Marlene Moali Huerta
Estaba tijeritas filando sus tenazas para poder continuar con la misión que Dios le había encomendado a los cangrejos, cuando en eso escucha a un manacaraco pedirle ayuda urgente para salvar a una extraña mujer que habita cerca de una hermosa laguna. Dicen que está loca, te puede convertir en duende y hasta en tunche; además nadie sabe cuántos tiene. El manacaraco la ama, porque cuida sus guayabas y él puede tener su alimento asegurado, pero hoy está preocupado y quiere que el cangrejo le ayude, porque el manantial de agua fresca y cristalina, está secándose día a día.
Cuentan que en las partes altas de las montañas hay unos extraterrestres que tienen en sus espaldas unos aparatos azules que despiden veneno y están contaminando el aire el agua y la tierra de nuestro planeta. Tijeritas está preocupado porque hace poco ha visto uno cerca al puquio; está decidido a morderle siquiera un dedo, si este vuelve a aparecerse por el manantial de sus amigos..........