La nueva ley del sistema de pensiones de las AFP, hoy duramente cuestionada por diversos sectores, fue aprobada con el respaldo de varias bancadas que ahora intentan deslindarse del impacto negativo de la norma. Resulta indignante que agrupaciones políticas que levantaron la mano para apoyar una ley que golpea directamente a los trabajadores y restringe su libertad sobre sus propios ahorros, hoy emitan comunicados tratando de lavarse la cara y presentarse como opositores.
Durante el debate y votación en el pleno de 2024, estas bancadas respaldaron sin reparos una fórmula legislativa que favorece intereses ajenos a los de los aportantes. Sin embargo, ante la creciente indignación ciudadana, ahora pretenden posicionarse como críticos, buscando evadir el costo político de su decisión.
La incoherencia es evidente: no se puede votar a favor de una ley perjudicial para luego fingir oposición. El país necesita bancadas con convicciones y responsabilidad, no partidos que actúan por cálculo político, votan leyes nefastas y, cuando el rechazo social se hace sentir, se disfrazan de salvadores.
La ciudadanía no olvida. El registro de votación está allí, y es un reflejo claro de quiénes defienden realmente los intereses del pueblo y quiénes actúan por conveniencia.