“Es un papa que no teme intervenir en los problemas reales que afectan a la sociedad”, afirma presidenta ejecutiva de institución.
La presidenta ejecutiva de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), Carmen Masías Claux, saludó la llegada del papa Francisco a nuestro país, este jueves, y destacó su mensaje de fomentar la unión familiar para combatir la drogadicción, un problema que –en palabras del Sumo Pontífice– constituye una nueva forma de esclavitud para el hombre de hoy.
Masías se refirió al discurso que el Papa dio en noviembre de 2016 durante el encuentro de la Pontificia Academia de las Ciencias, en El Vaticano, en el que señaló que uno de los factores para caer en la drogadicción es la ausencia de la familia y que para hacerle frente es necesario implementar programas sociales orientados a la salud, la educación y la unión familiar.
“La formación humana integral es la prioridad –dijo aquella vez Francisco–. Ella da a las personas la posibilidad de tener instrumentos de discernimiento, con los cuales pueden desechar las diferentes ofertas y ayudar a otros”.
Recogiendo ese mensaje, Masías recordó que entre los programas que desarrolla DEVIDA destaca Familias Fuertes “Amor y límites”, que promueve la unión, la comunicación y la confianza necesarias entre padres e hijos para alejar a estos últimos del camino de las drogas. “Promovemos familias que funcionen, cuyos miembros puedan dialogar, negociar y fijar límites”, aseveró.
Desde 2012, cuando fue implementado en el Perú, Familias Fuertes “Amor y límites” ha promovido la integración en más de 128 mil familias. El año pasado benefició a más de 19 mil familias peruanas de 21 regiones del país.
La presidenta ejecutiva de DEVIDA también resaltó el llamado del papa Francisco a no ver a los drogodependientes como “objetos o trastos rotos”, sino como víctimas del narcotráfico, que deben ser apreciadas en su dignidad para poder ser recuperadas.
Resaltó que el líder de la Iglesia católica se pronuncie sobre el flagelo de la drogadicción, así como lo hace sobre asuntos como la inmigración o la destrucción del medio ambiente. “Es un Papa que no teme intervenir en los problemas más graves que afectan a la sociedad”, señaló Masías, “y el problema de las drogas lo es”.
