Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. En filosofía y CCSS
En la tierra de la mezquindad valoran cuando te vas, cuando comparan y saben que como tu hay pocos, la sordidez hace bien su trabajo en el Cerro de Pasco, la mudez del reconocimiento , la ceguera a la obra, y no ves donde todos miran, nuestra inmadurez ontológica hace que pues lo bueno que hace el hijo sea desconocido por el padre, o el estoicismo de la madre sea no valorado por la madre, el esposo cuando se esfuerza y se sacrifica y la esposa que no aprecia ello, o viceversa cuando existe una mujer estoica y el cónyuge no valora esa dedicación de su mujer.
Por eso en nuestra tierra reina el autobombo, se ordena el autoelogio, se compra uno mismo el regalo o la franela se contrata, los aplausos se alquilan y las loas se tasan a sol, ¿porqué de parcos seres que podemos esperar?, la abstinencia es total cuando se trata de reconocer a quien intento e hizo algo que aquel que solo regalo y no hizo casi nada, la población muchas veces aprecia la obra cuando lo necesita y no solo cuando lo ve, gratifica una obra cuando esta le sirve y no cuando solo la mira, por eso la tardanza, por eso llega tarde siempre el dar la razón, la palma se eleva cuando el hacedor o los hacedores ya no están y se fueron de esta vida.
No les dimos su lugar a nuestros héroes en su tiempo, nos les ensalzamos a nuestros músicos y cantores en su momento, nos les encumbramos a nuestros constructores, mineros, artesanos, científicos y autoridades en su tiempo, existieron, ayudaron, ensalzaron la tierra, forjaron un mejor porvenir para los coterráneos, pero ni cuenta nos dimos, la indolencia gano, la indiferencia reino siempre, ¡desagradecidos! Porfiaban algunos que se sacrificaron por la tierra minera, ¡malagradecidos! sostenían otros que dieron todo por la tierra del Cerro de Pasco.
Por eso apareció el robo institucional, nació la coima y el chantaje, cuando no hay reconocimiento a la labor queda el latrocinio pecuario, el lucro y la ganancia a montones, cuando no hay aprecio ni desprecio, mejor es llevarse en bandeja de plata y oro lo que hay, así emergió el pragmatismo, donde no hay encomios mejor es la ganancia efectiva y financiera, donde no hay halagos mejor es dinero en mano “que cientos de aplausos”.
Estos días, la gente intercambia regalos reconoce dones y talentos de sus amistades, loa favores y reconoce ayudas sean estas abstractas o concretas, las personas valoran amistades sean por interés o desinterés, por eso se reconocen, se halagan y se adulan, se exalta para sembrar un mejor porvenir, en la serie Game of Thrones Tyrion Lannister hace elocuencia con ese adagio “se bueno y amable con toda la gente, porque nunca se sabe cuándo las vas a necesitar”, interpretando seria, se hipócrita con toda la gente mostrándote amable y bondadoso con ellos porque algún día los utilizaras para tu beneficio.
