Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. En filosofía
La inauguración de la cochera municipal de propiedad de la minera y de intangibilidad para la oficina desconcentrada de cultura, hacen creer que el alcalde provincial quiere enrumbarse como protagonista levantando la bandera de la “defensa de la ciudad” y la recuperación de la “dignidad pasqueña”, bandera política que es bueno y resulta en tiempos donde el presupuesto escasea, estas tramoyas sociales siempre da palmas y aplausos en tierra de pro y anti mineros.
Estos elogios tienen como fin hacer de Rudy un “alcalde defensor de la abusiva minera”, si ya tenemos un pro minero en la región, pro mineros en distritos del entorno, ¿porque tendría el alcalde provincial seguir el compás?, tiene que ir contra corriente: ser un anti mina, no desea obras por impuestos, ya se apropió de una de sus propiedades a la minera, que más señales ver para concluir que Rudy quiere ser héroe, aunque aún no se sabe ¿contra que y quien es su pelea?.
Hacerse al anti minero siempre es bueno para los políticos, muchos de los antepasados alcaldes y gobernantes regionales ganaron por serlo, ya que una parte del pueblo tiene anticuerpos con las mineras, a pesar de que viven de ella reniegan de la misma, y no es nada raro que hoy aparezcan esas mismas poses, para una vez logrado esas metas, se olvidan de esos idealismos para sentarse a gobernar y traicionar a los que confiaron en ellos.
Lo que hace Rudy no es nuevo, ya lo hizo en el pasado Carhuaricra con su mensaje “la deuda histórica”, “defensa de la ciudad” y puso la cereza en el pastel al organizar el famoso paro del 27 de noviembre del año 97; luego ya sabemos en qué quedo toda esa movida popular; muchos sufrieron y poquísimos ganaron.
Después Oswaldo de la Cruz fue más pragmático: me acuerdo que cuando la minera intento cerrar al tramo Chaupimarca – Paragsha por esa vía de Ayapoto, Oswaldo fue con los tractores y reabrió con bronca y mecha incluida esa vía, aunque después el tiempo y el desuso generado por el anillo vial se encargó de cerrarla.
Luego Valentín hizo algo mejor: “orden y firmeza” asumió la bandera de “respeto a la ciudad” y no converso nada con la minera, exigió la pista que hasta hoy enlaza San Juan y Chaupimarca, pista que le puso un límite de avance al tajo abierto.
En el devenir Tito Valle hizo el anillo vial, un círculo de pista de concreto que circulaba por todo el entorno del tajo abierto, anillo vial que hasta hoy sirve a los peatones, transportistas y lógico también a la minera.
Después Jhoni Ventura fue quien más estratégicamente limito al avance de la minería en el ámbito urbano, al construir obras en el límite al tajo abierto con la ciudad de San Juan y Chaupimarca (Polideportivo, Casa de la juventud, Casa Vegas, veredas en el jirón Lima).
Hay que entender que una cosa es “defensa de la ciudad” y otra es generar ingreso a partir de tomar propiedades de la minera y zonas de intangibilidad del Ministerio de cultura; a diferencia de las anteriores autoridades, lo que ha hecho Rudy tiene más fines monetarios y rentistas, ya que el ingreso que generara las cocheras municipales superan mensualmente los 20.000 soles, aumentando así los gastos corrientes que espero ayudaran a invertir en obras sean de infraestructura, de educación y cultura; en un año de “vacas flacas” no le queda otra a Rudy que recoger, generar y cobrar por todo, sino se quedara sin caja chica y sin billetera para asumir la campaña regional que le espera el 2018.
