“UN LUNES CUALQUIERA”

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. En filosofía

Cuando vi al Maestro Cesar Pérez Arauco entregar el báculo del poder a Teódulo Quispe huertas, note un reclamo histórico de maestro a alumno con su tierra de ambos, hacerla digna, nueva y con futuro.

Cesar Pérez siempre fue maestro de la historia minera del Cerro de Pasco, por el se conoce lo que es la significancia de los trotes de la relaciones minería y ciudad, los troces entre mineros y compueblanos cerreños, la marcada diferenciación entre la vida del minero y la vida del mercantilista, del ciudadano, de aquel que vive fuera de la mina pero depende de la mina para sobrevivir.

Si tuvimos a un Yanahuanquino, como lo fue de Víctor Espinoza Soto en el poder regional, otro Chaupihuaranguino como lo fue Félix Rivera Serrano y después al Paucartambino Klever Meléndez Gamarra, pues ahora se tiene en el poder a un Cerreño : Teódulo Quispe huertas, y como dicen los viejos, “el Cerreño es enemigo de otro Cerreño”, era lógico esperar en estos casi 60 primeros días de administración regional las arremetidas y criticas a sus decisiones de quienes tienen el derecho de criticarlo.

Teódulo Quispe tiene la enorme responsabilidad mas que como invitado del fujimorismo, mas que como empresario o minero, tiene el deber de que como Cerreño haga de su ciudad una nueva urbe, haga de esta ciudad derruida por la excavación un constructo de nuevas oportunidades, que un minero demuestre que los mineros siempre fueron la bendición para el desarrollo de la ciudad del Cerro de Pasco.

Luego de 3 gobiernos regionales, se tiene lo que muchos Cerreños querían, un verdadero Cerreño en el poder, uno nacido entre la nieve y el frio, uno estudiado y forjado aquí en la tierra de los “cóndores de Pasco”, uno que ha reclamado confianza y apoyo en la elección tanto en primera y segunda vuelta.
La mayoría de los que viven en el Cerro de Pasco, han votado por el, casi podría afirmar técnicamente que le debe su éxito electoral al votante Cerro pasqueño, ya que Daniel Carrión y Oxapampa eligió a Klever, y Pasco en abrumadora mayoria hizo que hoy sea Presidente regional. Dicen que la política buena y el político exitoso en el Perú es bien visto y será respetado por las obras, las buenas obras, esa obras que marcan destinos, que se quedan y son útiles, aquellas que la población reconoce en el tiempo.

De allí que el minero Teódulo Quispe Huertas, tiene que cambiar la tierra minera con obras de impacto; mejorar la imagen de nuestra alicaída ciudad, el asume el reto de que proyecte y haga realidad las ilusiones y fantasías del “pueblo mártir” a decir de Shisha Pérez con cariño. Los mineros salieron del socavón y construyeron su ciudad como pueda y como sea, ahora debe ser un minero quien la ordene, la mejore y luego de 4 años debe dejarla mejor que la que la encontró, esa es su responsabilidad, no importa a quien nombre en los cargos de confianza, lo que interesa es que esos que designa, hagan realidad esos sueños de que nuestra sociedad sea, esa sociedad del Cerro, del cerro de plata, de cobre, de plomo, del zinc , valga, sea digno y vivificador.