La derecha que necesita corruptos de izquierda

Vaya si se picó. Luego de festejar que a un presidente regional de izquierda lo denuncien por corrupción (no a él, por ahora, sino a algunos funcionarios) porque la izquierda ha querido pasar por honesta, cuando la derecha defiende a los suyos porque roban y hacen obras… el buen Aldo se sintió cogido por mi artículo “Qué bueno que los rojos también sean corruptos” y se desató con todo lo que tenía a su alcance.
“Así vemos a Raúl Wiener y La Primera defender a César Álvarez, Martín Belaunde y Gregorio Santos”, escribe el piconazo, a sabiendas que está haciendo una amalgama mentirosa, y que a Álvarez jamás se le ha defendido; a Martín solo se le ha dado la oportunidad de expresarse, manteniendo la distancia que corresponde por los actos que son de su responsabilidad; y de Santos hace tiempo que vengo sosteniendo que el Contralor se la estaba buscando por estricta razón política.
No conozco el informe sobre Cajamarca, como tampoco lo conoce M, pero a uno lo hace saltar que el acusado sea de izquierda y a mí me da risa tanta sinceridad, en decir que la derecha corrupta necesite colegas de la izquierda para que todos queden sucios. Y sobre el tema de que con Fujimori robamos menos, fue M el que lo planteó. Yo no dije que en el gobierno de Velasco, con el que nunca tuve relación alguna, no hubiera habido corrupciones. Fue Aldo, con su tonto Jua, Jua, Jua, el que salió a defender a la dama que maneja los diarios en los que escribe que había sostenido que el robo mayor había sido que les quitaran los diarios a sus parientes, y las haciendas a sus amigos. Y yo le contesté que entendía por qué los ladrones superlativos de los 90 no la escandalizaban, y ahí su escudero dijo que Velasco robó más, ¿no ven las casas de militares en Chacarilla?
Y sobre Javier, felizmente ya hay un suficiente entendimiento en el país que esa denuncia no solo fue canalla sino propia de idiotas. Pero si pretende ponerse en el nivel intelectual de Díaz Dios, Lay, Urtecho y Mulder, que se compraron sus denuncias, entonces tendré que reconsiderar mi declaración sobre lo que significó el nombramiento de Slocovich en Correo.
Hoy mismo, con el asunto Bruce, se comprende con mucha facilidad la relación entre una norma genérica (que abarca un universo amplio) y un proponente individual. Así como ahora se dice que un gay postulando la Unión Civil no está reclamando un privilegio, sino una igualación de derechos; igual JDC no estaba pidiendo una acción privilegiada para su familia, entre millones de acciones en el mercado, sino la igualación de derechos entre todos estos documentos, sin afectar su valor de transacción. Hay que ser bien limitado para no entender esto.
Raúl Wiener
(Laprimera)