¿QUIEN SALVARA A LA UNDAC?

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. En filosofía

¿Pudo el Titanic salvarse de la hecatombe?, ¿pudo guarecerse el Prefecto Tovar de la indignada reacción social?, ¿pudo triunfar la Columna Prado en su idealismo estoico de ir a la guerra con Chile?; eran inevitables sus destinos, eran certeros sus predicciones, en cada caso era infranqueable su resultado. Ineludible su fracaso, la universidad local con pensamiento arcaico, a este pasó no solo quedara como Universidad de última opción, sino como pieza de museo del universalismo de formación superior.

Esta administración actual de la querida UNDAC, no tuvo techo efectivista básico, su límite de eficacia y calidad era apenas de sótano; y su rol de cambiar para bien llego a ser un adorno en la mesa de la rectoría; su asamblea asumió visiones de mejorar la Universidad pero, al solo ver el “sanguche” del “coffe break” se hizo sanchopancesca, y perdió la dignidad a cambio de “lentejas” del comedor social de nuestra Universidad.

Los maestros de la Universidad prefirieron la estabilidad a la revolución epistémica, eligieron enseñar con manual del medievo que con guía 2.0, optaron mantener lo ortodoxo que evolucionar al presente Universitario; teologales, doctrinarios y dinosaurios; cuando hoy en las mejores universidades la catedra se ejemplifica, el consejo se practica y la tesis es útil, el titulo transforma y no deforma, aquí la tesis se copia, el ejemplo no existe, y el consejo es inútil.

Los administrativos de la universidad: los eternos ausentes del partido, los más explotados, indefensos y mansos, (pero no por eso mensos), con excepción de pocos, son los que ponen la cara en cada matricula, admisión, o tramite de salida o entrada de cada universitario; los administrativos son aquellos que se creen dueño de la universidad pero propietarios sin llave, inquilinos laborales sin contrato, vividores sin dignidad laboral, quizás el ultimo cuartel de la decencia y no me refiero a los que son F3, o F4, sino a los operadores, técnicos, porteros, cuidadores; ellos que tienen voz pero no voto, esos que limpian las porquerías de cada gestión universitaria que entran con perspectivas grandes pero ni bien se sientan solo piensan como robar a la Universidad.

Los que administran la actual gestión, nos han desilusionado, nos prometieron hacer al menos la mejor universidad del centro del Perú, y lo único mejor que lograron es aumentar sus cuentas, sus acreditaciones personales y sus ínfulas de ser autoridad universitaria; esta administración nos falló, fracaso, hizo de la Universidad una muestra y ejemplo de ineficiencia, y tacho a la calidad del claustro, desterró a la decencia al paredón, y proscribió a la ética al limbo de la hipocresía; instrumentalizo la promesa como tubo de ensayo de postergación social permanente; logrando ser rector de lengua mendaz, vice rectores de hablar falsario, decanos algunos que se hicieron cómplices de lo mordaz y directores que cambiaron su pelea de encontrar la calidad y justicia universitaria, por la de un cargo que los hace rapaces , y cambiaron sus ideales por un bono, o aumento parcial en sus haberes de mes; que tal descoco.

¿Quién salvara a la UNDAC?, ¿quién la sacara del derrotero?, ¿Quién llevara a la refundación universitaria?, ¿Quién asirá el puño contra la involución Carrionina? , quienes digan “yo” agárrense, afilen sus dientes, gradúen su correa, sacudan sus zapatos, y enfúndense. Hay una lucha que se viene, intensa, diferente y espero que sea justa.