PEDRO

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. En filosofía

Pedro era un pescador antes de ser llamado por el Rabí, como todo pescador de esos días, era inculto, chabacano, tosco, rudo y malmirado; sin embargo el rabí lo convoca a ser parte de su equipo que transformaría la vida de las personas, de millones de personas.

Cuando uno escoge un equipo sea deportivo, empresarial, político, y de otros rubros, pues lo último que escogería seria a Pedro, por eso hasta ahora me pregunto ¿cómo el rabí escogió incultos, chabacanos y homúnculos en su equipo evangelistico?

Pedro era como hoy son muchos de los hombres, escépticos y prácticos. El rabí tubo que demostrar a Pedro con hechos que no era ningún chiste la misión a la cual le invitaba a ser parte y luego de hacerlo le dijo: Pedro “te hare pescador de hombres”, el rabí le propone y por momentos le impone salir de la zona de confort a Pedro, él era un buen pescador, estaba bien con su vida y de repente llega un desconocido y le reta; a veces tú también estas todo bien, estable, y tranquilo con tu situación sea económica, familiar, amical y de repente viene el Señor y te reta a hacer y realizar otros retos mayores.
Cuando Pedro se unió al grupo del Rabí, pues demostró ser un tipo “camiseta”, un seguidor a ultranza y por momentos desbocado, nadie duda de su entusiasmo y dedicación a la obra del rabí, pero como todo ser humano tenía errores; le prometió a su maestro en la última cena que él lo seguiría hasta la muerte, sin embargo ya sabe usted lo que paso, lo negó a su rabí y no una sino tres veces, ¿traidor?, ¿cobarde?

Cuando paso toda la vía crucis del rabí y resucita, se reúne con todos sus seguidores, Pedro ya no estaba, al menos tenía la vergüenza de no ir a saludar al resucitado después de haberle negado y no creer en el . Pero allí el rabí demuestra su concepción maestra de las relaciones humanas, lo manda a llamar, ¿Quién hace eso?, convocar a quien te traiciono, a quien te negó, sin embargo el rabí lo llama.
Llega Pedro, imagina la escena, todos los seguidores allí, imagino que algunos dirían, “ahora maestro dile lo traidor que es”, “humíllalo” , pero el rabí lo lleva a otro sito y a solas conversa con él, ¿qué tal?, y en esa charla el rabí le pregunta tres veces a Pedro si lo ama, al cual Pedro responde que si, después el rabí le da el encargo de ser el quien lidere su nueva religión, que organice su iglesia , que instituya su Cristianismo, ¿impresionante no?. Decirle al traidor hazte cargo, quizá si le decía eso a Juan sería justo, Juan se lo merecía, ya que el discípulo amado estuvo con el rabí hasta el final, pero no sucede eso, es a Pedro quien le da esa misión.

Quizá tu eres como Pedro, fementido y pávido, y piensas que no tendrás otra oportunidad para tu vida, sin embargo si existen las oportunidades renovadas, se dan los nuevos espacios de remozar tu existencia, aun así le hayas fallado a alguien, a tu esposo, a tus padres, a tus amigos, hayas fracasado en algo, ten la seguridad de que siempre hay un nuevo mañana, un nuevo día, una nueva oportunidad de ser, existir y de construir un mundo mejor.