LÓPEZ ALIAGA Y MADURO: DOS DISCURSOS CON APELACIONES MÍSTICAS EN POLÍTICA

Las declaraciones del candidato presidencial peruano Rafael López Aliaga recordaron esta semana un episodio similar protagonizado hace una década por el mandatario venezolano Nicolás Maduro, ambos con un común denominador: el uso del simbolismo religioso para justificar decisiones políticas.

Durante una actividad partidaria en Lima, López Aliaga relató que una monja lo animó a asumir nuevamente la candidatura presidencial.

“Una monjita que no conozco, que fue a la muni, me dice: asuma su responsabilidad, asúmalo en el nombre de la Santísima Virgen María”, manifestó el líder de Renovación Popular, quien afirmó que su postulación responde a una “voluntad espiritual” y no solo política.

En 2013, en Venezuela, Nicolás Maduro —entonces candidato tras la muerte de Hugo Chávez— aseguró que el fallecido expresidente se le había “aparecido en forma de pajarito chiquitico” para bendecirlo al inicio de su campaña.

SIMILITUDES
Tanto López Aliaga como Maduro apelan a experiencias espirituales o místicas para legitimar su rol político y reforzar la conexión emocional con sus bases. En ambos casos, el discurso busca vincular la fe o el destino con la toma de decisiones políticas, apelando a un electorado sensible a lo religioso.

DIFERENCIAS
El contexto ideológico, sin embargo, es distinto. López Aliaga pertenece a un sector conservador y católico, donde la referencia a la Virgen María refuerza su perfil religioso. Maduro, en cambio, utilizó un símbolo personalista y místico asociado al culto político de Chávez, con una intención de continuidad ideológica.

CONCLUSIÓN
Aunque separados por tiempo, geografía y orientación política, ambos discursos comparten un mismo recurso: la apelación a lo divino como justificación moral y emocional del liderazgo político. En el caso peruano, la fe católica sirve de sustento espiritual; en el venezolano, el misticismo político mantiene viva la figura del líder fallecido.