Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. en filosofía
La tragedia del día sábado es la expresión de una práctica laboral inhumana, propia de salvajes empresarios de obras que ubican a las personas como objetos, cosas, piedras; estos desgraciados no tienen alma, son zombies dispuestos a comerse solo el utilitarismo de sus ganancias sin prever la humanidad que administran, sin pensar en la responsabilidad que tienen de sus trabajadores empleadores.
Pero lo más brutal de esta clase de empresarios es que exijan sin haber dado, que pidan sin haberles pagado, y lo más hipócrita que puedan decir, es que tampoco ellos tenían para pagar ya que el gobierno regional tampoco les pagaba; no que deben ser las empresas estas ¿solventes?, ¿no que estas empresas deben tener un fondo previsible?, ¡7 meses sin pago¡ a sus trabajadores ¿y aun así estos aceptaron ir a trabajar?, ni en los tiempos de la peor minería hubo un trato así, ¿que estamos viviendo?, ¿empresarios que aprovechan de la necesidad del pobre para exigirles con promesas prontas de pago que los operarios trabajen, empresarios que rentabilizan la miseria, capitalizan la desgracia de aquel que no tiene empleo para exigirles trabajar?.
Esta tragedia nos enrostra un montaje indigno para la clase trabajadora , nos hace voltear la mirada a otros espacios laborales donde no hay muertes pero si hay explotación y miseria, mozos que laboran de 10 a.m. a 10 p.m. y que ganan no más de 15 soles por día, cobradores de combi que trabajan de 7 a.m. a 7 p.m. y que ganan solo 20 soles por jornada, peones de obras de gobiernos locales que por día los cicateros de empresarios les pagan 25 soles por día y encima les efectivizan ese pago con de 3 o 4 meses de retraso.
O guardianes y agentes de seguridad que ganan por mes no más de 800 soles pero que trabajan de lunes a domingo 15 días seguidos y 01 de descanso; ni que decir de los serenazgos que arriesgan su vida cada noche, cada día, y todo por ello por solo 800 soles mensual sin ONP/AFP ni ESSALUD incluido.
Ni que decir de los trabajadores por comisión o porcentaje de las tiendas de electrodomésticos o inmobiliarias que trabajan sin ganar sueldo sino generan valor económico del porcentaje de la venta de un mueble, de un equipo, de un celular; hasta las empresas financieras que promueven créditos y cuyos agentes depende su ingreso económico del día de los clientes que puedan conseguir y que en el fondo es casi nada.
Los monstruos del mercado están dándonos sus resultados más notorios y que son realmente una inculta, chabacana y ruin manera de tratar al ser humano, ¿y las autoridades políticas que hacen?, ellos solo quieren nuestros votos, llegar al poder y después se olvidan de la clase trabajadora, de los marginales, de aquellos que no tienen voz, y que en nombre de la producción y el “desarrollo” matan hombres, destruyen hogares y encima se largan como cobardes sin asumir su responsabilidad, simples hombres, retazos de humanidad, monstruos de esta civilización.
