“El pueblo unido jamás será vencido” es la locución que da inicio a la más famosa canción de protesta de la historia. Y, por contraste, pueblo que no se une, ya sabemos.
Nos hiere la salud el alto contenido de plomo (más allá de todo límite permisible) en nuestra sangre cerreña como efecto de la histórica explotación minera a tajo abierto. Nos hiere a todos, no solo al Paragshino, Yanacanchino, Chaupimarquino, Champamarquino, Ranqueño u otra vecindad nuestra. A todos.
Estos males de la explotación minera nos han sido impuestos como un DETERMINISMO: Un escenario implantado por una realidad pre-existente (anterior) a nuestras propias vidas y que, incluso, marca nuestra CULTURA, nuestra música, por ejemplo.
Siendo así, toda acción dirigida a exigir atención curativa por parte del Estado sobre estos males, debe comprometer y convocar la participación de todos los cerreños, sin excepción. Cualquier conquista que logre aminorar la intensidad de estas pesadumbres es, para nosotros celebrar y afianzar la VIDA misma, un canto a la FAMILIA CERREÑA, a nuestros NIÑOS.
Sin embargo, la MARCHA DE SACRIFICIO PROTAGONIZADO POR 58 CAMINANTES HACIA LIMA con fines de protesta por la NO atención estatal de la contaminación minera y sus secuelas, olvidaron los promotores de tal marcha la sabia consigna “El pueblo unido jamás será vencido”. Y, más que eso, han preparado, luego de la marcha, “festejos” por supuestos “logros” en la que han participado solo los marchantes provocando en el resto solo sonrisas incrédulas lo que -ya de por sí- es demostración de la fractura de la unidad cerreña.
Basta un solo testimonio, de otras muchas, para graficar la resquebrajadura social que como contrasentido ha traído a colación esta marcha: “El alcalde del distrito de Simón Bolívar, Zumel Trujillo, otorgó mal trato a mis pobladores cuando viajamos el día 30/09/15 a la capital a apoyar la marcha de sacrificio: Yo no soy el alcalde de Pasco, búsquenlo a él para que lo apoyen. Yo marcho solamente por el distrito de Simón Bolívar, nos dijo”, refirieron indignados el presidente del Asentamiento humano Tahuantinsuyo, Hermogenes Ventura Apelo y sus pobladores.
Llamarnos a una reflexión es urgente. No permitamos que actitudes personalistas y de pretendido aprovechamiento político, como las mostradas en la marcha, se conviertan en una suerte de anestésico colectivo que genere graves efectos disfuncionalidades contra los históricos ligamentos cerreños. Reconociéndonos una población en estado de vulnerabilidad crónica, enarbolemos frente a ello como nuestro carácter de siempre, nuestra férrea unidad. Divididos estamos ya vencidos los cerreños para toda futura lucha. ♣
Everto Carhuaricra Meza
CERRO DE PASCO
