AMOR Y POLITICA

Febrero es el mes del amor y de la angustia de los que representando al Estado en el pasado recibieron riqueza para beneficiarse y tener estabilidad financiera pero no persistencia moral, hoy vemos a propósito del caso “lava jato” sucedido en Brasil manchar, salpicar y destruir en nuestro país dignidades, biografías blancas e impresiones de doble moral, digno de una novela a lo Víctor Hugo donde la mayoría es corrupta y pocos son dignos.

El amor es puro dice el neo testamentario, sin embargo en el nombre del amor al pueblo han robado, coimeado, sobornado y encima han celebrado sus ficciones en nuestras raíces, han levantado monumentos al honor y se han orinado en su pedestal, han firmado decretos para la dignidad y luego la han violado con su actuar, que desazón.

El amor es más que la fe y la esperanza, sin embargo los políticos y sus administrados han hecho papilla el sentimiento de confianza en sus gobernantes emanados de la voluntad popular, han usado nuestros miedos para ganar y hacerse del poder, y luego solo fingieron ser correctos, porque siempre estuvieron en el lodo de la ciencia de robar y cegados por su inmortalidad que causa el poder, predijeron que no acabaría ni se sabría eternamente sus límpidos juegos, se equivocaron.

El amor es fuerte, pero la razón es débil en su mezcla con la voluntad que se basa en la pose y la impresión, por eso gesto e impresión es la base del engaño, y el artificio siempre es efectivo en los mortales, fue engañada Eva, fue burlado Adán, fue descaminado Abel, todos menos Caín, aunque él se falseó a sí mismo.

Si al primer, segundo y tercer varón engañaron, y el engaño es más antiguo que el robo, ¿qué somos los peruanos? si desde la fundación de la Republica todos nos engañaron, por eso somos una sociedad engañada, burlada, timada, antes por los extranjeros, ahora por los nuestros.

¿Y la respuesta ciudadana? Es parquedad, ¿la respuesta de los empresarios peruanos quienes sufren el daño de los tiburones financieros de Sudamérica? Solo miran hacia otro lado y siguen sus negocios ínfimos, actitud común de nuestros sarcófagos financieros del país, hacerse al cojudo nada más.

¿Y la respuesta de los que dirigen el Estado? Solo les queda hundir a esos barcos encontrados en el lodo de la corrupción, fingir ser neutrales, posar actitudes de sorpresa y de mojigatas impresionadas por tal costra y escándalo nacional, están en el poder y mientras tanto solo les queda evadir lo que se viene con los instrumentos del vacío que deja ser imputables en estos 5 años que ya van solo meses.

El amor es puro y la política es podrida, pero es a veces el amor que impulsa a ser corrupto, amor al narcisismo de tener más que el otro, ese egoísmo de ser más que los demás aun así sea obteniendo lo que se y lo que tengo mediante actos maquiavélicos, razón decía Tolstoi, es mejor ser el hombre de la camisa feliz que era feliz sin tener nada incluso ni la camisa, ya que como sustentan los religiosos, tener es corromperse.