SE NECESITA INCENTIVAR INVERSIÓN Y MEJORAR LA COMPETITIVIDAD DE MOTORES DE LA ECONOMÍA

Gremio solicitó a gobierno apostar por la acuicultura, la industria forestal y la industria.

El paquete lanzado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) que busca la reactivación del país tiene un costo que debería ser acompañado por políticas para incentivar la inversión y mejorar la competitividad de los diversos motores de la economía, entre ellos las exportaciones, porque solo así podrá acelerar el crecimiento nacional, manifestó el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Juan Varilias Velásquez. 

“Ya hemos señalado el impacto del incremento del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) sobre la competitividad exportadora. Sabemos que en momentos de crisis este tipo de medidas son las más recurrentes, pero esperamos que el gobierno no pierda el norte y haga énfasis en el impulso de la inversión privada y la competitividad de los sectores productivos”, dijo. 

Añadió que una forma será garantizando la vigencia en el largo plazo de los regímenes laborales de aquellas actividades generadoras de empleo y que reactivan las economías regionales. Recordó que en el 2017 la agroindustria ayudó a crear 1 millón 132 mil empleos entre directos, indirectos e inducidos, la minería 733 mil, el agro tradicional 532 mil 660, las confecciones 225 mil 365 y la pesca 130 mil 476. 

“Hay sectores como la acuicultura, el forestal, la industria y otras actividades extractivas que tienen un gran potencial y que están esperando tener un marco jurídico que promueva las inversiones y puedan dar un salto como el que en su oportunidad dio la agroindustria”, refirió. 

Detalló que de generar 335 mil 597 empleos en el 2006, la agroindustria ayudó a crear en el 2017 casi 1 millón 133 mil. “Esto no hubiera sido posible sin la Ley de Promoción Agraria, modelo virtuoso que debe ser replicado en otras actividades”, enfatizó. 

Refiriéndose al incremento del Impuesto Selectivo al Consumo, Varilias añadió que al ser un impuesto base para el IGV, su efecto es mayor no solo en los costos de producción directos, sino también en los fletes y la comercialización de productos en el mercado interno. 

“El ISC a los combustibles afecta la competitividad de los exportadores, sobre todo en la energía que se usa en el proceso productivo, por lo que su incremento tendría que ser trasladado al bien final. Recordemos que no hay mecanismo de devolución por el ISC, ni tampoco por el IGV a los combustibles”, comentó Varilias.