REDUCCIÓN DE COSTOS REGULATORIOS ALIVIARÍA SITUACIÓN DE CADENA TEXTIL-CONFECCIONES

Medianas empresas destinan alrededor del 20% de sus utilidades en regulaciones laborales (Sunafil), de seguridad (Indeci) y ambiental.

La actividad forestal, la acuicultura y la minería no metálica son sectores con un alto potencial exportador debido a la riqueza del país, pero enfrentan un sinnúmero de barreras que sólo podrán superadas con políticas ad hoc.

Las regulaciones excesivas en la cadena textil-confecciones incrementan sus costos administrativos. Por ello sería importante reducirlos para mejorar su competitividad, habida cuenta que ambos subsectores sufrieron caídas en los últimos años, sostuvo el socio-gerente de Economía Aplicada en APOYO Consultoría, Geoffrey Cannock, durante el ‘I Foro de Políticas de Desarrollo de las Exportaciones’, organizado por la Asociación de Exportadores (ADEX).

Cannock resaltó la importancia de las políticas sectoriales a fin de construir soluciones apropiadas a problemas específicos. Un muy buen ejemplo de la importancia de este tipo de políticas es el modelo agroexportador cuyo éxito goza de un reconocimiento internacional.

En el certamen realizado en la sede de ESAN, mencionó que el manejo de un conjunto de instrumentos tributarios, laborales, infraestructura y promoción en el agro, permite la generación de empleo formal y mejor remunerado y la creación de polos de desarrollo regionales. Sin embargo, hay brechas que representan un reto para la política sectorial.

Mencionó que la actividad forestal, la acuicultura y la minería no metálica tienen un alto potencial exportador debido a la riqueza del país, pero enfrentan un sinnúmero de barreras que sólo podrán superadas con políticas ad hoc. 

Textil-confecciones

Sobre la cadena textil-confecciones, mencionó que enfrenta altos costos regulatorios, rigidez laboral, atomización en la producción de fibra de algodón, dificultades para desarrollar encadenamientos productivos regionales, entre otros, por lo que planteó optimizar la normativa regulatoria laboral (Sunafil), de seguridad (Indeci) y ambiental. 

También sugirió implementar sistemas de capacitación y consultas para que las empresas puedan hacer una correcta aplicación de la normativa. “El gasto promedio anual de las empresas medianas en lo que a costos regulatorios se refiere, es en promedio S/ 612 mil 625, monto que representa el 1% de sus ventas y el 20% de sus utilidades. En cuanto a las grandes empresas, el monto es de más de S/ 1 millón 143 mil”, precisó. 

Acciones

En ese sentido, planteó algunas medidas. Una es que Essalud se encargue de la centralización y flexibilización del proceso de exámenes médicos ocupacionales, así como la optimización de la normativa regulatoria y su aplicación en relación a su costo y competitividad respecto a países competidores.

“Hasta el momento no podemos recuperar el nivel de años anteriores. La cadena textil-confecciones genera 400 mil empleos en 16 regiones del país con gran valor económico gracias a productos bandera como el algodón y la alpaca. Sin embargo, el costo de la mano de obra en Perú es más del doble que en los principales países ‘low-cost’ como China, Turquía o India”, explicó.

Clústeres y zonas económicas especiales

Cannock señaló que otros problemas que aquejan la cadena en cuanto a productividad e innovación son la alta tasa de informalidad, el poco ingreso de nuevas empresas, inversión extranjera directa, y transferencia de conocimientos de diseño y moda, bajo el actual sistema de negocios (confección en base a diseños del cliente).

“Se debería elaborar y poner en marcha clústeres productivos liderados por la cadena textil-confecciones para que se integren a la industria del diseño, todo ello a través de la creación de Zonas Económicas Especiales (ZEE), que deberán ir de la mano con un plan nacional que promueva la exportación de las pymes y el mayor ingreso de empresas”, concluyó.