PBI NACIONAL SE DUPLICARÍA AL 2030 POR LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA)

Al 2030 se estima que el crecimiento económico mundial, proporcionado por la Inteligencia Artificial (IA), será de 15,7 billones de dólares; mientras que, en el Perú, como consecuencia de la alta adopción de la tecnología IA, el PBI nacional podría duplicarse y los índices de productividad se verían triplicados a 7,3 % para 2030, según informó el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan).

En ese sentido, el Banco Interoamericano de Desarrollo (BID) considera que la industria de servicios empresariales en el país sería la de mayor crecimiento, percibiendo la necesidad de 279 % más de personal capacitado en IA que se formaría en las instituciones privadas y públicas.

A nivel mundial se observa una tendencia creciente de la inversión en tecnologías IA; es así que al 2021 el valor de inversión alcanzó aproximadamente 201 mil millones de dólares; representando un incremento de 198 223 millones en relación al 2012.

De esta forma al 2021 tenemos a Estados Unidos como el país de mayor inversión, alcanzando un valor de 106 741 millones de dólares; en segundo lugar, se ubica China con un valor de 46 898 millones de dólares, sumando ambos países, alcanzará el 76% del total de inversión para ese año.

En América Latina la inversión se presenta en menor proporción, pero bajo la misma tendencia creciente; siendo Brasil el país más representativo con un valor de 1099 millones de dólares en el año 2021 respecto de 33 millones en el 2012.

Cabe mencionar que desde el 2020, diversos países de Latinoamérica han comenzado a establecer estrategias de IA, empezando por impulsar la investigación y desarrollo de sistemas autónomos en las universidades.

En tanto, el Perú inició proyectos de IA desde el 2018; sin embargo, presentó su estrategia de IA en el año 2021 con el objetivo de alinear los ejes principales de esta tecnología con el desarrollo del país.

Bajo ese marco, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social impulsó una plataforma de aprendizaje automático y reconocimiento de imagen que permite la detección temprana de la anemia. De igual manera, en el contexto de la crisis sanitaria, se desarrollaron dos nuevos proyectos, el primero denominado COVID: Control de Virus Dinámico, que utilizaba inteligencia artificial para realizar prediagnósticos de virus; y un segundo proyecto denominado SIAMA, en el cual se utilizaba el aprendizaje profundo para informar, alertar, monitorear y asistir a personas sintomáticas del virus.

Asimismo, al 2021 el Perú presentó su Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA) que definía seis “Ejes estratégicos” orientados a la adopción y apropiación de la IA como propulsor del desarrollo nacional; estos ejes fueron: Formación y Atracción de Talento (formación de competencias en investigación), Modelo económico (IA como herramienta de innovación), Infraestructura Tecnológica (facilitar la creación de infraestructuras tecnológicas que sean base para la IA), Datos (facilitar el acceso a datos públicos de alta calidad), Ética (lineamiento éticos, sostenibles y transparentes para protección de datos) y Colaboración (ecosistema colaborativo a nivel nacional e internacional en materia de IA).

De acuerdo con la ficha técnica sobre mayor empleo de la inteligencia artificial publicada en el Observatorio Nacional de Prospectiva del Ceplan, algunas de las ventajas de la IA son su capacidad para reconocer patrones con facilidad, su elevada facultad de memoria y su desempeño constante y eficiente durante períodos largos de tiempo con o sin interrupción. Estas ventajas conllevan a pensarla como herramienta funcional para la ejecución de las actividades diarias sin requerir la intervención humana para tomar decisiones complejas.

A su vez, se destaca que las contribuciones de la IA van más allá del potencial económico; para el 2030, los modelos lingüísticos de la inteligencia artificial alcanzarán el nivel humano y serán críticos para actividades laborales como soporte o atención al cliente; así mismo, será común observar vehículos autónomos que manejen, incluso, mejor que un humano. Los robots domésticos o los asistentes virtuales como Google o Siri serán omnipresentes en lo cotidiano y responderán por nosotros.

Finalmente, se debe tener en cuenta que la IA también contiene riesgos, como el desarrollo desproporcionado de estas tecnologías entre países lo cual podría generar nuevas brechas y desigualdades; por ello, será importante promover la capacitación en tecnologías emergentes y sus aplicaciones.