Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. En filosofía
Siempre han servido nuestras desgracias y mal olores para que otros se enriquezcan, ganen dinero, hagan fortuna y luego se larguen, dejando en la misma miseria moral y ambiental a nuestro pueblo; no es nuevo el caso Patarcocha, es el reflejo de nuestra falta de previsión, de perspectiva de hacer utópico ese buen vivir que pocos lo anhelamos en la ciudad del frio, de los rayos, y ahora de los malos olores.

Otra laguna que había en Cerro de Pasco era la de Lulicocha, otro era la laguna al costado del Barrio de Champamarca que ahora gracias a la minería del siglo XX es una laguna contaminada y asfixiada por la actividad minera de la Cooper Corporation Cerro de Pasco.
El pueblo de Cerro de Pasco tenía dos cosas naturales en demasía, cerros y lagunas , cerro Uliachin, cerro Huancapucro, cerro San Juan, cerro Leon gasha, cerro rica Cerreña, laguna de chaquicocha, de yanamate, de la esperanza, de lulicocha, de Champamarca, y las dos lagunas de Patarcocha, la de beber y la de lavar.
Por los años 80 la actividad minera de Centromin Perú hizo que se tape una de las dos lagunas de Patarcocha, el que quedaba al pie del cerro Uliachin, donde es ahora el parque El Minero, o la urbanización Real de Minas; y para esas fechas ya estaban liquidadas las lagunas de Chaquicocha, Lulicocha, de la Esperanza, de Champamarca, y de Yanamate que agoniza.
Ahora los barrios de Túpac Amaru, Moquegua, Circunvalación Túpac Amaru, Yauli han convertido en wáter a la laguna de Patarcocha, hoy podrida, mal oliente y hecha un retrete.
Hoy la laguna que antes era una bendición ya que proveía de agua a los habitantes se ha convertido en una imprecación a la ciudad, ¿por culpa de quién? Por culpa de nuestra irresponsabilidad y falta de visión de futuro como Cerreños ; porque muchos pobladores no tenemos ni deseamos calidad de vida, por culpa de quienes años atrás años echaron sus aguas servidas a esta única posesión natural de aguas que cuenta la ciudad.
Tienen también la culpa las autoridades actuales y pasadas que dejaron pasar este problema, pero más pecado, gravamen y falta de escrúpulos tienen aquellos que en nombre de nuestra suciedad y ascosidad se hicieron ricos y se largaron de la tierra , nos engañaron, nos timaron y caímos.
Hoy se plantea tapar la laguna y aunque la ley de recursos naturales prohíbe, primero es la salud de los que vivimos en la ciudad, debe taparse; ¿porque recuperarla? ¿Para qué otros nuevamente otros se enriquezcan con expedientes mal hechos?, ¿para qué otros ejecuten obras de recuperación mal ejecutadas? y se hagan millonarios con nuestra desgracia, pues no.