DE SEMANA SANTA A SEMANA TRANCA

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. En filosofía

Jesucristo vio a Jerusalén y dijo que sería destruida, ya que era una sociedad que no reconocía a sus hombres y mujeres de bien que buscaban su vanguardia y perfeccionamiento, “y lloró”, lloró así como se llora por esta sociedad podrida y roída por la corrupción, la inmoralidad y sodomía en la cual convive.

Jesús lloró, por una sociedad que ama de boca para afuera, que es hipócrita y saducea, tal como fueron los nicolaitas de esos tiempos, también en estos días existen nicolaitas que están detrás o al lado de los conquistadores y vencedores, de los que tienen el poder sea económico, político ,social y militar , y se olvidan del pobre ,del menesteroso a quienes solo ven en la época de elecciones al cual acuden cada 4 o 5 años a buscar su voto y luego les cierran la puerta, los desconocen y hacen amnesia social, urbana y de servicio al prójimo.

Jesús entro a Jerusalén montado en un burrito, como símbolo de humildad y servicio a los demás, pero hoy, los gobernantes una vez ganado el poder, se sientan en sus camionetas de la cual emanan orgullo y petulancia, van y comen en restaurantes caros, visten ropa elitista, y se precian de sus logros y éxitos obtenidos con los instrumentos de la inmoralidad, la ilegalidad y el tramite corrupto con la cual han logrado lo que tienen y lo que son.

Cuando Jesús ingreso a Jerusalén lo recibieron los pobres y desamparados ; los ricos estaban ocupados en sus rentas, en sus gestiones de como robar, de sisar más del imperio, como son también los de ahora, esos ricos que las 24 horas del día piensan como asaltar las arcas públicas , defraudar tributos, y como explotar a su trabajador; por eso Jesús diría "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que entre un rico entre al Reino de los Cielos"; cuando eres millonario tienes poder, dinero, riquezas, , influencias, casi todo, pero solo eres un miserable gusano que nace, crece, vive y muere, y si vivió como un perro morirá como perro, esa es la vida, por eso el dinero no lo es todo, así como lo describió magistralmente Tolstoi en su relato de “La camisa del hombre feliz”.

Estos días de semana santa se han convertido en semana de trancas, donde en vez de reflexión hay borracheras, en vez de meditación hay juergas, la gente viaja para hacer turismo y no para hacer altruismo, sociedad descarriada la que somos, corrupta y mediocre la que representamos; donde pocos son referentes en valores y esos pocos no los escuchamos en la radio, ni los vemos en la televisión , no existen en nuestro mundo pragmático y salvaje que hemos construido, de razón el Señor dijo, “hipócritas” , “dicen una cosa y hacen otra”, son “guías ciegos”, no le faltaba razón ayer y ahora.