TEMPESTAD EN LOS ANDES

Así se titula el emblemático libro (1927) del ilustre moqueguano Luis E. Valcárcel, en la que profetiza que cuando el indio conquiste su desagravio y logre su reivindicación, acontecerá entonces una TEMPESTAD EN LOS ANDES. Debemos leerla especialmente los andinos.

Que diría Valcárcel al saber que los pasqueños, nos hemos inventado ahora nuestra particular “tempestad en los andes”: las dos candidaturas que han prevalecido y que disputarán la presidencia del gobierno regional Pasco en la segunda vuelta electoral son, precisamente, aquellos que más dudas generan sobre cuál de los dos es la peor incluidas, incluso, las otras ocho perdedoras.

En el caso del re-reeleccionista Klever Meléndez, se trata de algo más que dudas. Los rasgos de ineptitud e ineficiencia y una septicemia de corrupción salpican y envuelve a los funcionarios que aún laboran con él, los que muy probable continúen en el funcionariado y articulando con más sapiencia en caso gane la segunda vuelta.

Sobre lo que se suma el estado de encarcelamiento en la que se halla sumido el líder de ésta opción cuyo más destacado legado conocemos los cerreños: “no interesa que no haya agua potable en Cerro de Pasco, eso se arregla con un panetón Kleverino para cada uno”.

El otro caso, del ‘Chirigallo’ Teódulo Quispe. De ganar las elecciones esta opción el que va a sentir que el presupuesto regional le está brindado va a ser la madame Néstor Valqui y hermanos dedicados, también, a la ejecución de obras cedidas por alcaldes coaccionables. Si la carne está servida ¿quién puede culpar a un buitre de tener buen apetito? Sabemos, el arrimado al fujimorismo, Valqui, fue quién operativizó la empatía de Keiko Fujimori para con Teódulo Quispe, y viceversa. Tal para cual.

Sobre lo que se suma el carácter henchido de capataz oteador del Chirigallo, quien considera su hacienda minera a Pasco y sus rendidos jornaleros a los pasqueños, convencido que así es el orden natural de las cosas.

El fenómeno resulta especialmente perturbador cuando se constata que, entre ambas opciones, han atraído cerca del 60% de los votos del electorado pasqueño.

¿Es posible mitigar esta tempestad alto-andina? Gradualmente sí.


Se presenta, en ese sentido, la urgente necesidad de reafirmar, consolidar, estabilizar a las ORGANIZACIONES SOCIALES DE BASE, para erigirlos en oposición atenta, celosa y lista que denuncie y delate ante la sociedad pasqueña, toda recaída en corruptelas y que el gobierno regional no sea convertido, otra vez, en chacra de ambiciones de grupos.

Pero, más allá de esa inmediatez, cualquiera de ambas opciones resultara la ganadora, nos queda a los pasqueños una gran tarea por delante: es la de restaurar nuestro sentido de ciudadano y recuperar nuestra autoestima y dignidad colectiva frente al engaño y envilecimiento que las pequeñas dadivas politiqueras las han sucumbido. Esa tarea debiera convertirse en la SAVIA DE MORALIDAD para no repetir resultados electorales de perplejidad como la que tenemos al frente hoy por resolver.

En “TEMPESTAD EN LOS ANDES”, Luis Eduardo Valcárcel, nos la dice de esta forma: “La nación en formación solo lo podrá hacer el indio, todo depende de su fuerza, de su organización y la lucha que emprenda en la realidad social. Solo falta encontrar su líder (su Espartaco andino) que pueda conllevar a agrupar a las grandes multitudes que aspiran a realizar hazañas históricas”. 

Everto Carhuaricra Meza
Cerro de Pasco – PARAGSHA
#963994509