GOBERNADOR, VIRREY Y ALCALDES

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. En filosofía

La gente voto a favor del Gobernador regional por más trabajo y no tanto para eliminar la corrupción, siglos de conducta corrupta en la región Pasco, no se cura en 100 días; la gente quiere trabajo, empleo, no faenas voluntarias sin pago, sino labores remuneradas; la protesta pasada de los trabajadores de Construcción civil, fue mal canalizada, reutilizada y de paso aprovechada por la empleadora para pedir los adicionales y luego se lleve el dinero como toda empresa privada a otras inversiones cuando debería primero cumplir sus compromisos de pago con sus trabajadores, el avance es lento y la obra no es útil, el adelanto en dinero es más que el resultado en la ejecución.

Pero también existe un desbalance, un juego de escondidas entre el mandante regional y los ejecutores de la obra, “una especie de chapada sin agarre aun”, ¿a que juegan? o ¿quién le sigue el juego a quién?, Consorcio Pasco es el jugador que ya movió su ficha hacia un fin claro, lograr sus adicionales, hacer la obra como dice el expediente y después irse, dejando la herencia conductual que caracteriza a las contratistas, buena ganancia, pésima obra.

Debe mejorar en su trato con la gente el presidente, el pueblo lo puso allí, pero el pueblo se voltea fácil, porque como usted actúa, sus funcionarios actuaran, como usted trata sus gerentes lo harán, no le pedimos ser un excéntrico o director de beneficencia, pero si abrirse, escuchar, atender, escuchar al pueblo y a sus mandantes es mejor que ponerle en nombre de usted a un representante.

Mientras tanto el virrey Rudy, tiene que convencer a los vecinos de Uliachin para que no haya oposición para la construcción del Relleno Sanitario, lo que piden la mayoría de Uliachin es justo: obras y empleo, como dice el tío Chanini en el Cerro de Pasco, todo es huashca, “me das, te doy”; porque si no hay Relleno sanitario, ¿dónde trataremos las 70 toneladas de basura que produce irresponsablemente la ciudad?, si el botadero de Rumillana ya está colapsado y cuesta caro su mantenimiento a la municipalidad; 17 millones inversión en una obra por impuestos no podemos desperdiciar en estos tiempos de “vacas flacas”.

Yanacancha, tiene que cambiar más, hasta ahora solo ha cambiado el color de la casa municipal, pero las quejas por la basura, por los bares, y los constantes actos delincuenciales que son expuestos por los medios de prensa gracias a las cámaras de vigilancia, cada vez más hacen creer que Yanacancha es ciudad insegura; actuar ahora antes de que después nos pasen factura.

En Rancas, se alistan para festejar sus bodas de diamante, después de la herranza y su festejo, ahora otro festejo, a gastar más en huasca que en obras, no es bueno señor, pero como al pueblo le gusta fiesta, pues pague más a los músicos y artistas de Rancas, sean huayneros, jaraneros, mariachis, cumbiamberos y chicheros pero que sean de Rancas, Paragsha, Mariátegui, Buenos Aires y Champamarca, pero que de fiestas sea esta y la última hasta setiembre donde hay que rendirle a Taita Icsha, tierra de fiestas nuestro Cerro de Pasco.