MIOPIA SOCIAL

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. en filosofía

Mejor es no ver, mejor es no mirar, mejor es girar la vista hacia el lado amable, la pose segura, la postura que no genera incomodidad , la mayoría prefiere ser miope a su realismo, a su entorno actual, las masas optan por la ilusión y no por la razón, las mayorías respetan la esperanza pero se tornan amnésicos a la frustración , al fracaso, al rotundo perder constante, ¿será acaso que no cedemos al error de Adán o al tropezón del hombre sedentario que prefirió quedarse a vivir en un solo lugar y no salir como el nómade?

Hoy el ciudadano, ese ser racional en su título pero bruto en su conducta se aísla de la exigencia social, se separa de la protesta colectiva, prefiere tomar el sol o guardarse en su invierno, los ecos de la resistencia lo claman a viva voz pero hace de sordo desinteresado, no se vuelca a exigir, no se torna una voz que clama sino escoge a un silencio que lo torna esclavo.

Hay pobreza y solo protestamos, posteamos a través de la red social una especie de actitud de protesta ociosa, inactiva y varada, hay corrupción y ¿qué hacemos?, si, la criticamos, la observamos, pedimos justicia pero nuestro acto se limita a solo a eso, a pedir oralmente o digitalmente, renegamos y allí llego nuestro emprendimiento de exigir lo justo, somos conformistas.

La anestesia social ha hecho efecto en este siglo de seres humanos sometidos al imperio de los medios de entretenimiento, estamos arriados por la agenda de la televisión, la diversión o simplemente el vacío del placer, ese acto hedonista que los capitalistas la han hecho su fuente de poder para generar riquezas, el ser hedonista ha ganado la lucha entre el deber y el placer, el deber no tiene adeptos, ya no posee seguidores, y si los hay son escasos, pocos, y exiguos, en cambio el placer sensorial mueve a las masas, adquiere montones de dinero producto de esa pasión que el ser humano no puede controlar por siempre que por eso se pierde, se malgasta y desaprovecha su tiempo y espacio en este vacío existencial.

Por eso hoy el ser humano es miope a su realidad económica, social y política, acepta su pobreza, está de acuerdo con los moldes sociales, es pobre vivirá pobre y morirá pobre, admite que siempre los corruptos ganaran las elecciones, por eso se va al bar del desestres y llora su triste, agónica y lánguida realidad, grita y se paga con el servil del lucro de bar su desdicha, su infortunio y desamparo; ningún carajo lo consuela ni lo motiva, sabe que desde que nacimos en este país de mierda los ricos seguirán siendo millonarios y los pobres seguirán siendo desagraciados y la clase media seguirán siendo eso cabrones serviles y acomodados que bailan de acuerdo a la música colectiva que le pone la clase elitista. Salud por ello sigan viviendo sus menesterosas vidas.