POESÍA PSICOLÓGICA O UN PASO MÁS (O MENOS) DENTRO DE LA EVOLUCIÓN

Lic. Isaías Joel HURTADO SANTA CRUZ

La poesía no debe describir un sentimiento, debe ser ese sentimiento. Nos hemos pasado la vida leyendo, y escribiendo, poemas que describen el amor, odio, venganza y otros sentimientos que el ser humano experimenta en la vida, pero de ahí, poco o nada se ha hecho para avanzar. Esto quizá se deba al poco conocimiento que tenemos de nosotros mismos. No ha sido el mismo sentimiento que se ha manifestado, como lo qué es, desordenado, sin respetar el tiempo ni el espacio, ni esas sucesivas acciones que creemos que existen en la vida real. Borges, en uno de esos cuentos que nos hacen pensar que la vida es sueño y el sueño la vida misma, nos dice que la poesía no debe describir la guerra, debe ser la guerra misma.

En mis estudios psicológicos, analizando procesos mentales, no he encontrado aún a alguien que pueda amar ordenadamente, ni a nadie que pueda expresar algún sentimiento de esa manera. Sea por la estructura neuro-funcional, donde millones y millones de neuronas transmiten su información, suponemos que en un solo momento podemos pensar y sentir miles de cosas, hasta contradictorias.

He creído necesario hacer esta explicación antes de presentar estos poemas experimentales que he venido escribiendo desde he descubierto los libros de Jung, Abraham y Freud.

 SOLTHING III

Despierta,
DES – PIER – TA…

Ser tú o no serlo.

¡CÁLLATE…!

Sólo quieres que sienta compasión por ti.

¡SILENCIO!
Silencio…

La reina de tu ajedrez se ha vuelto loca
y se fue en ELE para no volver jamás.

Hay algo en ti,
un poco extraño,
en tus ojos se dibujan las muertes de la luna.

Peón artero,
cuasi africano,
canta la secuencia mortal del sacrificio.

Mi hijo ha muerto entro mis brazos,
¿Ha vuelto Atila?
¬¡Son sólo los judíos que han asesinado a cristo!
No lo creo,
parece que el libro de filosofía se ha repetido.

Mamá,
¡MA-MÁ…!
Hay  algo en la luna que anuncia muertes.

Es extraño,
pero alguien ha caminado por la casa sin dar un solo paso.

Es Soledad que consume psicotrópicos
para no sentirse tan sola.

SOLTHING IV

No te vayas,
quédate,
ha salido el sol.

Es una noche que no acaba.

Lástima…
¿Deben sentirla por mí?

Estar encerrado en este hospicio
y no poder hacer nada más
que estar encerrado.

¿Qué hora es?
Hace tiempo que he dejado de contar los segundos,
no era imposible hasta ayer.
Han sido miles,
ya casi olvido cuántos.

Muerte.
¡Muerte…!
La música ha construido los orificios de tu piel.

Ya casi no recuerdo como sonaba tu voz.

Alguien ha muerto,
un israelí ha matado un niño palestino,
de mil balazos en los sueños;
pero eso no le interesa a los cristianos
ni al vigilante que no me deja gritar.

Y este pedazo de momento se debe llenar de sueños y esperanzas.

Has venido a verme,
te has vestido de chocolate
y de recuerdos que ya no hacen sufrir.
Escucho a alguien
– Tranquilo, todo tiene solución –
y los miedos vuelan evitando los satélites que he dibujado en las paredes.

Ordena todo,
no lo dejes así.

El tiempo ha dejado de existir.
¿Acaso vendrás a curar esta locura
que anda muy de la mano de tu sonrisa teocrática?

Vendrás y saldremos a buscar rosas,
espero que esta vez la florería no esté cerrada.


AVSRIZ V

In memoriam

Crucifijo,
¿Alguien ha muerto?

Tic tac,
¡TIC TAC!
¿Nunca acabarás?
Rómpete ahora,
deja el tic tac de lado.

 Azul,
y toda abra cambiada. 
¡Está raíz no es más
que tus estúpidas lágrimas!

Contemos,
un dos tres,
un dos tres…

Silencio.
Ha muerto alguien,
y yo que sólo ando tan preocupado por vivir.

¿Rojo?
Que se asesinen tus ojos
al costado de las muertes que has provocado.

Silencio,
¡Silencio!
No quiero confesarme que has muerto.
Te vestiré de tul,
saldremos a mirar el atardecer.

Pájaros cantando,
¿Entiendes?

No,
no has muerto.
No había nadie colgado del madero.
Lic. Isaías Joel HURTADO SANTA CRUZ