
La desconfianza por lo vivido se convirtió en mi martirio,
pintando mis días de lúgubre tristeza haciéndote
una nueva víctima. Busco respuestas a mi
alrededor que alivien mi incertidumbre,
pero sé que en mi interior la hallaré. Quizá nuestra historia tenga un final
prematuro pero lo vivido a tú lado es como si fuera un siglo.
Tus pequeñas manos dejan en mi torso marcas de tus orgásmicos abrazos. ¿Tu cariño será capaz de pulverizar el muro
entre nosotros o te convertirás en lo que tanto temo?
Pequeño gran amor,
escapaste de mis sueños y anhelos para darme el estrujón que tanto esperaba. Tus
labios llenaron de llamativos colores
mis amaneceres, estoy seguro dejarían maravillado
al más grande ilustrador. Espero con ansias que el destino termine su burda
venganza aun así no pueda soportarlo en pie.
ROJO