Por Fiorella Gutiérrez
Antes de la cuarentena me dirigía al distrito de Puente Piedra, iba sentada en la cúster, luego de cinco paraderos, antes de llegar al Óvalo Puente Piedra, subieron cinco delincuentes: 2 mujeres y 3 hombres. La mayoría de las personas, iban sentadas, y no se percataban de los individuos que habían subido, a pesar de darme cuenta que estos enajenados eran delincuentes, no podía hacer nada. Poco a poco se iban descubriendo ellos mismos. Uno de ellos se sienta al costado del conductor sobre el motor (donde está prohibido, pero muchos igual no lo respetan); otro, se sienta a mi costado; una de las mujeres y uno de los hombres se paran al costado de este. La delincuente más joven se para mirando hacia el lado contrario de estos dos. Después, la criminal mujer, de más edad, junto al otro maleante, le dicen a una señora (que está sentada delante de mí), que su dinero se había caído en el asiento. Luego, comenzaron los dos delincuentes a mover rápidamente las manos y le quitaron el celular. Nadie decía nada por miedo a estas bestias. La señora empezó a decir: ¡No está mi celular! Un señor bajaba y le comenzaron a bolsiquear, esta vez, fueron más evidentes. Nadie sabía qué hacer. Se empezaron a escuchar murmullos de la gente y los cinco desvergonzados bajaron, solo había pasado 6 minutos y en tan poco tiempo estos delincuentes ya habían robado, habían puesto sus reglas, y nadie podía hacer nada ante estos despreciables.
Este solo es uno de los pequeños casos de delincuencia, y eso reafirma que estos enajenados individuos, hacen y deshacen todo por robar. A ellos no les importa si todos los ven, con tal que cumplan sus objetivos delictivos, ellos no van a parar, tampoco tienen piedad por las vidas humanas.
Entonces podemos inferir que, debemos ser muy precavidos y cuidadosos ante la desvergonzada delincuencia. Pues lo cierto es que, ahora debemos convivir con la COVID- 19; empero a la vez, ¿podremos convivir también con la delincuencia?
Los delincuentes no son piadosos, no saben de valores y la mayoría de ellos asesinan, ya que se sienten dueños de la vida de otra persona.
Los robos, asaltos a mano armada en motos, autos, diferentes tipos de estafas, los asesinatos, heridas de balas, marcas, sicarios, etc., son como el pan de cada día.
¿Qué debemos hacer ante tanta delincuencia? Evitar usar alhajas u otro objeto que pueda llamar la atención de los delincuentes. Jamás sacar celulares. Si vas a realizar pagos de bienes y servicios, se recomienda hacerlo mediante transacciones bancarias y emisiones de cheques de gerencia y así evitar el traslado de dinero en efectivo.
Y los policías, ¿no se abastecen para estar en todo el Perú? ¿Es necesario las rondas vecinales?
En nuestra realidad, muchas veces los policías no llegan en el momento que lo amerita, por ende, es de vital importancia las rondas vecinales: acordar, planificar, establecer reglas entre los vecinos de la comunidad, ante la aborrecible delincuencia. Es necesario resolver este tema con la municipalidad y serenazgo de tu distrito.
Si estamos solos y somos atacados por un delincuente, lo mejor es no resistirse, puesto que no podemos poner en riesgo nuestra vida.
La policía, el serenazgo, la municipalidad, la fiscalía y los ciudadanos no debemos ser piadosos con ellos; al contrario, debemos hacer que estén encerrados. No existe ningún motivo para justificar la delincuencia. Necesitamos más énfasis para combatir la inseguridad ciudadana. Es necesario afianzar los brazos de todas las instituciones encargadas de detener la delincuencia o sino no viviremos para contarlo.
Necesitamos más policías en las calles, más alerta en las comisarías y serenazgos. Ciudadanos más precavidos.
¡Debemos siempre estar alerta!
Fiorella Linda Gutiérrez Lupinta
Terapeuta de lenguaje, escritora, columnista y artista.