Un nuevo paro de los transportistas contra el crimen sacude el país, ojalá fuera unificada en las grandes ciudades que concentran los actos delincuenciales, donde por no pagar un cupo de siete soles pierdes la vida. Huánuco no está lejos de situaciones trágicas, nos lo recuerda el increíble asalto a mano armada de hace un par de semanas a plena luz del día en el centro de la ciudad para quitarle diez mil soles a un señor. Nunca se vio eso en Huánuco. O el asesinato con arma de fuego a un joven en La Unión para robarle sus pertenencias, o los asaltos a entidades financieras. No pretendo hacer un recuento de las tragedias al que le hemos agarrado costumbre, solo quiero aterrizar el contexto. Pese a la gravedad aún no develamos del todo al verdadero cuco. En toda protesta, esta vez no será la excepción, los grandes medios, el fujimorismo y los grupos de poder utilizan el terrorismo como un viejo cuco para tratar de aquietar cualquier justo reclamo. Terroristas a punto de tomar el país, pero nada de sindicar a la delincuencia y la corrupción, los verdaderos cucos que ya nos tienen del cogote.
Por Yonel Rosales
El viejo cuco con que las élites nos meten miedo es el terrorismo. En cada protesta contra una minera, en toda manifestación contra el gobierno, oh, vaya casualidad, hay un todo poderoso terrorista movilizando gente. Si el descontento se canaliza democráticamente con un candidato que recoge sus demandas, como lo fue en su momento Ollanta, Mendoza o Castillo, también con ellos está el cuco del terrorismo. Y así, el mal más común, según los medios y el cacareo, es el terrorismo a punto de hacerse del país, pese a que hace 30 años cayó su líder sanguinario, de esa fecha, no pasa nada relevante. Utilizan este cuco para estigmatizar a los reclamones, mientras, esconden bajo la alfombra a los verdaderos cucos, la delincuencia y la corrupción, resignándonos a que son viejas costumbres.
El crimen estalló con las normas favorables hechas por otros delincuentes políticos para salvar sus pellejos. Arman leyes que les protegen de las cárceles y de yapa favorecen a los otros delincuentes comunes. No soy el especialista que demostrará la relación umbilical entre políticos corruptos y la criminalidad, pero es evidente que un congresista perseguido por la justica promoverá leyes que le salven.
Por eso aprobaron la Ley 32108 que incentiva las actividades delictivas, todo porque las cabecillas de sus organizaciones (delincuenciales) políticos son investigados por formar parte de grupos criminales según las hipótesis de la Fiscalía. Así la ley recientemente aprobada por estos congresistas exige la presencia del abogado de un delincuente para que realicen allanamientos. Está la ley antiforestal, también la norma a favor de los mineros ilegales, que evita les requisen las dinamitas ilícitas. Aunque se vio estos explosivos siendo utilizados por los extorsionadores. En otra fecha habría sido un escándalo el Decreto Legislativo 1585 de Dina Boluarte, que salvó de la cárcel al sentenciado Kenyi Fujimori, la norma se aprobó precisamente cuando el excongresista apelaba su sentencia, ahora ratificada, pero gracias a las casualidades, justo, justito se aprueba nuevas reglas para salvarlo de la cárcel. ¿El cuento que se utilizó? Deshacinar los penales en pleno incremento de la ola criminal en noviembre del 2023.
Son muchos cambios que hace este régimen en las normas para favorecer a políticos delincuentes y de paso a los delincuentes comunes (roba celulares, asaltantes o extorsionadores). Qué les importa la inseguridad ciudadana que padece el pueblo a esta élite gobernante, ellos tienen seguridad personal con los policías que todos pagamos o tienen suficiente dinero para pagarse su resguardo. Las pocas normas que cité no alarman a los grandes medios, salvo a algunos líderes de opinión y especialistas advirtiéndonos. En cambio, la gran prensa y sus voceros siempre andan descubriendo el viejo cuco del terrorismo hasta en la sopa, cuando el verdadero es la delincuencia que tiene como causa nuestra tolerancia a políticos corruptos. Se diría que la corrupción es la madre de todos nuestros males, como se demuestra en estas cortas líneas y en los hechos. Deshacernos de estos delincuentes políticos que legislan a favor del crimen tiene que ser el primer paso para hacer frente a la inseguridad o los sacrificados paros que afectan los magros bolsillos de comerciantes y transportistas terminarán en saco roto.