PARO AGRARIO, ¿ES SUFICIENTE?

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO

Lic. en filosofía

Los agricultores nuevamente protestaran exigiendo su derecho a ser tratados financieramente mejor y mejorar su magra economía, su pobreza de rentas y su insuficiente modo de vivir con calidad.

Es justo lo que piden y es correcta su lucha, sin embargo en nombre de los agricultores hay máculas de seres humanos que han lucrado con su pobreza, se han hecho acaudalados gracias a sus necesidades, los han usado para llegar al poder y estando allí no han hecho más que amnesia hacia los hermanos del campo.

Incluso hoy mismo muchos viven de tu calamidad y aprovechan tus sufrimientos colectivos para seguir saqueando y robando a través de los programas sociales que ofrece el Estado que van dirigidos hacia los agricultores pero más se benefician los burócratas y tecnócratas con el dinero que debe ser dirigido directamente al bolsillo del hombre del campo.

¿No es acaso los dueños de la tierra y la producción del campo quienes deberían liderar el progreso de los pueblos?

¿No es el agricultor quien sería el protagonista de la civilización y el avance post industrial de esta sociedad?

¿Por qué el agricultor de este país es el pobre y rezagado y el agricultor de otros países es el millonario y post moderno ser humano?

El agricultor peruano depende en su mayoría del subsidio de Estado y no de su capacidad para llevar a niveles comerciales su producción a ámbitos internacionales, las respuestas a estos cuestionamientos tiene muchas tesis y denota variedad de réplicas, pero ya no, es necesario una revolución agroindustrial, una refundación del sistema de producción, comercialización, administración y planeamiento a largo plazo de toda la agroindustria del país.

Intentos ha habido y muy serios, buenas intenciones siempre las hubo, de parte de los gobernantes y de quienes detentaron el poder, si fue así e incluso es así, ¿qué falla?, ¿Por qué no hay ese despegue?, ¿quiénes son los responsables?, ¿los mismos agricultores?, ¿los que dirigen el Estado?

Si, apoyemos el paro agrario, exijamos mejores precios, buen trato al producto peruano, si estamos de acuerdo, pero no basta, no es suficiente, es necesario acciones más profundas, los paros y movilizaciones sociales generan protagonismos políticos y dirigenciales pero no acciones sistemáticas que apunten a metas más sostenibles, si quiero que me paguen más por la papa que produzco ¿qué valor agregado me ofrecen?, ¿cuál es el “plus” del producto?, ¿ el fruto que ofrezco apunta a mercados locales, regionales o internacionales?,¿ tiene los requisitos de calidad que exigen estos niveles de mercado?.

Es momento de repensar y redirigir los esfuerzos mentales para mejorar nuestra realidad de la agroindustria, y todo comienza por liar los bártulos de mentalidad a los hombres y mujeres del campo, eso suena a desenvolver proyectos de desarrollo de capacidades en los agricultores, brindarles las herramientas mentales para generar en ellos metas altas e ir a vender a mercados amplios y del extranjero, hoy más que nunca invertir en la capacidad del agricultor es la gran tarea pendiente.