Entre otros asuntos, se explicará que una razón por la cual Dios envió a Jesús a la Tierra fue para que muriera por nuestros pecados. Debido a la desobediencia de Adán, quien a pesar de ser perfecto desobedeció a Dios, la humanidad ha heredado la imperfección y el pecado. Por ello, nos enfermamos, envejecemos y morimos.
Jesús era perfecto y nunca pecó. Así que no murió por sus propios pecados, sino por los nuestros. Su muerte hace posible que disfrutemos de la bendición de Dios y que tengamos la perspectiva de vivir para siempre.
¿Cómo es eso posible?
Debido a la pandemia, las congregaciones de todo el mundo se reunirán a este evento de forma virtual el sábado 27 de marzo. No hay cuotas para asistir y no es necesario registrarse.
Para obtener más información sobre cómo asistir localmente, pregúntele a uno de los testigos de Jehová o visite www.jw.org.
