado crítico, Angie Inés Onque Robles, una joven de 24 años, falleció debido a la gravedad de las lesiones que sufrió luego de ser atropellada en el distrito de Simón Bolívar.

El accidente ocurrió cuando la joven, quien se desempeñaba como secretaria del alcalde distrital, fue embestida junto a otro trabajador municipal por un vehículo cuyo conductor se dio a la fuga inmediatamente después del hecho.

El padre de la víctima, Pedro Onque Gómez, visiblemente afectado, exigió a la policía que se realicen las investigaciones necesarias para identificar y capturar al responsable del atropello.

“Pido justicia por mi hija. No puede quedar impune lo que pasó”, manifestó con profundo dolor.

Las autoridades policiales continúan con las diligencias de investigación para determinar las circunstancias del accidente y dar con el paradero del conductor fugitivo.

ACCIDENTE DE TRÁNSITO EN EL CENTRO POBLADO LA QUINUA DEJA VARIOS HERIDOS

Un accidente de tránsito se registró en el Km 144+300, en el Centro Poblado La Quinua, jurisdicción de Huariaca, con choque lateral izquierdo, dejando como saldo varias personas lesionadas y daños materiales en ambas unidades involucradas.

El hecho ocurrió entre los siguientes vehículos:
• Unidad 1 (UT1): automóvil Hyundai Accent, color plata metalizado, placa W4G-152, categoría M1, conducido por G. S. N. (32 años), con licencia A-IIb profesional, quien se dirigía de Lima hacia Huánuco.

• Unidad 2 (UT2): tracto camión Volvo FH 6X4 T, color blanco, placa V9H-927, con remolque placa VCK-993, marca Famech, color blanco con detalles verde, azul y celeste, conducido por L. H. H. (34 años), con licencia A-IIIc profesional, que se dirigía de Pucallpa hacia Lima.

Según la información preliminar, la UT1 terminó en la cuneta de su carril, al parecer como consecuencia del impacto con la UT2. Ambos vehículos presentan daños materiales sujetos a peritaje.

En el vehículo menor viajaban cinco personas, incluyendo un menor de edad. Los heridos fueron trasladados al Hospital EsSalud de Huariaca, donde fueron atendidos por el médico de turno Dr. Blas Arroyo. Los lesionados fueron identificados como:
• G. S. N. (32) – Conductor de la UT1, con diagnóstico de contusiones múltiples.
• J. H. E. (58)
• A. M. H. L. (50)
• J. T. S. (01) – TEC leve y policontuso
• J. S. H. (21) – TEC severo, quedó en observación.

Por su parte, el conductor del vehículo de carga pesada (UT2), L. H. H., no presentó lesiones y se negó a ser atendido por un médico.

Las investigaciones están a cargo de las autoridades correspondientes para determinar las responsabilidades del hecho.

¿ES DELITO HACER APOLOGÍA A FAVOR DE VLADIMIRO MONTESINOS?

Apología: un delito tipificado en el Código Penal

En el Perú, exaltar públicamente a una persona condenada por delitos graves puede constituir delito. Así lo establece el Artículo 316 del Código Penal, que señala:

"El que públicamente exalta, justifica o enaltece un delito o al que haya sido condenado por sentencia firme como autor o partícipe" será sancionado con pena privativa de libertad.

La norma es clara: no se puede justificar ni glorificar públicamente a personas con sentencia firme, sobre todo si se trata de delitos que atentan contra la democracia, la paz social o la vida. En casos más graves —como terrorismo, corrupción o lavado de activos— la sanción puede ser más severa.

No todo elogio es apología, pero si el mensaje justifica o enaltece los delitos cometidos, sí se configura como tal.

¿POR QUÉ DELITOS FUE CONDENADO VLADIMIRO MONTESINOS?

El exasesor presidencial Vladimiro Montesinos Torres, mano derecha del expresidente Alberto Fujimori, está cumpliendo condenas acumuladas de más de 25 años en la Base Naval del Callao por los siguientes delitos:
1. Corrupción de funcionarios
Por liderar una red de corrupción durante el régimen fujimorista, mediante sobornos a políticos, medios de comunicación y empresarios para controlar el aparato estatal.
2. Asociación ilícita para delinquir
Montesinos estructuró y operó una organización criminal desde el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).
3. Tráfico de armas
Fue condenado por la compra ilegal de armas destinadas a las FARC en Colombia, utilizando recursos y logística del Estado peruano.
4. Homicidios calificados y desapariciones forzadas
Vinculado directamente con crímenes de lesa humanidad, como el caso Barrios Altos, donde el grupo paramilitar Colina asesinó a 15 personas inocentes.
5. Lavado de activos
Montesinos ocultó bienes y fondos ilícitos obtenidos de las operaciones delictivas durante su gestión en el gobierno.

CONCLUSIÓN: ¿ES DELITO HACER APOLOGÍA A SU FAVOR?
Sí. Enaltecer públicamente a Vladimiro Montesinos podría constituir delito de apología, especialmente si se justifican sus acciones o se glorifican los delitos por los que ha sido condenado.

Su historial criminal incluye corrupción sistemática, violaciones a los derechos humanos, lavado de dinero y tráfico ilegal de armas, todos delitos graves que afectan el orden democrático y los principios fundamentales del Estado de derecho.

CIUDADANÍA EXIGE SEGURIDAD MIENTRAS LA CLASE POLÍTICA POLARIZA AL PAÍS

En medio de una creciente ola de inseguridad ciudadana, la población peruana clama por acciones concretas que garanticen su derecho a vivir en paz. Sin embargo, mientras los ciudadanos exigen mayor seguridad, la clase política parece más enfocada en alimentar la polarización, dividiendo al país entre "derecha" e "izquierda".
Para la mayoría de peruanos, la ideología pasa a segundo plano cuando se enfrentan a la delincuencia, el crimen organizado y la falta de respuesta estatal. Lo que demandan es claro: más seguridad, más presencia del Estado y menos confrontación política.

TC ARCHIVA ACUSACIÓN CONTRA KEIKO FUJIMORI POR EL CASO CÓCTELES

El Tribunal Constitucional (TC) declaró fundada la demanda de hábeas corpus presentada por la defensa de Keiko Fujimori y ordenó archivar la acusación fiscal en su contra por el caso Cócteles, donde se le investigaba por el presunto delito de lavado de activos.

La lideresa de Fuerza Popular era acusada de haber recibido aportaciones irregulares para sus campañas electorales de 2011 y 2016, que presuntamente habrían sido blanqueadas mediante la organización de eventos partidarios. Sin embargo, el máximo intérprete de la Constitución concluyó que la investigación y la acusación fiscal carecen de sustento jurídico.

EL HABEAS CORPUS DE LA DEFENSA
En febrero de 2024, la abogada de Fujimori, Giulliana Loza, interpuso un hábeas corpus ante el TC con el fin de anular las investigaciones fiscales. Argumentó que, antes de noviembre de 2016, no existía en el Perú el tipo penal de lavado de activos en la modalidad de receptación patrimonial, por lo que no podía imputarse ese delito por hechos anteriores a esa fecha.

Además, Loza sostuvo que tras la prisión preventiva dictada en octubre de 2018, se incorporaron nuevos elementos al expediente sin respetar el derecho a la defensa de su patrocinada.

LOS ARGUMENTOS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
El TC basó su decisión en dos aspectos principales. En primer lugar, señaló que la figura de lavado de activos en la modalidad de receptación patrimonial fue incorporada al ordenamiento jurídico recién el 26 de noviembre de 2016, mediante la modificación de la Ley N.º 27765.

“En tales circunstancias, interpretar que hubo un delito como el imputado presupondría realizar una aplicación retroactiva y desfavorable de la ley penal, así como una evidente afectación al principio de legalidad penal”, precisa la resolución del Tribunal.

Con esta decisión, el caso Cócteles —uno de los procesos judiciales más emblemáticos contra Keiko Fujimori— queda archivado, marcando un nuevo giro en la situación legal de la lideresa fujimorista.

JOVEN DE 27 AÑOS PERMANECE EN COMA TRAS BRUTAL AGRESIÓN CERCA DEL PARQUE EL MINERO

Un joven de 27 años se encuentra en coma luego de haber sido brutalmente golpeado por dos sujetos en inmediaciones del parque El Minero, en el distrito de Chaupimarca (Pasco).
Las cámaras de videovigilancia de la Municipalidad Provincial de Pasco registraron el ataque, donde se observa a uno de los agresores revisar los bolsillos de la víctima y posteriormente golpearlo de manera salvaje. Segundos después, ambos sujetos huyen del lugar al percatarse de la llegada del personal de serenazgo.
El joven fue trasladado de emergencia al Hospital Regional Daniel Alcides Carrión, donde permanece en estado de coma debido a la gravedad de las lesiones sufridas.
Los dos presuntos agresores fueron intervenidos por el serenazgo y puestos a disposición de la Comisaría PNP de Chaupimarca para las diligencias correspondientes.

Durante las investigaciones realizadas esta mañana, familiares y vecinos del joven agredido intentaron hacer justicia por sus propias manos, al no poder contener la indignación por el estado crítico de la víctima. La policía  logró controlar la situación y evitar agresiones contra los detenidos.
Los familiares exigen que el Ministerio Público solicite prisión preventiva para ambos sujetos mientras continúan las investigaciones.

JOVEN FUE VÍCTIMA DE VIOLENTO ASALTO EN CHAUPIMARCA: MADRE PRESENTÓ DENUNCIA ANTE LA PNP

En horas de la madrugada, ciudadana de 65 años, natural de Pasco y residente del barrio El Misti, se presentó en la Comisaría PNP de Chaupimarca para denunciar que su hijo C. Á. G. B. (27), habría sido víctima de un presunto robo agravado ocurrido la noche del 19 de octubre.

Según el testimonio de la denunciante, el hecho se habría producido aproximadamente a las 23:30 horas del domingo 19 de octubre, cuando su hijo fue atacado por dos personas identificadas como J. E. J. H. y R. M. D. A.

La señora relató que, cerca de la medianoche del 20 de octubre, su hija recibió una llamada del personal de Serenazgo, quienes informaron que su hermano había sido golpeado y asaltado, encontrándose en estado grave y siendo trasladado de emergencia al Hospital Daniel Alcides Carrión de Pasco.

Tras conocer la noticia, la familia acudió al hospital para verificar el estado de salud de la víctima, mientras la madre se dirigió a la comisaría para formalizar la denuncia. Durante la diligencia, recibió una nueva llamada de su hija quien le confirmó que su hermano se encontraba en condición crítica y sería operado de urgencia, además de que no conservaba ninguna de sus pertenencias personales.

La policía comunicó el hecho al Fiscal Provincial Penal de Pasco, Dr. Martín Jesús Cristóbal Jiménez, para las diligencias de ley.

Ambos denunciados fueron intervenidos mientras que la víctima de debate entre la vida y la muerte.

OSIPTEL ORIENTÓ A PERSONAS CON DISCAPACIDAD DURANTE FERIA INFORMATIVA MULTISECTORIAL EN PASCO

Usuarios fueron empoderados en sus derechos como usuarios de los servicios de telecomunicaciones.
 
En el marco del Día Nacional de la Persona con Discapacidad, que se celebró el 16 de octubre, el Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (OSIPTEL) participó en una feria multisectorial informativa en la ciudad de Pasco, con la finalidad de promover la accesibilidad a los servicios públicos de telecomunicaciones en los usuarios más vulnerables.
 
Durante la actividad, desarrollada en la plaza Daniel Alcides Carrión, se brindó información de los derechos y las obligaciones de los usuarios con discapacidad.
 
Además, se informó sobre los planes especiales de telefonía móvil para las personas con discapacidad, los cuales se pueden revisar ingresando a la plataforma Checa tu plan (www.checatuplan.pe), donde los usuarios pueden verificar la variedad de planes ofrecidos por Claro, Entel y Bitel, con precios en internet móvil que van desde S/ 15 hasta S/ 39. Estas opciones incluyen paquetes de datos que varían entre 2 GB y 27 GB, además de acceso ilimitado a redes sociales como WhatsApp y Facebook, dependiendo de la cobertura disponible en cada región.
 
En ese sentido, se precisó que, para contratar estos planes tarifarios especiales, los interesados deben presentar el Documento Nacional de Identidad (DNI) y su carné de Conadis (Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad).
 
En la feria multisectorial participaron instituciones como el Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (CONADIS), Oficina Regional de Atención a las Personas con Discapacidad (OREDIS), Seguro Integral de Salud (SIS), Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (OSINERGMIN), entre otros.
 
Ante alguna consulta, el OSIPTEL recordó a los usuarios que pueden acercarse a la oficina regional de Pasco, ubicada en la av. Circunvalación Túpac Amaru 175, Chaupimarca, de lunes a viernes, de 8:30 a. m. a 1 p. m. y de 2 p. m. a 5 p. m. También pueden comunicarse llamando al FonoAyuda 1844 o escribiendo al correo usuarios@osiptel.gob.pe