SERENAZGOS, HEROES URBANOS

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO

Lic. En filosofía

Los Serenazgos, han sido desamparados por la ley y la burocracia de las legislaciones que al parecer respaldan al ladrón, al pandillero y al avezado; los serenos se enfrentan a riesgo de su vida cada día y noche a delincuentes que blindan las leyes o los pareceres de ciertos gendarmes, “no nos avisaron que hicieron eso” fue la respuesta de la policía para que suelten a los delincuentes , ¡que injusta es la justicia!, pero más prevaricadora es quienes ejercen el brazo de la ley y no aplican la norma jurídica o la hacen cuando les es conveniente; se prefiere soltar al delincuente y probable asesino y encerrar al ladrón de medio pelo que por querer un chinguirito lo apresan pero al cuasi homicida o al corta rostro lo justifican y encima lo premian con una incoherente practica del sentido común del deber de justicia.

¿Quiénes aparecen primero en la escena de la urgencia ciudadana? los serenazgos, ¿quiénes velan por el anciano perdido o el niño extraviado en la soledad de la calle? Los serenazgos, ¿quiénes son los únicos que ayudan a la mujer golpeada o al varón caído producto de un accidente? Los serenazgos, ¿quiénes aparecen primero en un accidente automolistico para prestar ayuda? Los serenazgos.

¿Quiénes son los que ganan poco y arriesgan más? Los serenazgos, ¿quiénes no tienen seguro de salud, ONP y algún seguro de vida? Los serenazgos, ¿quiénes son los que trabajan 12 horas seguidas y su sueldo es ralo, poco, exiguo e insuficiente? Los serenazgos, ¿quiénes renuncian al calor familiar de estar con los hijos en feriados, domingos y en cualquier momento del día? Los serenazgos, ¿a quienes los asesinan, les desfiguran el rostro y los ofenden a cada momento sin que su municipio ni su fiscalía, poder judicial o policía hacen algo por defenderlos? A los serenazgos.

Los y las serenazgos esos héroes civiles de mi tierra que en el frio resguardan a la ciudadanía, en el amanecer cuidan al ciudadano que se enrumba hacia su trabajo y en la mañana protege al escolar de posibles fechorías, el sereno es ese estoico que pasa la tarde custodiando y la noche en su actitud de vigilia constante ante posibles perfidias, es el sereno que vuelve al hogar para abrazar a su mujer o al esposo y no tiene tiempo ni fuerzas para estar con ellos o compartir una velada familiar, su sueldo es mísero, pero aun así su empeño en protegernos es de nobles.

Respeto a los serenos, y no debo acallar mi justa exigencia y protesta por el maltrato, la indignación y el proceder de quienes ejercen la ley y ponen miopía ante lo evidente, de quienes apagan la luz que da claridad y en nombre de las fuerzas oscuras sueltan libres a quienes acometen contra la ciudadanía y los que la resguardan.

La ciudadanía exige al alcalde y regidores, ¡defiendan al serenazgo carajo! ¡Suban su sueldo! ¡Otórguenle beneficios sociales!, ¡no los desamparen!, ¡protéjanlos! Ser sereno no es solo un trabajo más ,es un servicio de máxima responsabilidad, cuidar a nuestros niños, proteger a nuestros padres, asistir a los jóvenes, defender al huérfano y a la viuda, amparar a la colectividad de los desgarros sociales es digno y lo hacen meritorio su labor. A pesar de todo amigos serenos fuerza, coraje como decía el predicador “no temas ni desmayes”… Josué 1:9