Por Juan Diego Paredes Reategui – Director de Orienta 3.0
Se puede definir al machismo como aquella idea que justifica la superioridad del hombre sobre la mujer. Distintos autores señalan que el machismo es el principal factor de riesgo y causa principal de violencia contra la mujer y que explica las relaciones de desigualdad varón-mujer.
La Real Academia Española define al machismo como la actitud de prepotencia de los varones respecto a las mujeres y también como una forma de sexismo caracterizada por la prevalencia del varón.
Este sistema de creencias, ideas, pensamientos, etc., no tiene un fundamento real donde apoyarse, pues clasifica y juzga a las personas por sus características biológicas, dejando de lado las diferencias individuales que poseemos.
Por otro lado, Gilles Lipovetsky, filósofo y sociólogo francés, señala que la forma de vivir de las mujeres ha pasado por tres paradigmas:
• En el primer paradigma, la mujer aparece como seres engañosos, en algunas sociedades tenía funcionas domésticas. Sin embargo, no tiene un papel que sea de relevancia y permanece en el olvido.
• En el segundo paradigma, la mujer es exaltada. Es en el renacimiento donde esto tiene su apogeo (un ejemplo es la Divina Comedia). Pero vemos que es la mujer quien engrandece al hombre.
• En el tercer paradigma, aparece la posmujer o mujer indeterminada según el filósofo. Esta ya no es definida más en función del hombre, ahora es una posibilidad que ella misma construye. Ahora ella tiene la libertad de elegir.
Como vemos, ahora la mujer ya no se subyuga al varón, ahora lucha por su libertad, por su emancipación. Sin embargo, se enfrenta a una sociedad que quiere perpetuar el machismo de forma discreta.
Recordemos que la igualdad de género es un derecho fundamental. Esta lucha por la igualdad comienza por nosotros y nosotras.
Si eres víctima o testigo de violencia contra las mujeres, llama a la Línea 100.