CUANDO LA SALUD ES DOLOR…

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. En filosofía

Me conmovió la mujer que hablaba por el móvil desde Lima a un programa radial de las dos de la tarde, en su impotencia hizo una catarsis colectiva, realizo un estoica actitud, y a nosotros los oyentes nos dolió en el alma; en cualquier momento nos puede pasar, a ti, a mí, a él, ya que la mujer denunciaba la injusticia cometida, la mella de su dignidad que sufría por culpa de unos galenos incapaces, inhábiles y torpes, en su imposibilidad la mujer resumía a coro la queja de muchos pacientes, en su desesperación extraía el mensaje comunal de muchos asegurados, hay una pésima, deficiente e incapaz administración de la salud en Cerro de Pasco.

No es novedad este asunto, el sistema de salud en Pasco atiende pésimo, por eso a pesar de ser asegurado eliges irte a una clínica privada aun así sea dolor de diente u operación básica, pero esa opción es para los adinerados, pero ¿para los de la clase media y asegurados?, no hay más elección que arriesgar sus vidas yendo al hospital, sacando una cita, y aun así te acepten, solo la demora en atenderte es un generador de vísceras y atosigador de hígado la que te produce.

El asegurado ingresa con una simple gripe y muere por otra razón, entra con una molestia estomacal y fallece por operación, es operado y luego pierde el estómago, después los médicos sustentan que no fue negligencia, y dan pretextos médicos ontológicos que siempre usan para florear a los familiares.
Lo demás es cuestión de relaciones públicas , apagar el caso, silenciar y todos felices, menos los afectados, menos los sufrientes, los dolientes , aquellos que como esta mujer padecen y sufren allá en Lima los errores de los médicos que trabajan en Pasco, estos médicos que pisotean su juramento hipocrático, estos médicos que ensayan con nuestras dolencias, estos médicos que practican con nuestras enfermedades y tienen el cinismo, la hipocresía y el descaro de sonreír después del latrocinio galeno cometido.

Ellos ríen entre sus comidas de sus errores, la buena salud del paciente ¡al carajo¡ entre sus dichos manifiestan burlas, socarronerías, gramáticas toscas y de discriminación contra los asegurados.
¿Quiénes son el motivo de existencia del sistema de salud?, los asegurados, gracias a los asegurados se llevan mensual buenos sueldos, bonificación, productividad que sobrepasan miles de soles, ¿a cambio de qué?, a cambio de liquidar, de destripar, de matar a los pacientes, a los asegurados, aquellos que confiados van al hospital para encontrar curación y obtienen mutilación, van a buscar sanarse y ubican matarse, van a recuperarse y logran empeorarse.

Cuando el poeta del pueblo Cesar Abraham Vallejo Mendoza escribió en su poema “Los 9 monstruos”, retrataba también lo que pasa aquí en Pasco:

“Y, DESGRACIADAMENTE, el dolor crece… a cada rato,…y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces y la condición del martirio, carnívora voraz, es el dolor dos veces…Jamás, hombres humanos, hubo tanto dolor en el pecho,… Jamás, señor ministro de salud, fue la salud más mortal y la migraña extrajo tanta frente de la frente!... Crece la desdicha, hermanos hombres,… El dolor nos agarra, hermanos hombres, por detrás de perfil, … nos clava en los gramófonos, nos desclava en los lechos,…y es muy grave sufrir, puede uno orar… ¡Cómo, hermanos humanos, no deciros que ya no puedo y ya no puedo con tanto cajón, tanto minuto, tanta lagartija y tanta inversión, tanto lejos y tanta sed de sed!, Señor Ministro de Salud; ¿qué hacer? !Ah! desgraciadamente, hombres humanos, hay, hermanos, muchísimo que hacer...”