SISMOS

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO

Lic. En filosofía y CCSS

Después del temblor surgen ironías, profecías, burlas, apreciaciones serias, aguda exigencia de responsabilidad, en fin, los sismos de la naturaleza son tan impactantes y preocupantes similar a los sismos humanos, los temblores que hacen que cada uno de nosotros sienta pavor cuando enfrentamos situaciones en la cual se pone en riesgo nuestra existencia.

El sismo de la pobreza, que hace temblar a quienes acaparan la riqueza y que saben que cuando un pueblo tiene mayoría de pobres vienen las revueltas y el hartazgo a un sistema donde tiene mas quien acumula capital y no hay repartición equitativa.

El sismo de las enfermedades que cubre todo manto social, no respeta clases sociales ni creencias, las enfermedades son un sismo permanente cuyo fin es la muerte y que en muchas ocasiones ya es en vano prevenirla o curarla ya que no tiene sanación y solo le queda el ser humano la resignación.

El sismo de la problemática familiar que afecta a quienes, por razones de alcoholismo, irresponsabilidad paternal o maternal, o afecciones sentimentales transforma a lo que era un paraíso al inicio a un verdadero infierno donde los afectados son los hijos e hijas más que los propios padres.

El sismo de la frustración amical, aquella en la cual una persona da toda la amistad posible, entrega y sacrificio a sus amigos y estos como devolución le dan apatía y desgano a su problemática, este miedo es realmente atroz y perjudica al positivismo de vivir en confianza y seguridad.

El sismo de la ingratitud de los hijos hacia los padres, esta que es mezquina, y realmente llena de egoísmo, hijos e hijas que se olvidan y se vuelven amnésicos frente a los seres que durante décadas los ayudaron a florecer, y que ahora ni siquiera envían o visitan a sus padres por razones de que sirven a otras familias o se olvidaron de quienes sustentaron todo su ayer.

El sismo de no aceptar la realidad, que hace daño porque crees o asumes una sub realidad en la cual eres tú el único que cree que estas bien o te está yendo mejor, cuando a tu alrededor todos notan tu subjetividad de no aceptar una cruel realidad, y que es necesario desvelarte para saber de manera objetiva tu vivir y su situación real para que así no creas que tu vida es felicidad cuando en el fondo solo es necedad y disfraz.

En realidad, hay muchos sismos no de la naturaleza, pero si del ente humano, sismos que solo queda estar preparado porque nada en la vida ni nadie es seguro, y siempre queda estar listos cuando estos aparezcan y hagan de nuestra vida un vaivén, una dubitación, una encrucijada donde tomar las decisiones correctas serán difíciles y disimiles.