CALIDAD DE VIDA, SIN AGUA NI HOSPITAL

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO

Lic. En calidad de vida

¿Hay cambios?, ¿se sienten las transformaciones históricas?, pues nada, “la vida sigue igual” como titula la canción de Julio Iglesias ese español que nos enseñó que ser mujeriego te lleva tarde o temprano a ser fiel por asuntos de finanzas más que por razones afectivas, en nuestra región ¿hay permutaciones?, ¿hay hitos trascendentes?, ¿obras magnánimas?, pues nada, solo hay toques de trompeta anunciando el menú de la selección de personal y el lonche de las observaciones a los procesos.

La gestión regional está en el pantanal de la herencia de obras sin concluir que le dejo Teódulo si ese Cerreño que prometió “Pasco y para los pasqueños” que nunca cumplió y ahora al igual que Teódulo el gobernador actual imita fielmente al decir “Pasco para los pasqueños” pero en su obrar mantiene foráneos, hay letanía en el gobierno regional, descenso en la efectividad, parálisis de cognitividad, es un címbalo que solo suena y resuena, se anuncia reapertura del proyecto del agua y después nos enteramos que no hay presupuesto, se proclama ya la pronta actividad del hospital regional Carrión y luego nos enteramos que la meta es hacerla record Guinness y no afanarse en desarrollar su ya atención a la población, eso desacredita el gobernador, lo tilda de “chamuyo”, lo pre conceptúa de “palabrero” , pone maquinaria a favor de Junín desdeñando con explicaciones técnicas su mal proceder.

Es una nada la gestión regional, es un embote, una paralización lenta y que lleva al ciudadano común y corriente a decir “no pasa nada con el Oxapampino”, deberían repasar a Hobbes ese filosofo de la cruda realidad, ponerse su sombrero intelectual y ser conscientes de que deben moverse más y su eficiencia debe llegar al terreno y no solo quedarse en la retórica, en la demagogia apurada, la gestión regional solo es petardo que suena cada tiempo, pero no hay impactos sociales que sean positivos, no hay marca, su logo “calidad de vida” no coincide con el trato de calidad, con funcionarios de calidad, con ejecutivos de calidad, operadores de calidad y más aún un gobernador de calidad, lo que si hay la polarización de ese término “cantidad”

Eso si hay, cantidad de desatinos, cantidad de obras que no llegan ni comienzan, cantidad de personal atorado en los concursos a puestos laborales, cantidad de presupuestos que no se ejecuta ni se define, cantidad de personas, pero no de profesionales especializados en su sector para hacer girar la máquina, cantidad hay, ¿calidad? Está en duda.

Si su lema es calidad de vida, ¿Por qué aún no tenemos agua las 24 horas al día?, si es calidad de vida su motor semántico de gestión, ¿porque hasta ahora nada del hospital? Si su gobierno nos ofrece calidad de vida, hasta ahora solo noto cantidad, pero no calidad.