La ciudad de Los Ángeles vivió una jornada de alta tensión tras una serie de redadas antimigrantes que desencadenaron enfrentamientos entre civiles y fuerzas policiales. Las protestas, que comenzaron de forma pacífica, se tornaron violentas en algunos sectores, con bloqueos de calles, uso de gases lacrimógenos y detenciones.
Ante la creciente tensión social, el presidente Donald Trump ordenó el despliegue de 2,000 efectivos de la Guardia Nacional para contener las manifestaciones y restablecer el orden. La medida ha generado reacciones divididas entre líderes políticos, organizaciones de derechos humanos y la comunidad migrante.
Los operativos migratorios han sido fuertemente cuestionados por diversas organizaciones, que denuncian detenciones arbitrarias, separación de familias y uso excesivo de la fuerza. Se espera que en las próximas horas se emita un pronunciamiento oficial por parte del Departamento de Seguridad Nacional.