JOB, EL INTEGRO

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. En filosofía

Siempre respete a Job, ese personaje bíblico que Moisés nos dio a conocer, cuando sufres, cuando sientes que eres una basura, cuando tu moral esta como trapeador, recuerdas a Job y concluyes que lo que te pasa es casi nada a comparación de él.
Job era íntegro y recto, hoy en día hay contada gente así, los hay contrarios, corruptos, desviados, podridos; Job era de una clase social pudiente, es fácil ser pobre y limpio, y es difícil ser rico y recto, ¿Qué hombre con fortuna ha logrado su dinero siendo recto e íntegro? la mayoría de capitalistas son podredumbre moral del planeta.

Job era un millonario de su tiempo tenia bienes y propiedades inmensas, y lo mejor: una gran familia y aunque nada es perfecto una huraña como esposa.

Un día Dios convoco a sus hijos, entre ellos Lucifer y le dijo ¿has visto a mi siervo Job?, leal como él no hay en el universo, y el diablo le contesto, ¿cómo no va serte fiel si tiene todo, casas, plata, dinero, hijos e hijas?; y satán le reta a Dios diciéndole, “quítale y veras que te deja”.

Satán podría tener razón, cuando no nos falta nada y sobra, nos olvidamos de ir a la misa, al culto o perdemos la acción de ser buenos, solo cuando viene la desgracia recién volteamos la mirada al templo y la iglesia; Dios asintió y le dijo a Lucifer, está bien tócalo pero no lo mates.

Lucifer bajo a la tierra y Job sintió sus daños, le asaltaron sus ganados, robaron todas sus propiedades y se quedó en la total bancarrota y lo peor, murieron sus hijos e hijas; Job dijo: “Dios da, Dios quita, bendito sea”; y lucifer se quedó picón, confundido de que haya humanos que a pesar de la desgracia no abandonan su ideal, su creencia, sus principios.

Y Dios le dijo a Lucifer, ¿vez? Mi siervo Job es fiel e íntegro, Lucifer, le responde “piel por piel”, y Dios le permitió; fue así que Job enfermo de llagas y pus en todo su cuerpo, tanto así que olía horrible y nadie se le acercaba; y aun así en ese estado, Job dice: “Dios da, Dios quita, bendito sea”, lucifer se quedó boquiabierto.

Job se mantenía integro hasta que recibió el golpe mayor; enfermo, pobre, sin bienes , vino su mujer y le dijo: “me voy, nada eres, nada tienes, maldice a tu Dios y muérete” peor tragedia no puede haber, la mujer de la cual te enamoraste, tuviste hijos con ella, construiste e hiciste realidad tus proyectos, la que amaste, que en tu peor desgracia, en tu peor momento en la cual se supone debe estar contigo , se va, se larga; Job, a pesar de todo lo que le paso relata Moisés dijo “Dios da, Dios quita, bendito sea”.

Quizá seas cristiano, católico, ateo o agnóstico, lejos del prejuicio, Job es un paradigma de la fidelidad a los principios, a la doctrina que uno ha tomado como bandera, la fidelidad puesta a prueba; en tiempos donde hay pocos modelos referenciales, escasos ejemplos dignos de imitar, es necesario recordar y tener en cuenta a personajes como Job, símbolo de integridad y fidelidad.