LOS QUE GANAN Y LOS QUE PIERDEN POR EL COVID 19

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. en filosofía y CCSS.

En todo hecho hay ganadores y perdedores y casi en todos los escenarios los vencedores serán pocos y los que pierden muchísimos.

Ganan las autoridades municipales y regionales, que como siempre trataran de sisear del presupuesto dado por el gobierno para desvalijar y saquear de manera sistemática e inteligente los presupuestos asignados, ellos y su grupo de magos elaboraran un perspicaz y mafiosa forma de comprar poco y gastar todo, manipulando y falseando facturas y boletas de pago para hacerlas ver que gastaron lo justo cuando se robaron casi todo, al final el pobre recibe lo que le dan y más aún en esta pandemia donde la necesidad de tener algo de arroz o azúcar es imperante, miserables autoridades, cicateros políticos y técnicos de la administración regional y municipal , solo nos queda decir que la venganza divina de que mueran miserablemente nos consuele ya que el mismo sistema de justicia no los alcanzara.

Ganan los que venden productos de primera necesidad quienes elevaron los precios haciéndose más ricos a costa de la necesidad y pánico popular, estos productores, distribuidores y vendedores con esta crisis sanitaria ya han asegurado sus utilidades de casi un año en menos de dos meses, malditos ustedes que el reino de los cielos no los espere sino los 7 infiernos los reciban.

Ganan los que venden productos de salud, las cadenas de boticas, farmacias, laboratorios quienes son los que más altas rentabilidades generan en crisis sanitarias, si ya en épocas normales sus ganancias son exacerbadas ahora en plena pandemia sus lucros se quintuplican, la salud es siempre un buen negocio.

Ganan los que ganan su sueldo sin ir trabajar, felices ellos y ellas que reciben su pago mensual sean nombrados o contratados en todo sector, ¡qué suerte¡, ¡lecheros¡¡da envidia esa gente ¡quizás porque estudiaron, se aseguraron con sus títulos universitarios o tecnológicos y se cercioraron puestos en el Estado o empresas privadas, dichosos ellos y bendecidos, ojalá se acuerden que compartir y ser solidarios son valores que exigen estos tiempos.

Pierde el sector vulnerable, el que trabaja el día para llevar dinero a su hogar, pierde el obrero que trabaja en obra de pago quincenal, pierde el comerciante que vende cosas que en esta emergencia la gente no necesita, pierde el sastre y el que vende ropa ya que nadie quiere mandarse hacer terno ni vestido, pierde el que hace arte, canto, música, teatro, danzas ya que solo da fama y satisfacción metafísica pero no alcanza para comer y en tiempos de pandemia no genera ganancias, pierde el profesor o profesora que solo trabaja en colegio particular ya que los padres no querrán pagar mensualidad de marzo ni de abril a pesar de proponer recuperación, pierde el dueño de un comedor o restaurante más sus cocineros y mozos ya que la gente hoy por obligación cocina en casa, pierde el músico y el que alquila disfraz porque las fiestas patronales de mayo, junio y hasta julio ya los mayordomos las han cancelado y no lo harán.

Pierde el transportista regional y local ya que el carro se oxida, y exige las cuotas mensuales y sin pasajeros que llevar la desesperación cunde, pierde el que vende electrodomésticos, muebles, DVDs, el ferretero, el cantinero y peor aún el dueño de discoteca, pierde el caficho, la furcia ya que nadie va al harén y basta solo el placer solitario.

Pierde el personal de salud, porque son los primeros soldados que a riesgo de sus vidas están trabajando sin sueldos justos porque tenemos un país que paga más al futbolista, que al educador o al profesional de salud; pierde el policía y el militar consciente quien guarda a la ciudad, al pueblo y caserío para que todos cumplan los protocolos de salud a riesgo de que el ladrón lo afecte , el delincuente lo afrente; pierde el que trabaja como serenazgo que ni seguro ni SIS cuenta , pierde el personal de limpieza pública que se lleva la basura de algún contagiado y es expuesto su salud y termine mal su existencia.

Pierde la minería y el petróleo, un país exportador de materia prima como es nuestro caso no tendrá ingresos superiores que le permitan asumir al gobierno hacer inversiones grandes en las regiones en los años siguientes, todo lo que suelta hoy en programas de asistencia social la factura la pagaremos con endeudamientos de billones que costearemos con más trabajo y apretando el cinturón del consumo, ah si la corrupción no hubiera mega robado, quizás habría más plata en la caja fiscal para enfrentar con éxito esta pandemia , pero no ,nosotros elegimos gobiernos nacionales, regionales y locales corruptos e incapaces.

Pierde la religión porque esta pandemia que ha puesto en jaque al mundo nos haces dar cuenta que así seas musulmán, islámico, budista o cristiano tus ofrendas o diezmo es mejor darlas a la ciencia porque dando a la creencia solo se enriquecen los sistemas religiosos mientras que nuestro presupuesto para la ciencia y la investigación es magro, escaso , tanto que hasta ahora no hay cura para esta y otras pandemias que vendrán, si quieres encontrar a Ala, Buda, o Jesucristo no cuesta más que tu fe y tu constancia en creer.

Pierden las carreras profesionales que son inservibles para estos nuevos tiempos, son vetustos y están deteriorados, los jóvenes de hoy deben elegir carreras de ciencia formal y factual que respondan a las nuevas estructuras del planeta y sus exigencias, hay carreras de adorno en nuestras universidades y tecnológicos y por ende sus profesores catedráticos están ya en extinción y de decoración.

Pierden los profesionales y técnicos que no podemos hacer nada más que mirar y estar guardados en casa, porque nuestra capacidad ya fue para otro período, nos queda el otoño de la nostalgia de los buenos tiempos vividos, solo queda recordar del aporte que hicimos en nuestra época, hoy ya no servimos más que como estorbo y carga a la sociedad que gracias a su humanidad se sigue vivo porque quizás formamos generaciones más solidarias.

Pierde el capitalismo ya que nos demuestra que no sirve para salvar a la humanidad ni a sus defensores, y el socialismo progresista podría ser una solución para esta nueva estructura mundial, la bolsa de valores cae, los mercados financieros colapsan, no solo es que entraremos en recesión mundial, sino que el sistema capitalista ya no da más, no sirve para el nuevo orden mundial que nos impone esta y las pandemias que vendrán.