Agro Rural intervendrá en 23 departamentos del país con la siembra de pastos y forrajes en beneficio de más de 99 000 productores pecuarios.
El Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), a través de Agro Rural, instalará 128 835 hectáreas de pastos cultivados en 23 departamentos del país en el marco de la próxima campaña de siembra de pastos y forrajes. El objetivo de esta intervención es impulsar y reactivar las actividades pecuarias de más 99 000 productores de las zonas rurales.
Así lo anunció el director ejecutivo de Agro Rural, Angello Tangherlini, quien precisó que esta actividad se llevará a cabo en 805 distritos (157 provincias) de Amazonas, Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima, Madre de Dios, Moquegua, Pasco, Piura, Puno, San Martín, Tacna, Tumbes y Ucayali.
“Para la implementación de esta campaña, el sector destinó más de S/98 millones para la mejora del piso forrajero y, con ello, elevar la producción de carne, leche, fibra, lana y otros derivados, lo que se traducirá en mayores ingresos económicos, calidad de vida y acceso de mercados competitivos”, sostuvo el funcionario.
Remarcó que este trabajo se realiza de forma conjunta entre las Direcciones y Agencias Zonales de Agro Rural con las autoridades locales, lideres comunales, asociaciones y productores de comunidades campesinas y/o nativas en lo que refiere a la identificación de terrenos y validación del padrón de beneficiarios
“Instalaremos especies forrajeras como avena, alfalfa, branchiaria, cebada, trébol rojo y blanco, vicia sativa, rye-grass inglés e italiano, dactylis glomerata, maíz chalero, entre otras variedades, según el clima y tipo de suelo de cada departamento. También, se brindará asistencia técnica a los beneficiarios para el manejo integrado de los pastos (siembra, cosecha y otros aspectos)”, aseguró.
En ese sentido, esta campaña busca asegurar una alimentación adecuada de los animales como primer paso para elevar la productividad ganadera, reactivar la economía de las zonas rurales y fortalecer la seguridad alimentaria del país.
“Se estima que cada hectárea de pasto cultivado permite triplicar el número de animales alimentados en comparación con el pasto natural y también ayudará a reducir el riesgo de vulnerabilidad ante cualquier evento adverso”, concluyó.