OLVIDADO PELOTON

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. En filosofía

El 17 de setiembre del 2015 un grupo de hombres y mujeres salieron desde Paragsha, Mariátegui, Rancas, Quiulacocha, y otros lares, hartos de mecidas del gobierno central, cansados de poses gubernamentales y hastiados de burocracias ineficaces, fueron convencidos de que en este país, solo “el que llora mama”, “ el que no reclama , no consigue”, “el que no protesta no logra nada” , llegaron todos juntos a la histórica plaza Carrión, banderas en mano y con las fuerzas morales superpuestas, respiraron, re oxigenaron sus pulmones y juraron llegar si o si a su meta, a su destino, sin falsías, y sin renunciamientos continuar el camino y llegar al propósito.


Movimientos sociales en Cerro de Pasco de esa magnitud fuero pocos, la del 97 por decir del siglo pasado, ese afamado paro regional que movilizo a miles pero que al final se negoció en nombre de esos miles, los paros y protestas posteriores fueron mezquinos en sus metas , sórdidos en sus logros y repitieron la costumbre con la cual terminaron casi todos ellos, “negociando debajo de la mesa”, por eso que los paros, protestas y olas de reacción social terminan siempre cediendo los que la lideran, vendiéndose por un “plato de lentejas”, lo mismo que pasa con todos los procesos iniciados de revocatorias, los promotores de revocatorias terminan mercantilizando parte de la decisión popular, terminan comercializando sus planillones, usan la firma de muchos para beneficio de esos pocos, ese es el hábito social de los que lideran paros, protestas y revocatorias.

El pelotón 58 y su acción de protesta justa o injusta, digna o mellada, razonable o infausta, salió y llego, partió y no se quedó, inicio y termino la jornada, los frutos creo que han sido mercadotecnia en los medios de prensa de diversa índole, fue un corto antecedente y momento vital en nuestra historia.

Después de esa exitosa movilización social, las expectativas acerca del pelotón y sus futuras acciones, intervenciones y lograr reivindicaciones fueron mensajes emocionales, palabras y más párrafos, el pelotón se armó y a la vez se desarmo embriagado de los encomios y los panegíricos que recibieron, sus integrantes conformaron una directiva que no se hizo presente de manera activa en otras luchas, se ahogó y al parecer pelotón feneció.

Nadie el 17 de setiembre pasado que fue sábado día judío recordó con acto simbólico esa acción estoica de 58 ciudadanos que conscientes de su interés social, caminaron, marcharon y se la jugaron por problemáticas históricas de nuestra ciudad, no hubo recordación, ni arenga, ni mensaje de renovación de luchas o endose de nuevas movilizaciones.

Nadie el 17 de setiembre pasado les hizo una felicitación por todos esos resultados que sacaron a favor de sus zonas, porque no se trata de celebrar, de festejar, sino de brindar con uva la acción y cumplir un año es para renovar ideales, por allí suena un orfeón que se conmemorara el 01 de octubre con la llegada de un político muy importante.

Admiro al pelotón porque salió, llego y logro; mucho, poco, algo o bastante pero se ve resultados, pero ¿politizarlo?, ¿usarlo solo por interés político y no social?, ¿etiquetarlo solo para una agenda de lucha?, seria perder un colectivo civil muy importante teniendo en cuenta la poca honorabilidad que tienen la mayoría de organizaciones sociales que hay en el Cerro de Pasco.