ANGÉLICA, LA JOVEN QUE INGRESÓ EN SU CUARTO INTENTO A LA CARRERA DE MEDICINA EN SAN MARCOS Y GANÓ BECA DEL ESTADO PERUANO

El talento tiene la meta de brindar una atención cercana a los pacientes de los pueblos más alejados del país. 
 
La historia de María Angélica Urbina Manco es un ejemplo de esfuerzo y perseverancia. Desde muy niña descubrió su pasión por la medicina gracias a su abuelo Héctor, quien era técnico laboratorista en el distrito de Langa, provincia de Huarochirí, Lima. Al ser una persona que siempre estaba dispuesta a ayudar a sus pacientes, generó una relación de cercanía con ellos, razón por la que era el personal de salud más solicitado en el pueblo. Esto despertó la admiración en Angélica, quien se propuso convertirse en médica para ayudar en la salud de las personas, como lo hacía su abuelo.  

Así que, al terminar el colegio, la joven, quien siempre fue una estudiante destacada académicamente gracias a sus ganas de estudiar y al aprendizaje que le brindaban sus padres docentes, se preparó para ingresar a la carrera de Medicina Humana en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM); sin embargo, su camino comenzó a complicarse, a tal punto que pensó en rendirse y no postular más a la carrera de sus sueños. 

“No lograba ingresar a la UNMSM, me ponía nerviosa en los exámenes y pensé que ya no debía intentarlo”, cuenta la joven talento, quien al carecer de muchos recursos económicos tenía pocas opciones para convertirse en una profesional. En el 2020, mientras Angélica continuaba su proceso de postulación, otra lamentable noticia parecía acabar con sus metas: su abuelo Héctor falleció a causa del COVID-19.  

Angélica tomó toda esa tristeza y frustración y la convirtió en su motivación para no rendirse. “Ser médica siempre ha sido mi sueño, pero también el de mis abuelos. Así que lo intenté una vez más e ingresé a la carrera de Medicina”, dice la joven, quien logró su objetivo en el cuarto intento de postulación. 

Tras ese episodio, los triunfos siguieron para Angélica, porque postuló al concurso Beca de Excelencia Académica para Hijos de Docentes 2022 del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación y consiguió ser ganadora, con uno de los puntajes más altos, obteniendo así el segundo puesto. Este logro le ayudará a seguir su carrera sin tener que preocuparse por los gastos en alimentación, movilidad local, costos académicos, entre otros beneficios.  

“Cuando gané la beca me sentí muy aliviada, porque así tendría una manera de ayudar a mi familia y a mí misma con los gastos universitarios. Siento que ahora puedo valerme por mí misma. Además, al ser hermana mayor, me siento responsable de mis hermanos y quiero que ellos también tengan una buena educación”, cuenta Angélica. 

Aunque aún cursa el primer ciclo de su carrera, Angélica tiene sus metas claras: está convencida de que el sistema de salud peruano necesita que sus profesionales generen una relación de confianza con sus pacientes. De esta manera, se tendrá un mayor respeto por la medicina y los tratamientos, evitando así que el estado de salud de las personas se agrave.  

“Mi meta es graduarme como médica y atender en los pueblos más alejados, ubicados en diversas regiones del país, donde hay apenas un doctor para cientos de pacientes. Sé que allí podré replicar las enseñanzas de mi abuelo y salvar muchas vidas”, dice Angélica, de 19 años, quien no descarta que en los grandes hospitales de la capital también se pueda optimizar la atención médico-paciente. 

La sanmarquina tiene un consejo para los jóvenes que, ante alguna mala experiencia, han pensado en rendirse y dejar de lado sus metas: “¿Por qué eligen una carrera? En mi caso, yo quiero ayudar de cerca a los pacientes. Y eso es lo que he recordado cuando me he sentido mal. Lo más importante es recordar siempre nuestra motivación. Si la tienen presente, verán que con esfuerzo todas sus metas se cumplirán”, señala.